Es un coche que prefigura las futuras líneas de la marca, más afiladas que las actuales. Un coche grande, de 4,86 metros que conjuga la amplitud de una berlina con las líneas fluidas y agresivas de un coupé, con un nuevo frontal, muy afilado y que, sin perder las señas de identidad de la marca si que supone un paso adelante definitivo y muy importante dentro el diseño Volkswagen.
El coche es un concept, el segundo de la familia GTE tras el Cross Coupé que ya conocíamos y del que te hablábamos aquí. Y al igual que con aquél, de la propia información que Volkswagen envía se desprende que bien podrá formar parte de la gama en un futuro próximo, colocado por encima del Passat. De hecho, este Sport Coupé Concept GTE es un coche completo y equipa una mecánica híbrida con un potencia de 374Cv, una velocidad máxima de 249Km/h y (uno de los detalles que da que pensar), la marca anuncia que en los GTE «de serie» podrían alcanzar una autonomía sólo en eléctrico de 51Km.
Por dentro el coche intenta dar apariencia, como no podía ser de otra forma, de «high-tech». Y para ello empieza por un cuadro que preside la zona del conductor con gráficos en 3D. Una pantalla de 12,3″ que consigue, a través de un efecto de luz ambiental patentado, que los instrumentos que alberga parezcan flotar en el espacio. En su configuración básica, la pantalla digital muestra dos instrumentos redondos; un medidor de potencia a la izquierda y un velocímetro a la derecha con un campo entre ellos para todo tipo de información. Los gráficos de las pantallas cambian de acuerdo con el modo de conducción que llevemos.
En el centro el sistema de entretenimiento emplea otra pantalla de 10,1″ y a su alrededor lleva controles sensibles al tacto para la climatización. Atrás, entre los dos asientos traseros, lleva otra pantalla, esta de 12,3″ que controla sistemas de comunicación, biblioteca multimedia y climatización. Otras dos pantallas de 10,1″ van encastradas en los respaldos de los asientos delanteros, de forma que cada pasajero de las plazas traseras tienen su propio sistema.
El coche es capaz de tomar datos biométricos del conductor. A través de una banda para el brazo o uno de los nuevos «smartwatch». Entre otras curiosidades, el sistema de navegación puede usar esos datos para seleccionar una ruta más o menos emocionante o tranquila. Por supuesto el sistema puede, además, proporcionar datos adicionales sobre la ruta elegida a través de internet, con fotos, por ejemplo, de Instagram o datos sobre tráfico o condiciones de la carretera. También se comunica con otros coches en la misma ruta y con sos datos perfeccionar las rutas sugeridas en función, por ejemplo, del estatus de carga de la batería.
El resto del interior es minimalista. Cuero en el salpicadero con rejillas de aluminio, el sistema de entretenimiento va en la consola central, al estilo de los coches deportivos. Más abajo el «joystick» de control del cambio DSG de seis marchas, conectado sólo electrónicamente con este. Mecánicamente se ha montado el motor 3.0 turbo TSI de 295CV y dos motores eléctricos, uno conectado directamente al cambio con 54Cv y otro para el eje trasero de 114Cv. El total, 374Cv. Como híbrido total que es, el GTE recarga baterías a través de sistemas de freno regenerativo y en función de la situación puede usar los motores eléctricos, el de gasolina o todos. En total su autonomía se sitúa en casi 1.200 kilómetros.