Tras su lanzamiento en la Monterey Car Week de 2018, Bugatti ha anunciado que su hipercoche, el Divo, entrará en producción a finales de este año. Aunque comparte chasis y tren motriz con el Chiron, la carrocería es completamente nueva y el bastidor se ha rediseñado para, según la firma francesa perteneciente al Grupo VW, hacer que el comportamiento del Divo resulte algo más dulce.
Dos años de rigurosas y exigentes pruebas, tanto en simulador como en carretera y circuito, han llegado a su fin, dando paso a las primeras entregas a clientes. Pierre Rommelfanger, gerente de proyectos para modelos de edición limitada en Bugatti, explica con claridad el objetivo de este macro proyecto: “a principios de 2018, nuestro objetivo era desarrollar un vehículo particularmente deportivo como el primer trabajo bajo el liderazgo del nuevo presidente de Bugatti, Stephan Winkelmann. Tuvimos largas discusiones y, sobre todo, escuchamos a nuestros clientes. Algunos de ellos anhelaban un automóvil más ágil y capaz de ofrecer un buen rendimiento en zonas sinuosas. Y creo que, con el Divo, lo hemos conseguido”.
Con solo echar un vistazo al Divo queda patente que estamos ante un Bugatti de la era moderna, por el evidente aire de familia tanto con el extinto Veyron como con el Chiron. Sin embargo, si lo comparamos con la elegancia y sofisticación de este último, el Divo ofrece un enfoque más amenazador, con una carrocería completamente nueva hecha de fibra de carbono y repleta de detalles aerodinámicos ornamentados.
En el Chiron, la icónica línea en forma de C que encuadra el acceso al habitáculo es una clara seña de identidad del modelo. En cambio, en el Divo, Bugatti ha elevado esta línea hasta la mitad de la puerta, otorgando a los diseñadores de la marca la capacidad de integrar un trabajo aerodinámico más complejo de mitad hacia abajo.
La agresiva aerodinámica es más prominente en la parte delantera, donde domina una parrilla con forma de herradura más ancha. El morro está más cerca del suelo y es difícil distinguir dónde están los faros principales, los cuales se emplazan 35 mm por debajo de las nuevas luces diurnas que se extienden hacia las aletas delanteras. Donde terminan esas luces se integran unas nuevas rejillas muy al estilo de las que lleva en las aletas delanteras el Porsche 911 GT3 RS.
Por su parte, el techo incorpora un nuevo conducto NACA bastante ancho pero poco profundo, dividido por una línea central en color azul que recuerda a la línea de soldadura que definió muchos modelos históricos de Bugatti, como el Type 57S Atlantic. La fibra de carbono se ha pintado con un tinte azul en este ejemplar, pero los propietarios podrán especificar su propia combinación de colores… e incluso dejarla sin pintar.
El diseño trasero adopta un enfoque similar al Chiron, con un diseño destinado a disipar el calor producido por el tren motriz. La mayor diferencia de diseño es el reemplazo de la luz de freno que cubre el ancho completo del Chiron (fresada a partir de una sola pieza gigante de aluminio) por una nueva malla impresa en 3D en la que las luces traseras parecen “sangrar”, según cuenta la marca (el efecto es similar al de la parte posterior del Aston Martin Vulcan).
El tema aerodinámico en la parte trasera del Divo también es menos sutil que en el Chiron, ya que el alerón no se puede ocultar por completo e integrar en la propia carrocería. Aquí lo que tenemos es uno completamente nuevo que aumenta en un 23% su anchura, lo que contribuye a aumentar en 90 kg la carga aerodinámica que es capaz de producir el Divo respecto del Chiron. El peso total se ha reducido en 35 kg en comparación, aunque con una cifra declarada de 1.995 kg, este Divo no es precisamente un peso ligero.
Debajo de esa nueva carrocería de fibra de carbono se encuentra el mismo propulsor 8.0 W16 con cuatro turbocompresores asociado a una caja de cambios automática de doble embrague construida por Ricardo y que transmite toda la fuerza a las cuatro ruedas. La potencia máxima es de 1.500 CV a 6.700 rpm, con 1.600 Nm de par disponibles entre 2.000 y 6.000 rpm. Bugatti declara un paso de 0 a 100 km/h en tan solo 2,4 segundos y una velocidad máxima limitada a 380 km/h, ya que este modelo carece del modo ‘velocidad máxima’ que tiene el Chiron y que aumenta esa cifra hasta los 420 km/h.
En el interior es donde encontramos mayores similitudes con el que emplea el Chiron. Hay un uso más extendido de la fibra de carbono con acabado satinado, así como un oscurecimiento de la piezas de aluminio.
Aunque muchos Divo pasarán a formar parte de colecciones privadas en las que permanecerán como mero objeto de exposición, las 40 unidades se homologarán para poder rodar por carretera. ¿El precio? La marca francesa lo ha ‘valorado’ en unos 5 millones de euros.
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