La más que posible salida del Reino Unido de la Unión Europea podría acarrear consecuencias económicas muy negativas para el país británico dadas las condiciones económicas -en forma de impuestos y aranceles extra- que se generarían. Así, las empresas se verían obligadas a pagar un extra por importar y/o exportar sus productos desde sus fábricas. Es por ello que muchas de ellas estarían barajando muy seriamente un éxodo hacia un entorno económico más favorable, y la última en anunciarlo ha sido General Motors.
La multinacional americana produce actualmente en el Reino Unido varios modelos de Vauxhall y Opel, pero contaría además con el problema añadido que supone la necesidad de importar piezas de otros países que sí son miembros de la Unión Europea -se estima que la fabricación local de piezas ronda únicamente el 25%-. De esta forma, el posible cierre de la planta situada en Ellesmere Port en caso de confirmarse la ruptura en el viejo continente dejaría sin trabajo a más de 2.000 personas.
Tan avanzado está el tema que estaría esperando el ´sí´ para dar la orden trasladar la producción de los modelos de Ellesmere Port en la factoría de Gliwice, localizada en Polonia. En cuanto a la fábrica de Luton, GM todavía no se ha pronunciado respecto a su viabilidad económica. Aun así, todavía está por ver si en el curso de las negociaciones con la Unión Europea el Reino Unido consigue un tratado de libre comercio que liberase a las empresas del mencionado ahogo económico, algo que ya ocurre en otros países como Suiza, Islandia o Noruega.