El truco para tener tu volante fresco tras un día al sol

Cristina Muñoz
Cristina Muñoz
Cuando un coche pasa un día entero al sol puede alcanzar en su interior unas temperaturas muy elevadas, y el volante es uno de los elementos que más se verá afectado. Así evitarás que se caliente en exceso.

En verano es bastante habitual alcanzar temperaturas que sobrepasan los 36ºC; precisamente, este año estamos viviendo muchas olas de calor seguidas. Por eso, la Policía Nacional nos alerta de que si la temperatura exterior alcanza los 39ºC hay partes de nuestro coche que pueden llegar a los 70ºC en unos minutos.

Por ejemplo, en dos horas y media, en un coche sin ventilación, la temperatura interior será un 88 % superior que la exterior. En ese tiempo, los reposacabezas del vehículo pueden llegar a alcanzar los 67ºC y los asientos, los 54ºC. Y es que con una temperatura ambiente de 29ºC, el interior del vehículo aumenta casi 20ºC en los primeros 45 minutos de exposición.

En cuanto al volante, según algunos estudios, puede llegar a alcanzar una temperatura de hasta 53ºC. Para evitar que el volante se caliente demasiado si dejamos nuestro coche aparcado al sol existen algunos trucos que te contamos a continuación.

Accesorios para mantener fresco el volante

El volante es uno de los lugares donde se concentra mucho el calor y puede llegar a quemar si no lo protegemos adecuadamente. Por eso, existen fundas para el volante como la de la imagen de aquí debajo que venden en Norauto por 3,99 euros. Se trata de un cubre volante universal fabricado en aluminio, que protege el volante del sol

funda volante

Además, es importante llevar un parasol que cubra la luna delantera para evitar que dé el sol directamente sobre el volante. Por ejemplo, en Amazon venden un parasol plegable por 10,99 euros.

En cualquier caso, siempre que sea posible busca un sitio a la sombra para dejar el coche aparcado. De esta forma, la temperatura en el interior no subirá tanto y el volante no quemará. Aunque recuerda que no conviene aparcar debajo de los árboles porque, en muchos casos, con el calor hay bastantes árboles que sueltan resina. Y las manchas de resina son difíciles de quitar; sobre todo si se tarda mucho tiempo en limpiar la carrocería.

Además, también hay árboles de los que cae una sustancia pegajosa que se denomina melaza y la provoca un tipo de pulgón que habita en algunas clases de árboles.

Otro problema que nos podemos encontrar si aparcamos debajo de un árbol es el de las heces de los pájaros. Los excrementos de las aves contienen ácidos que dañan el barniz externo del coche, y con el tiempo puede llegar a la pintura. Además, el calor incrementa el daño que las heces de los pájaros producen sobre la carrocería. En este caso conviene limpiar la carrocería lo antes posible para eliminar todos los excrementos.

Si quieres saber cómo puedes proteger tu coche del sol en verano, accede a esta otra noticia desde este enlace en la que te lo contamos.