Está demostrando ser el más fuerte, o al menos ser el que mejor comprende el Mini que pilota –y eso que cambió de coche a última hora-, pero lo cierto es que el catarí Nasser Al-Attiyah está dispuesto a llevarse el Dakar 2015. Tras una primera jornada en la que los comisarios le arrebataron la victoria por una sanción por exceso de velocidad –le sancionaron con dos minutos-, el del Mini 301 demostró su buena forma al imponerse en la segunda etapa entre Villa Carlos Paz y San Juan.
«Era uno de los puntos clave del Dakar. Ahora ya podemos ir con más tranquilidad hasta la jornada de descanso y la etapa maratón de después. Hoy hemos atacado al máximo, tal y como habíamos planeado”, comentaba en su llegada a meta. Como ya ocurrió en la primera jornada, la lucha sin cuartel con su compañero de equipo Orlando Terranova ha sido épica, pero al final se ha impuesto el catarí gracias a una salida de pista del argentino en los últimos diez kilómetros y que le han hecho perder veinte minutos con respecto al líder. “Íbamos sin forzar porque teníamos un problema de temperatura con el radiador, y de repente el coche ha volcado y hemos dado 4 vueltas de campana”, explicaba el piloto argentino.
Situación que ha aprovechado el sudafricano Giniel de Villiers para llegar segundo, aunque eso sí, a más de ocho minutos del catarí. La sorpresa de la jornada la ha dado otro Toyota Hilux, el del piloto, holandés Bernhard ten Brinke, que participa en su tercer Dakar y ocupa una inesperada tercera posición provisional gracias al tercer puesto de ayer. “El año pasado tuvimos muchos problemas mecánicos, pero en esta ocasión, con el Toyota que ha hecho Overdrive, todo va genial. Nuestro objetivo no es ir a buscar el podio, sino hacer una buena carrera. Espero que podamos seguir más o menos a este nivel», aseguraba cansado y a la vez exultante.
El español Carlos Sainz no acaba de encontrar su sitio en esta 36ª edición del Dakar y ya acumula casi 20 minutos de retraso con respecto a la cabeza. En la segunda etapa, él y su Peugeot 2008 DKR sólo pudieron ser séptimos, aunque la suerte tampoco se alió con él ya que en el último tramo de esta larguísima especial de 518 km, chocó con una moto que se había perdido y que circulaba en dirección contraria. Sainz y su copiloto, el español Lucas Cruz, se bajaron del vehículo para auxiliar al motorista, que no sufrió lesiones de gravedad, perdiendo seis minutos y provocando que llegaran décimos… aunque más tarde, la organización le devolvió dicho tiempo.
Por su parte, Stéphane Peterhansel confirma que tampoco está encontrando del todo el feeling con el coche llegando al vivac una hora después que Al-Attiyah, y Cyril Despres hacía su aparición con más retraso todavía. Jornada también complicada para Robby Gordon, con el que se han cebado los contratiempos mecánicos al inicio de la especial originando que llegara a más de cuatro horas, y para el malhadado Nani Roma, que cruzó la meta el 22º a más de una hora del primero y sigue demostrando que está a años luz de distancia de los puestos de honor.
En camiones, Eduard Nikolaev ha llevado a lo más alto los colores de Kamaz tras la decepción de la primera jornada, y aventaja en 46 segundos al bielorruso Siarhei Viazovich. Un segundo Kamaz, el de Airat Mardeev, cierra el top tres del día, mientras que Hans Stacey se aferra a una cuarta posición que le permite conservar el liderato en la general por apenas 20 segundos. Andrey Karginov y Gerard de Rooy, grandes dominadores de la competición en 2014, han perdido cinco minutos cada uno en la etapa de este lunes.