Volkswagen ID.5

El Volkswagen ID.5 es, en esencia, un ID.4 sobre el que la marca alemana ha rediseñado su parte trasera, asemejándola a la de un SUV coupé. Mide 4,60 metros de largo y desde el primer momento de su comercialización ya se ofrece asociado a tres acabados y motorizaciones, que comparte con el ID.4.

Así las cosas, el modelo de acceso es el ID.5 Pro de 174 CV, el intermedio y presumiblemente el de mejores ventas por su mayor equilibrio es el ID.5 Pro Performance de 204 CV, y el más ambicioso de la gama es el ID.5 GTX. Este último emplea dos motores (uno por eje, a diferencia de los otros dos que sólo llevan un motor ubicado en la parte de atrás) que, en conjunto le proporcionan 299 CV de potencia gracias a los cuales puede acelerar de 0 a 100 km/h en 6,3 segundos. El GTX homologa una autonomía máxima de 490 km, mientras que la de los otros dos es de 514 km.

Además, el apartado de la habitabilidad está muy bien resuelto en el ID.5, pues apenas pierde altura atrás respecto al ID.4 (unos 3 cm menos) y mantiene el resto de buenas cotas, siendo especialmente buena la del espacio para las piernas.

Con todo, el ID.5 conserva todas las virtudes y defectos del ID.4, siendo un SUV eléctrico en el que priman el confort y la habitabilidad, cosas que complementa con una autonomía competitiva y con una correcta calidad de materiales. A cambio, no es el SUV eléctrico más adecuado del mercado si lo que buscas es un tacto de conducción al menos un poco deportivo.