Como ya comentamos en esta anterior entrada, la diferencia de tecnología entre los sistemas híbridos del Nissan X-Trail e-Power y el Toyota RAV4 220H es grande, y eso se nota al hablar de los consumos.


Mientras que el Nissan apuesta por utilizar un motor de gasolina como mero generador de electricidad para que sea el motor eléctrico quien mueve las ruedas (o los dos motores eléctricos, en el caso de la versión de tracción total), en el Toyota se combinan el motor térmico y el eléctrico (o, los dos eléctricos, en el caso de las versiones de tracción total) en función de las necesidades para desplazar al vehículo.
Emplear siempre los motores eléctricos hace que el Nissan X-Trail se defienda bien en ciudad cuando hablamos de consumos, donde consigue moverse en unos niveles de consumo muy similares a los del Toyota RAV4. Cuanto más se circule por tráfico urbano o en atascos, mejor para ambos sistemas, que en esas condiciones pueden arrojar consumos de incluso 5-5,5 L/100 km sin grandes esfuerzos, sobre todo en el Toyota.
Ahora bien, en carretera, las diferencias ya son mayores y se sitúan a favor del Toyota, que tiene un consumo siempre inferior. Por ejemplo en el Toyota lo normal es moverse en unos 6 L/100 km combinando carretera y ciudad, y en este tipo de trayectos vemos que el consumo del Nissan ya empieza a ser un poco más elevado. Tampoco mucho, con diferencias de menos de 0,5 L/100 km.


Sin embargo, cuanto más nos alejamos de la ciudad y más deprisa vayamos, o cuantos más puertos tengamos que subir, mejor para el Toyota, un modelo que se sitúa en medias de unos 6,5-7 L/100 km en esas circunstancias, y que se puede acercar a los 7,5 L/100 km en caso de las versiones de tracción total. En el X-Trail, en cambio, en ese mismo tipo de trayectos el consumo se sitúa en torno a 0,5 L/100 km reales más de media comparado con el Toyota, incluso un poco más en las versiones de tracción total.
Tiene su parte de lógica: si estamos acostumbrados a ver cómo la eficiencia de un coche 100% eléctrico va decayendo cuanto más circulamos por carretera, un terreno donde el motor de combustión sigue siendo relativamente eficiente, debería ser normal que en carretera se consuma menos combinando ambos motores que utilizando sólo el modo eléctrico.
