¿Te pueden estafar al repostar? Así funcionan los surtidores de la gasolinera

Álvaro Sauras
Álvaro Sauras

Con la cantidad de litros de combustible que venden a diario, es fundamental poder confiar en la exactitud de los surtidores. Asistimos a la verificación de los surtidores de una gasolinera para aprender cómo funcionan y ver cómo se comprueba que todo está como es debido.

1. El escándalo del 98 y la necesidad de contar con un sistema de verificación metrológica

En enero de 1998, la Organización de Consumidores y Usuarios destapó el escándalo del Grupo Villanueva. Aquella estafa se perpetró mediante la alteración del sistema de medida de los surtidores de las casi cincuenta gasolineras del que, por aquel entonces, era el mayor grupo empresarial de estaciones de servicio de España, a la cabeza del cual se encontraba Francisco Javier Villanueva.

Para que sirvieran gasolina de menos, en los surtidores del Grupo Villanueva se recurría tanto a alteraciones electrónicas –mediante un cableado que se llevaba hasta el propio surtidor– como informáticas -modificando el propio programa que convierte las medidas del caudalímetro en litros y euros-.

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Aquel escándalo, que se saldó con 35 acusados declarados culpables y condenados a penas de prisión de entre 15 y 21 meses y una multa de más de 2 millones de euros, sirvió para subrayar la importancia de los dos mecanismos que tiene la administración para comprobar que las estaciones de servicio no engañan a sus clientes: las verificaciones periódicas por parte de entidades autorizadas y el denominado sistema de muestras ciegas, consistente en visitas por sorpresa y de incógnito a las gasolineras.

2. Lo que exige la Ley: una verificación cada año

Para evitar manipulaciones y detectar cualquier avería, existen unos protocolos de inspección recogidos en una ITC -Instrucción Técnica Complementaria- publicada por el Ministerio de Industria y que deben ser seguidos a rajatabla. Todos los surtidores deben ser verificados anualmente por una entidad que a su vez esté homologada por ENAC -Entidad Nacional de Acreditación- para realizar esas inspecciones -en Madrid, y gran parte de España, suele tratarse de CLM… aunque no es la única-. Tras una reparación, también hay que verificar el surtidor.

Durante la verificación se comprueba el estado de todos los precintos y otra serie de cosas, así como la cantidad de combustible que proporciona el dispensador, cuyo error no puede superar bajo ningún concepto el 0,5% en volumen -equivalente a medio litro por cada 100 litros-. Estas verificaciones se planifican con las gasolineras y son abonadas por estas -es como pasar la ITV de un coche- pero, además, las Comunidades Autónomas contratan a las entidades de verificación para que realicen controles sorpresa.

3. Cómo es un surtidor y cómo se mide la cantidad de gasolina

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El surtidor consta de cuatro componentes. Primero, está la bomba de combustible. Puede estar incorporada en el propio surtidor o, como en el caso del de la foto superior, no estar presente porque está sumergida en el tanque de combustible. En cualquier caso, cuenta con un separador de aire y un filtro.

Después, está el medidor volumétrico (1), que es un mecanismo con cilindros, pistones y un cigüeñal que convierte el paso del combustible en giro mecánico. Ese giro mecánico se transmite al generador de impulsos (2), que convierte el movimiento en una señal electrónica proporcional a la cantidad de combustible que pasa. Esa señal se envía mediante un cable que no puede ser manipulado a la ‘placa’ (3) del surtidor; un pequeño ordenador encargado de convertir la señal del generador de impulsos en litros, así como de calcular el importe en función del precio que fija la gasolinera. Además, comienza a ser frecuente que los surtidores de gasolina incorporen un sistema que succiona los vapores durante el repostaje.

surtidor1
surtidor2
surtidor3

4. Así así se verifica, tanto volumétrica como técnicamente

La cantidad de combustible que sirve el surtidor se verifica en tres situaciones diferentes empleando una serie de vasijas calibradas como las de la fotografía superior. Primero, se comprueba la cantidad mínima para la que está homologado el surtidor -suele ser 2 o 5 litros-; para esta prueba, la tolerancia es del 1% en volumen.

Después, se realizan otras dos pruebas. La primera, sirviendo gasolina al máximo caudal que ofrece el surtidor durante al menos un minuto. En la práctica, esta prueba suele suponer servir 40 litros, aunque depende del surtidor, porque los hay capaces de servir hasta 130 litros por minuto -los emplean los camiones-.Y la segunda, a ‘caudal reducido’, entendiendo por esto un caudal inferior a la mitad del caudal máximo del equipo. En ambas pruebas, la tolerancia es del 0,5% en volumen.

verificacion

La verificación técnica

Consiste en comprobar la documentación del surtidor y, sobre todo, que todos los precintos están intactos. Por dentro, el surtidor lleva precintos en los tres elementos principales que mostramos en la página anterior: el medidor de caudal, el generador de impulsos y la placa informática. La bomba no se precinta, ya que sólo interviene en la velocidad a la que mana el combustible, pero no participa en la medida de la cantidad servida.

verificacion tecnica

5. Comprueba tú mismo que todo está en orden

Igual que ocurre con las ITV de los coches, todos los surtidores tienen que lucir una pegatina como la de la fotografía inferior, en la que se identifique claramente:

  • a) La entidad de verificación que ha realizado la última inspección -en este caso, CLM-.

  • b) La fecha en la que se realizó la última verificación -12/07/2018-.

  • c) El número de serie de la etiqueta en cuestión -229435-.

  • d) Cuándo debe realizarse la siguiente inspección -normalmente, un año después de la anterior, aunque podría ser menos si el surtidor ha sido reparado-.

comprobacion

Por otra parte, si el surtidor ha tenido algún problema y se ha realizado una reparación, el técnico coloca una pegatina roja, y el surtidor queda inutilizable hasta que acuda un verificador, realice la verificación volumétrica y vuelva a precintar el aparato.

6. El matraz, último recurso para la tranquilidad del cliente

Todas las estaciones de servicio están obligadas a disponer de un matraz ‘aforado’ -es decir, calibrado y dotado de una escala útil en la que realizar una medida-, que debe estar a disposición de cualquier cliente que sospeche que una estación de servicio está haciendo trampa. La capacidad de este matraz es de 10 litros. En la escala del cuello está marcado el nivel de los 10 litros y el error en tanto por ciento. Tras verter 10 litros medidos por el surtidor, el nivel en el matraz debe quedar entre las marcas de -0,5% y +0,5%.

matraz de gasolinera

Preguntas con respuesta

¿Qué pasa si un surtidor no aprueba la verificación?

Que tiene que ser precintado, y no se puede utilizar hasta que sea reparado y se vuelva a verificar. Tampoco se puede usar sin verificar si, debido a una avería, ha sido reparado. En caso de incumplimiento, la multa oscila entre los 5.000 y 90.000 euros.

¿Cómo salió nuestra prueba?

Realizamos la verificación usando el surtidor del producto menos vendido -Gasolina 98- que, en principio, debería ser el más propenso a dar error. La prueba de cantidad mínima se saldó con un –0,8%, mientras que las de caudal máximo y reducido registraron un -0,3%.

¿Cuál es la precisión de fábrica de los surtidores?

En general, fabricantes como Petrotec, Thoten, Elaflex, Tokheim o la española Medición y Transporte declaran que la precisión de sus surtidores es del 0,2%.

¿Es legal ajustarlos para que sirvan gasolina de menos?

No. La Ley dice que los servicios de mantenimiento deben dejar el surtidor ajustado al 0,0% de error. Ajustar el surtidor para servir gasolina de menos pero dentro del margen legal de error es ilegal. Según CLM, la media de error de los surtidores que inspecciona se sitúa en el 0%… y sólo 50 de cada 10.000 tienen que ser precintados por medir mal.

¿Por qué existe una cantidad mínima de servicio?

Porque el equipo de medida se adapta a la velocidad a la que la bomba le envía el combustible, que puede sufrir variaciones. De forma que el surtidor va ajustando la cantidad de combustible mostrada para adaptarse a los cambios de caudal. Si la cantidad es muy pequeña, no puede realizar esa adaptación y la medida sería errónea.

¿Qué ocurre con el combustible de la manguera?

Lo primero que se hace al verificar es comprobar que el surtidor no marca ni cuando se estira por completo la manguera, ni cuando se coloca el boquerel boca abajo. Esto garantiza que la manguera está llena, y que sólo nos cobran lo que sale por el boquerel.

Para la elaboración de esta información hemos recurrido a dos expertos: Javier Méndez –Director del Centro de Laboratorios y Servicios Industriales de Madrid– y Antonio de la Torre –Técnico del Centro de Laboratorios y Servicios Industriales de Madrid–.