Los coches más exóticos del sultan de Brunéi

El máximo mandatario de Brunéi fue, durante muchos años, el hombre más rico del mundo gracias al petróleo. Y además, tanto el como su familia han sido grandes aficionados a los coches; de ahí que llegaran a juntar la que, posiblemente, fuese la mayor colección privada del mundo, con multitud de superdeportivos y auténticas rarezas.


Brunéi es un pequeño país ubicado en la isla de Borneo, situada entre Asia y Oceanía. Desde 1984, Hassanal Bolkiah es su soberano absoluto, tras lograr la independencia del Reino Unido. Por aquel entonces, la lista de Forbes ya le consideraba el hombre más rico del mundo, un puesto que mantuvo durante más de una década y que obtuvo gracias a la crisis del petróleo de 1973. Con ella salieron a relucir todas sus excentricidades y las de su familia, en especial en lo referente a los coches; muchas fuentes indican que llegó a tener más de 5.000 guardados en su mansión. Aunque los continuos derroches –y especialmente la de su hermano, el príncipe Jefri Bolkiah– le pasaron factura en la crisis financiera que sacudió Asia en 1997, perdiendo gran parte de su poder adquisitivo y viéndose obligado a vender una buena parte de su flota. Lamentable, muchos de los vehículos estaban en un lamentable estado por la falta de uso y mantenimiento, o carecía de documentación.

En su colección llegó a haber más de 500 Mercedes-Benz, 600 Rolls-Royce, 450 Ferrari y cerca de 400 Bentley, por citar las marcas más ‘comerciales’. Pero también poseía coches mucho más exclusivos, algunos creados ex profeso por carroceros, en especial Pininfarina. Casi siempre solía adquirir al menos 10 unidades de cada modelo, ya que le gustaba tener uno de cada color. Aunque la excelsa colección también incluía auténticas rarezas, coches que es casi imposible ver en la calle o en una exposición. Aquí os mostramos seis ejemplos muy particulares de su flota.

Ferrari 456 Venice

Efectivamente, se trata de un carrocería familiar con cinco puertas creada por Pininfarina sobre la base del Ferrari 456. Fue un encargo directo del príncipe Jefri y se construyeron siete unidades, de las cuales el sultanato adquirió seis. Pero no vino solo: además se realizó una versión sedán y otra descapotable, de los cuales también adquirieron varios. Como curiosidad, todos tienen el volante a la derecha, otra norma habitual en los coches del sultán.

Aston Martin One-77

De este vehículo se construyeron únicamente 77 unidades, de los cuales el sultán compró diez; cada unidad estaba valorada en aproximadamente un millón de euros. El Aston Martin One-77 cuenta con un chasis fabricado en fibra de carbono, la carrocería es de aluminio y emplea un motor V12 de 7,3 litros con 760 CV.

McLaren F1

El príncipe Jefri encargó entre 8 y 10 McLaren F1, uno de los mejores superdeportivos de la historia del que solo se ensamblaron 100 unidades. Está dotado con un motor V12 de origen BMW que le permite superar los 380 km/h, que en 1994 le situaban como el modelo de producción en serie más rápido del mundo.

Jaguar XJ 220 by Pininfarina

El modelo británico ostentó durante un tiempo el récord del modelo de serie más rápido del mundo, que fue superado, precisamente, por el McLaren F1. A los miembros del sultanato de Brunéi no les pareció suficiente, y encargaron al carrocero Pininfarina una versión con un diseño retocado un menor peso. Que se sepa, solo se construyó esa unidad, y no hay certeza de que aún pertenezca a la colección.

Mercedes-Benz CLK-GTR

De este modelo destinado a la competición se construyeron únicamente 26 matriculables. Y solo dos de ellas tenían el volante a la derecha, un coupé y un descapotable. Cómo no, fueron un encargo del sultán de Brunéi. El CLK-GTR llegó a figurar en el Libro Guinness de los Récords como el coche de producción más caro, con un precio superior al millón y medio de dólares. Las dos unidades del sultán salieron a subasta en 2008.

Porsche Carma

Algunas fuentes dicen que el sultán compró la única unidad fabricada del Porsche Carma, un ejercicio de diseño creado por unos estudiantes franceses, que jamás llego a ver la luz. Aunque puede tener algo de leyenda urbana, es posible que acabase siendo uno más de los coches que jamás fueron utilizados por la familia de Brunéi.

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