Nos guste o no, en España usamos el término anglosajón ‘pick up’ (o bien variaciones como ‘pickup’ o ‘pick-up’ y sus diversos calcos fonéticos) para referirnos a los todoterrenos con caja de carga, en lugar de emplear la palabra ‘camioneta’ (procedente del francés pero más familiar por ser una lengua romance), que se reserva para los vehículos con caja de carga que no están concebidos con arquitectura de todoterreno. Y la culpa de que lo hagamos así ya os anticipo que es de un tal Henry Ford. Os suena, ¿verdad?
Pero antes de hablar del “culpable”, vamos a explicar de dónde viene el término. Y, para ello, lo primero es aclarar que hay un importante trasfondo cultural, ya que los angloparlantes son muy dados a poner nombre a los objetos según la función que cumplen, mientras nosotros usamos con frecuencia las formas de esos objetos para designarlos. En nuestro caso, sirva de ejemplo que, hasta la reforma de 2017, en la Tarjeta ITV los pick ups se registraban como “camión caja abierta”, si bien desde entonces y para adaptarse a la legislación europea tienen su propia categoría, denominada ‘Pick-up’.
¿De dónde viene el término ‘pick up’?
Sí, vale, todo eso está muy bien, pero ¿de dónde viene el “palabro”? ‘Pick up’ es, en realidad, una versión elidida (capada) del sintagma nominal ‘pick up truck’, que podríamos traducir como “camión de recogida” o “camión para recoger”. Y como eso de ‘pick up truck’ es muy largo, la última palabra se cae del sintagma. Es lo que los lingüistas llaman “economía del lenguaje” y lo que todos conocemos como “ley del mínimo esfuerzo”. Si me entienden diciendo “pick up”, ¿por qué voy a tener que decir “pick up truck”?

El primer pick up es este enorme carro motorizado por Gottlieb Daimler, con Wilhelm Maybach como socio, fabricado y comercializado a partir de 1896.
Para encontrar las primeras referencias al término “pick up truck” nos tenemos que remontar al origen del automóvil. Si bien es cierto que Gottlieb Daimler y Wilhelm Maybach ya habían fabricado un rudimentario (y enorme) pick up en 1896, su primer uso se atribuye a la marca Studebaker, en 1913, aunque sería Ford en 1925 quien fabricaría el primer pick up comercial en serie y quien popularizaría el término bautizando su Model T con caja de carga como Ford Model T Runabout with Pickup Body.
¿Cómo era el primer pick up?
Hablamos de un modelo propulsado por un motor de cuatro cilindros que desarrollaba 20 CV. Contaba con dos velocidades hacia delante y marcha atrás, alcanzaba 45 mph (algo más de 70 km/h) y tenía una caja de carga pequeña pero práctica y de refinado diseño, fabricada en metal y dotada de soportes que permitían montar extensiones de madera. También se ofrecían versiones de chasis-cabina que los carroceros podían modificar a su antojo, si bien la opción del pickup body (la carrocería pick up, que puedes ver en la foto que abre este reportaje) era más demandada, ya que costaba únicamente 25 dólares más que la carrocería berlina del Ford Model T convencional.
En realidad, la carrocería pick up “oficial” llegó justo al final de la vida del Model T, que llevaba en producción desde 1908 y sería reemplazado por el Model A en 1927. No obstante, su popularidad en apenas dos años fue notable, y cuando le llegó el reemplazo ya se habían vendido 135.000 unidades del Ford Model T with Pickup Body.

Obviamente, Henry Ford no tenía ni idea de que había creado un icono que daría nombre al segmento del mercado del automóvil más popular de EE.UU., si bien hizo todo lo necesario para que el término ‘pick up’ se convirtiera en un genérico que trascendería su modelo, algo en lo que los anuncios en prensa con el nombre del vehículo tuvieron bastante que ver.
En España usamos ‘pick up’ en lugar de ‘camioneta’. ¿Por qué?
Así que parece fácil entender que la popularidad de Ford, que en los años 20 del pasado siglo vendía la mitad de los coches que se fabricaban en EE.UU., prendiera la mecha que ha hecho que hoy todo el mundo anglosajón hable de pick ups, pero ¿por qué en España este término ha acabado por desbancar al más cercano ‘camioneta’?
En primer lugar, hay que recordar que Ford fabricó sus Model T en España. Lo hizo primero en Cádiz, en 1920, desde donde los vehículos allí ensamblados no solo se vendían en nuestro mercado, sino que se distribuían a varios países de Europa, y más tarde (desde 1923) en Barcelona.
Pero, para ser justos, el término ‘pick up’ no cuaja inicialmente en nuestro acervo lingüístico, y basta examinar la publicidad de las camionetas fabricadas en Linares (Jaén) por Santana con Licencia Land Rover para comprobar que en ninguna de ellas aparece nada parecido a ‘pick up’. Lo mismo ocurre con los Jeep fabricados por Viasa en Zaragoza, que se comercializarán con nombres como Campeador (para el pick up de cabina sencilla sobre el motor, equivalente a los americanos Jeep Forward Control), Dúplex (para el mismo modelo con cabina doble) y Jeep Gladiador en el caso del modelo equivalente al norteamericano Jeep Gladiator SJ.

Dicho esto, lo cierto es que el término ‘pick up’ sí se hará popular en España en los años 60 y 70, cuando comienza a usarse asiduamente por los más jóvenes para referirse a los tocadiscos portátiles “de maleta” que hacían las veces de los actuales altavoces bluetooth. Y ya sabemos que es la juventud la que, con más frecuencia, introduce neologismos y barbarismos en el lenguaje.
Una vez que el término es familiar, es mucho más fácil adoptarlo, aunque sea con otro significado, y a finales de los años 80 será cuando definitivamente la palabra de origen francés ‘camioneta’ deje paso al término norteamericano ‘pick up’ para generalizarse con la llegada a la península de unos automóviles cuya fisonomía era netamente más atractiva que la de un sencillo vehículo industrial con caja de carga abierta.


Ni en la publicidad española de los Jeep Campeador, Dúplex y Gladiador ni en la norteamericana de los Jeep Forward Control encontramos referencias al término ‘pick up’.
La quinta generación del Toyota Hilux será el primer modelo de estas características que se introduzca, tímidamente, en España de forma oficial. Poco a poco, estos híbridos entre camioneta y todoterreno van ampliando su cuota mercado en nuestro país hasta conseguir, en 2007, rozar las 17.000 unidades anuales vendidas en la que fue la época dorada de estos modelos en España.
¿Cómo llaman a los pick ups en otros lugares?
Obviamente, aunque el término ‘pick up’ es prácticamente universal, en otros países estos vehículos reciben diferentes denominaciones. En el mundo angloparlante, Australia y Nueva Zelanda se desmarcan empleando el término ‘Ute’ como abreviatura de ‘utility’, especialmente para referirse a pick ups derivados de turismos, pero también a la hora de hablar de los modelos todoterreno. En Sudáfrica prefieren adoptar el diminutivo ‘bakkie’ del afrikáans ‘bak’ (cuenco o contenedor), en lugar de emplear la terminología inglesa, mientras que los hebreos utilizan frecuentemente ‘tender’, si bien su Academia de la Lengua optó por crear un nombre puramente hebreo, ‘matanit’, sin mucho éxito.
Nuestra Real Academia Española también se encuentra lejos de la sintonía de los hablantes, y a través de su Fundéu y su Diccionario Panhispánico de Dudas propone el empleo del calco fonético ‘picop’, con género masculino o femenino indistintamente, para que no haya peleas. La RAE argumenta que ‘picop’ se emplea ya en países como Guatemala y México, si bien en este último país es más habitual hablar de ‘troca’ para referirse a los pick ups sin usar una expresión derivada del inglés.

Por su parte, en Canadá es frecuente que se imponga la voz francesa ‘camionette’, cuya derivada ‘camioneta’ tiene su peso en los países de habla hispana, y lo mismo ocurre en Turquía, donde usan ‘kamyonet’, así como ‘coupe kamyonet’ para referirse a los ute. Rumanía, Serbia y Croacia emplean también palabras nacidas a partir de la voz francesa.
Igualmente deriva del francés el término ‘kat fois quat’ usado en el Magreb, un calco fonético algo burdo de ‘4×4’ (quatre fois quatre, en francés). Si nos vamos al África Negra, en países como Somalia es habitual usar la palabra ‘technikal’, mientras que en el Golfo Pérsico se emplea comúnmente otro calco fonético, esta vez del inglés: ‘wanit’ o ‘wnit’, ya que el pick up 18 de Aramco era el encargado de llevar la comida a los trabajadores saudíes en el desierto, quienes al verlo llegar exclamaban, a su manera ‘one eight’.
Obviamente, los calcos fonéticos de ‘pick up’ son abundantes en diversas lenguas. En Portugal es habitual la palabra ‘picape’. Los finlandeses emplean ‘pikappi’, mientras los lituanos usan ‘pikapas’, y los letones ‘pikaps’. En indonesia emplean ‘mobil pikap’, donde ‘mobil’ se refiere a ‘camioneta’.
Para finalizar, nos quedamos con la terminología empleada por otro pueblo cuyos sustantivos son, casi siempre, eminentemente descriptivos: el pueblo cheyene. Los hablantes de la nación cheyene emplean la voz ‘móvôhtó’hestôtse’ para referirse a los pick ups, un término que se traduce, sencillamente, como “cosa para el transporte”.
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