A lo largo de la historia del automóvil (y de un icono como el Seat Ibiza), la tecnología ha transformado por completo nuestra experiencia al volante. Con cada nueva generación, los coches prometen mayor seguridad, confort y eficiencia. Sin embargo, los avances también suelen venir acompañados de precios más elevados y una creciente complejidad.
Para averiguar si el progreso justifica su coste, en nuestro vídeo enfrentamos al Seat Ibiza IV (concebido en 2008, re-estilizado en 2012 y 2015 y «jubilado» en 2017) de 2008 con su versión más reciente, el Seat Ibiza V, lanzado en 2017 y vigente hasta la fecha. Este duelo nos permitirá evaluar cuánto han cambiado estos vehículos en términos de diseño, tecnología y conducción.

Los contrincantes Ibiza IV vs Ibiza V
En esta comparativa, el Seat Ibiza 2008, generación 6J, y el modelo actual modelo de 2025, lanzado en 2017, con código 6F y re-estilizado en 2021, representan dos momentos clave en la evolución del urbano español. El primero, con su plataforma PQ25, fue elogiado por su equilibrio entre precio, prestaciones y calidad percibida. El segundo, basado en la plataforma MQB A0, refleja un salto tecnológico que redefine lo que podemos esperar de un coche urbano.
El Ibiza 2008 marcó una era en la que los coches comenzaban a incorporar tecnologías más modernas, pero todavía se centraban en la sencillez y funcionalidad. Su diseño y equipamiento eran suficientes para cautivar a conductores que buscaban un coche fiable y económico.
Por otro lado, el Ibiza 2025 está diseñado para cumplir con las exigencias actuales: tecnología avanzada, conectividad total y mejores emisiones. Aunque su precio es considerablemente más alto, promete justificar cada euro con un salto en seguridad, confort y eficiencia.

Los Ibiza por fuera: decaen las superficies lisas
El diseño exterior es el primer punto donde se nota la evolución. El Ibiza 2008 presenta formas más simples y superficies lisas, características de una época en la que la fabricación era menos compleja. Sus líneas mantienen un equilibrio entre modernidad y funcionalidad, aunque se nota su antigüedad frente a estándares actuales.

En cambio, el Ibiza 2025 adopta un enfoque más refinado y dinámico. Las ópticas LED, las superficies más esculpidas y el uso extensivo de elementos decorativos lo convierten en un coche visualmente más impactante. Además, su mayor anchura mejora tanto la habitabilidad como la seguridad, ofreciendo una sensación de robustez superior.
Un detalle que ilustra el avance técnico es la diferencia en los materiales. Las técnicas actuales permiten fabricar piezas más complejas y con acabados más detallados, algo que el Ibiza 2025 aprovecha en cada rincón. Esto no solo mejora la estética, sino que también optimiza la aerodinámica y la eficiencia.

Los Ibiza por dentro: ¡pantallas incoming!
Dentro del habitáculo, los contrastes son aún más marcados. El Ibiza 2008 ofrece un interior sencillo pero bien construido, con plásticos de calidad y una disposición ergonómica destacable. Sin embargo, la tecnología se limita a lo básico, y muchos elementos eran opcionales, como el Bluetooth o el climatizador automático.

El Ibiza 2025, por su parte, redefine la experiencia interior con una pantalla digital configurable, controles táctiles y conectividad total. Apple CarPlay y Android Auto son estándar, y los asistentes de conducción, como el mantenimiento de carril y el control de crucero adaptativo, aumentan la seguridad y el confort.
Otra diferencia clave es la percepción de espacio. Gracias a un diseño más eficiente y un aumento en la anchura del vehículo, el Ibiza 2025 ofrece una sensación de amplitud mayor, aunque ambos modelos mantienen dimensiones similares en longitud y altura.

Las motorizaciones: downsized vs «pata negra»
Las motorizaciones de ambos modelos reflejan los avances en eficiencia y sostenibilidad. El Ibiza 2008 apostaba por motores turboalimentados pequeños, como el 1.2 TSI, que ofrecían prestaciones decentes a costa de un consumo algo elevado en condiciones exigentes. Este motor, con 105 CV, representaba lo mejor de su época para un compacto urbano.

Por el contrario, el Ibiza 2025 recurre a un motor 1.5 TSI más sofisticado, que combina mayor potencia con una notable mejora en eficiencia. Sus emisiones de CO2, apenas un 4% superiores, son un logro teniendo en cuenta el incremento del 50% en potencia respecto a su predecesor. Además, incorpora tecnologías como el sistema Stop&Start, inexistentes en el modelo antiguo.
La conducción también ha cambiado: mientras que los motores del pasado entregaban una potencia escasa y tosca, los actuales priorizan un equilibrio entre prestaciones, elasticidad y linealidad… aunque la comparación entre el pequeño 1.2 y el portentoso 1.5 no puede considerarse muy legítima o razonable.

En marcha con los Ibiza
El comportamiento en marcha es donde mejor se perciben los al menos 10 años en cuanto a concepción de plataforma (más las mejoras que ha recibido la MQB A0 desde su lanzamiento y hasta el Ibiza actual). El Ibiza 2008 ofrece una experiencia conectada, aunque menos refinada, con una dirección electrohidráulica que transmite más información al conductor. Sin embargo, su bastidor es mucho menos rígido, lo que se traduce en vibraciones y un menor control en curvas rápidas.

En cambio, el Ibiza 2025 aprovecha su plataforma MQB A0 para ofrecer una conducción más precisa y segura. La dirección eléctrica, aunque menos comunicativa, es más suave y lineal, y el bastidor rígido mejora la estabilidad y el confort en cualquier situación. Además, los asistentes de conducción contribuyen a una experiencia más relajada, especialmente en viajes largos.
La diferencia más notable está en la seguridad. Mientras que el modelo 2008 se apoya únicamente en sistemas básicos como el ESP, el 2025 incorpora tecnologías avanzadas como la frenada de emergencia, el control de ángulo muerto o la propia cámara de visión trasera que marcan un antes y un después en la protección del conductor y los pasajeros.

En opinión de Autofácil…
La comparativa entre el Seat Ibiza 2008 y el modelo 2025 demuestra que el progreso no solo es inevitable, sino necesario. Aunque el coste de los coches modernos ha aumentado considerablemente, también lo han hecho su seguridad, eficiencia y confort. Esto los convierte en opciones mucho más completas, aunque menos accesibles para ciertos presupuestos.
Sin embargo, el Ibiza 2008 sigue siendo un modelo digno, con un equilibrio que lo hace aún competitivo en algunos aspectos. Su simplicidad y conexión más directa con la carretera pueden resultar atractivas para los conductores más puristas.
En resumen, si bien “cualquier tiempo pasado” puede parecer mejor en términos económicos, la experiencia de conducción moderna justifica la inversión. Los próximos años seguirán trayendo avances sorprendentes, y estaremos aquí para contaros cómo transforman el futuro de la automoción.