Mercedes Clase B Electric Drive: primera prueba

Mercedes estrena la versión eléctrica del Clase B; un monovolumen compacto de 180 CV cuyas baterías y grupo propulsor están firmados por la norteamericana Tesla.


La versión eléctrica del monovolumen compacto de tracción delantera de Mercedes, el Clase B, adopta la ya tradicional denominación Electric Drive y ofrece dos cifras de record -relativo-: con permiso de su hermano mayor, el Tesla Model S -un vehículo no muy comparable, ya que ofrece más del doble de potencia- puede presumir de ser el modelo eléctrico más potente del mercado, con 180 CV de potencia. Además, con 28 kWh de capacidad, su batería también es la mayor del mercado -si, de nuevo, no tenemos en cuenta la del Model S, que puede llegar a amasar hasta casi cuatro veces más capacidad-.
Y las referencias al popular -ya casi icónico- coche eléctrico fabricado por la empresa de Elon Musk en el estado norteamericano de California no son gratuitas: tanto la batería como el sistema propulsor del Clase B están firmados por Tesla… y de hecho, la batería es similar a las que emplea Tesla –está basada en las celdas cilíndricas Panasonic 18650A que emplean los Model S– y al igual que el en Model S, el motor incorpora adosada toda su electrónica adosada en una «configuración de doble cilindro».

El cargador embarcado también es un componente procedente del Tesla Model S, lo cual permite cargar el Clase B ED a un ritmo de 9,6 kW, que se traduce en una batería completamente cargada en unas tres horas -si se dispone de la wallbox adecuada; en un enchufe convencional se cargará a una intensidad de 12 amperios, equivalentes a 2,6 kW, en unas 10 horas-.

Y como ocurre en el Model S, la tecnología de baterías empleada repercute en un peso relativamente elevado -1.750 kilos, de los cuales 204 son culpa de las pilas-.

Al volante, el coche no oculta su pedigree Tesla, y ofrece unas prestaciones excelentes y entretenidas. Gracias a los 180 CV de potencia, acelera de 0 s 100 km/h en 7,9 segundos y alcanza los 160 km/h de velocidad autolimitada con total seguridad. Y gracias a unas suspensiones cuidadosamente puestas a punto para maquillar los efectos de la masa de las baterías, el Clase B Electric Drive se deja conducir deprisa sin rechistar: los kilos sólo se notan en cambios de dirección rápidos o al trazar curvas muy cerradas -como, por ejemplo, a la hora de abordar glorietas-. Además, siempre resulta muy confortable -sobre todo, si le comparamos con el BMW i3 y el tacto de su suspensión ‘de carreras’-.

La autonomía oficial es de hasta 200 kilómetros. En cuanto a la real, no hemos dispuesto del tiempo necesario para comprobarla. Conducido a ritmo muy vivo y sin ningún respeto por consideraciones de tipo eficiente y ecológico, parece que sería muy difícil quedarse sin baterías en menos de unos 115 kilómetros -y una estimación razonable podría ser 155-165 km-.

Una particularidad del Clase B ED es que se trata del primer coche eléctrico que emplea un radar para gestionar la regeneración de energía: cuando el sensor del sistema Collision Prevention Assist Plus detecta que delante de nosotros no circula nadie, la regeneración se reduce al mínimo para aprovechar al máximo la inercia, mientras que si delante de nosotros rueda otro coche más lento, se selecciona un nivel de regeneración superior, de forma que no nos ‘echemos encima’ del coche precedente. Además, mediante las levas del volante, es posible regular manualmente el grado de regeneración, escogiendo entre tres niveles -alta, normal o nula-.

El Clase B Electric Drive ya se puede encargar, y las primeras entregas see producirán justo antes de navidades. Costará, antes de considerar ayudas de ningún tipo, desde 43.000 euros.

Imágenes del Mercedes Clase B Electric Drive

Mercedes Clase B Electric DriveMercedes Clase B Electric DriveMercedes Clase B Electric Drive
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