Y no es de extrañar, ya que aunque el coche no es precisamente barato -unos 50.000€- la idea de que el coche es la próxima revolución en movilidad ha calado de verdad en Japón. Así lo calificó el propio presidente de Toyota durante la presentación del coche, donde se comunicaron las cifras y capacidades del Mirai: un coche de pila de hidrógeno, capaz de recorrer 500 kilómetros con un depósito de hidrógeno, que convierte en energía eléctrica y propulsa sus motores eléctricos, generando sólo vapor de agua como emisiones.
El coche es un sedán de cuatro puertas, de aspecto futurista, como cabría esperar. Por dentro también ese aspecto futurista esta presente aunque bien mezclado con el lujo que cabe esperar en una berlina de este precio. Delante, bajo el capó delantero está el «secreto del éxito»; la célula de combustible capaz de convertir el hidrógeno en la electricidad necesaria para mover el coche.
Se habló de que el coche saldría primero para el mercado japonés, para, a lo largo de este año, llegar primero a EE.UU y después, en 2016, a Europa. Para este primer año, en Japón, se reservaban 400 unidades. Ahora, un mes después del lanzamiento oficial, ya han llegado 1500 pedidos a Toyota. Por ahora no ha habido una comunicación oficial de la marca sobre qué medidas van a tomar para «asumir» este éxito, aunque si que se pronostica un aumento de los plazos de entrega previstos inicialmente. De todos los pedidos, un 60% se han generado desde oficinas gubernamentales y flotas de empresas, pero otro 40% han sido de clientes particulares. Gran parte de ellos han sido realizados en Tokio, pero también destacan los pedidos llegados de las prefecturas de Kanagawa, Aichi y Fukuoka.