El Volvo V90, una tradición familiar
Si hay una marca cuyos coches familiares son un icono -obviando los vitaminados de Audi-, esa es Volvo. Tras más de 60 años de tradición en la fabricación de modelos tipo Station Wagon, el próximo 18 de febrero presentará en Estocolmo su nuevo vehículo de este tipo, el Volvo V90. Derivado del recién presentado Volvo S90, el V90 recibe la herencia del primer automóvil ranchera de Volvo, el Duett, y todas sus evoluciones.
Nacidos para cubrir las necesidades de los conductores tanto familiares como profesionales, Volvo ha vendido desde el lanzamiento del Duett más de 6 millones de estos coches, número que representa aproximadamente un tercio de todos los modelos de la marca sueca vendidos en su historia, vigente desde 1927. Basado en una plataforma llamada SPA, utilizada también en sus ´hermanos´ S90 y XC90, el V90 cuenta con los siguientes antecesores:
Uno de los primeros Volvo exportados a los Estados Unidos, el Duett, que fue presentado en 1953, llegó a tener tanta fama que su imagen fue publicada en un sello postal sueco en 1997.
El Amazon, conocido oficialmente como 221, llegó en 1962 con una concepción más elegante que la de su antecesor, a pesar de derivar de un vehículo comercial. Con un espacio mayor en el maletero y un portón trasero que se abría en dos partes, contó con hasta 115 CV de potencia.
Este modelo destacaba por su deportividad, la cual heredaba del 1800. Se caracterizaba por una luneta sin marco y con las bisagras integradas, y fue presentado en otoño de 1971. Se trata de uno de los clásicos más codiciados de Volvo, ya que solo se fabricaron unas 8.000 unidades.
Con una vida comercial más que longeva -desde 1974 hasta 1993-, el 245 se ofreció incluso con un motor V6. Seguidamente, se convirtió en el primer Station Wagon de la historia con motor turbo.
La propulsión trasera fue su seña de identidad. Considerado una evolución de la serie 700, se presentó en 1990 y destacaba por la suavidad de líneas en su carrocería. En 1996 pasó a denominarse V90, nomenclatura que recupera el actual.
Modelo de familiar deportivo sin precedentes, completaba el 0 a 100 km/h en 6,9 segundos gracias a un motor de 240 CV. En 1994 debutó en el BTCC, convirtiéndose en el primer Station Wagon que compitió completamente de serie. Presentado como edición limitada, se le considera un objeto de colección.