Llevábamos ya unos meses esperando a poder probarlo, y ese día ha llegado. El ID.4 de Volkswagen es un SUV eléctrico, un poco más grande que el Tiguan (mide 4,58 metros de largo) y que cuenta con muchas aptitudes para ser un gran vehículo familiar.
Construido sobre la plataforma MEB del Grupo VW, el ID.4 es un SUV voluminoso, con grandes pasos de rueda, un frontal prominente y una parte trasera que culmina con una caída de techo al estilo coupé. Está disponible en seis colores para la carrocería que se pueden combinar con un paquete adicional que añade detalles en color plata y el techo en negro. Las llantas pueden ser de 18″ a 21″ y la altura libre al suelo es de 21 cm, que no está mal para ser un SUV.
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La gama de acabados es amplísima y se estructura sobre la capacidad de la batería. De hecho, la marca asegura que el ID.4 se puede configurar online en tan sólo 10 clics, comenzando por la batería y siguiendo por la potencia, el color, las llantas, el acabado interior y finalizando con hasta 5 paquetes de equipamiento. Así las cosas, lo primero que has de elegir es la batería, estando disponible una de 52 kWh y otra de 77 kWh, hablando siempre de capacidad neta. La de 52 kWh se ofrece con un motor de 148 ó 170 CV, mientras que la de 77 kWh se oferta con 175 ó 204 CV. La autonomía homologada oscila entre 343 y 522 km. Los acabados son numerosos: Pure, Pure Performance, City, Style, Pro Performance, Life, Business, Max y los First y First Max que se ofrecen sólo en el lanzamiento del modelo.
Todos los ID.4 llevan el motor en la parte trasera y son de propulsión trasera, salvo el ID.4 GTX de 306 CV que llegará en junio de 2021 y que es de tracción total porque incorpora un motor adicional en el eje delantero. Respecto al proceso de carga, los ID.4 con batería de 52 kWh se pueden cargar a 7,2 kW en corriente alterna y a 50 ó 100 kW en corriente continua en función del acabado. El de 77 kWh admite cargas de 11 kW en corriente alterna y 125 kW en corriente continua. En todos los casos, la batería va bajo el piso del vehículo, respetando una generosa capacidad de maletero de 543 litros. Por cierto, en la parte delantera no hay un maletero adicional.
El interior destaca por dos cosas: su gran amplitud y el exceso de superficies táctiles. El ID.4 es de cinco plazas muy aprovechables incluso para personas altas o corpulentas, y la visibilidad desde el puesto de conducción raya a buen nivel. Hay dos pantallas, la del cuadro de mandos y la del salpicadero, que puede ser de 10″ o de 12″. La del cuadro de mandos es sencilla y facilita mucho su lectura porque sólo engloba la información esencial y poco más. Además, se complementa con un Head Up Display con realidad aumentada que ‘pinta’ sobre la carretera las indicaciones del navegador.
También es novedad la ID. Light, una luz transversal de leds en la parte superior del salpicadero que, aparte de cumplir una función decorativa, complementa las indicaciones del navegador y puede advertir de algún peligro sobre la carretera parpadeando en un tono vivo (naranja o rojo).
Por su parte, la pantalla central tiene un moderno software que requiere cierto tiempo de aclimatación. Funciona bien y es rápida y completísima, pero al principio no es fácil de manejar. Además, en ella se integra la climatización, lo cual requiere quitar la vista de la carretera para manejarla. Al menos, el control por voz, que se activa mediante el comando «Hola ID», funciona bastante bien, pudiéndole pedir que baje la temperatura, que te lleve a cierto lugar…
Pero el hecho de que sea todo táctil resta sensación de agrado al habitáculo, pues hasta los botones del volante y los mandos de las luces lo son. Esto no aporta nada provechoso y perjudica la seguridad porque te obliga a mirar los botones cuando los accionas, en lugar de poder localizarlos al tacto. Lo compensa con un elevado grado de seguridad por otro lado, pues hasta cuenta con un airbag central que separa a los dos ocupantes delanteros, que es de serie en todas las versiones.
El modelo que probamos fue el que combina la batería de 77 kWh, el motor de 204 CV y el acabado First Max. En conducción, las sensaciones con el ID.4 son muy gratificantes. Para ponerte en marcha no hace falta ni introducir una llave ni pulsar un botón de arranque: con girar el pomo del cambio a la posición D, ya basta. Este pomo está ubicado a la derecha del cuadro de mandos, siendo una solución similar a la inventada por BMW con el i3. Al lógico silencio de marcha a baja velocidad por ser eléctrico, se une una excelente maniobrabilidad gracias al elevado ángulo de giro que pueden adquirir las ruedas delanteras, algo que es posible gracias a que el motor va colocado en la parte posterior. Es muy maniobrable y sencillo de aparcar.
En carretera la insonorización se ve algo más perjudicada, pero sigue siendo más que aceptable. Es cómodo, pero destaca porque tiene unas capacidades dinámicas sorprendentemente buenas. Normalmente, de un SUV eléctrico, con sus más de dos toneladas de peso, te puedes esperar una conducción algo aburrida o, incluso, torpe y pesada en algunos momentos.
El ID.4 echa por tierra esos prejuicios, con una conducción ágil y dinámica que se deshace de cualquier sensación de peso y volumen. La dirección es rápida, cambia de trayectoria con celeridad, la suspensión contiene muy bien el balanceo de la carrocería… y resulta hasta entretenido de conducir a un ritmo ‘alegre’.
En cuanto a prestaciones, no destaca especialmente en este aspecto, pero tiene fuerza más que suficiente y acelera de 0 a 100 km/h en 8,5 segundos. La velocidad está electrónicamente limitada a 160 km/h. ¿Y el consumo? En ciclo combinado y a ritmo normal, se cifra en unos 22 kWh/100 km reales, lo que repercute en una autonomía real de aproximadamente 350 km que podría superar los 400 km practicando una conducción eficiente.
Con todo, el ID.4 ya está a la venta desde 34.660 euros, posicionándose como un duro rival para modelos como el Ford Mustang Mach-E o el Skoda Enyaq, con el que comparte sus elementos principales. Es un SUV que destaca en muchos aspectos y que se presenta como una competitiva alternativa en el cada vez más poblado segmento de los SUV eléctricos. ¿Quieres saber más? Pues estate atento al próximo número 247 de Autofácil, en el que también publicaremos una prueba del nuevo ID.4 de Volkswagen.
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