Porsche detiene la venta de coches diésel por la normativa de emisiones WLTP

El último gran quebradero de cabeza para la industria de la automoción tiene nombre propio: normativa de emisiones WLTP. La preocupación de la Unión Europea por conseguir vehículos más limpios y respetuosos con el medio ambiente ha hecho que las pruebas de homologación de emisiones a la que se someten todos los vehículos nuevos -antes conocida como NEDC (New European Driving Circle)- pasen a ser exámenes muchos más complejos y adaptados a la realidad. Este nuevo ciclo de homologación responde a las siglas WLTP (Worldwide harmonized Light vehicles Test Procedures), algo así como procedimientos de prueba de vehículos ligeros armonizados en todo el mundo.
El cambio más importante del nuevo protocolo de emisiones WLTP será la duración de las pruebas y la severidad de las mismas. Además, aunque las condiciones de estas pruebas aún no son reales, sí son mucho más realistas que las que se realizan con el anterior NEDC. Debido a todas estas mejoras, el procedimiento de ensayo WLTP proporcionará una base mucho más realista para calcular el consumo de combustible de un vehículo y las emisiones de CO2.
La nueva normativa de emisiones WLTP entrará en vigor el próximo 1 de septiembre y esto ha provocado que muchos fabricantes trabajen contra el reloj para evitar las sanciones derivadas de este nuevo proceso de homologación. Sin embargo, hay algunos como Porsche que prefieren prevenir a pesar de que la marca alemana está montando en sus modelos el nuevo filtro de partículas que reducen las emisiones del motor. Sin embargo, esto no parece ser suficiente y Porsche ha decidido que, aunque se van a entregar todos los coches que están terminados o se terminarán de ensamblar durante el mes de agosto y que estaban pedidos, no venderá más vehículos diésel nuevos a partir del 1 de septiembre.
Emisiones un 40% superiores
Según los expertos en esta materia, los coches podrían elevar sus datos reales de emisiones homologadas hasta en un 40% con respecto a la actual normativa NEDC. Además, esta nueva forma de homologación podría provocar que vehículos que hoy estén ligeramente por debajo de los 120 g/km de CO2, y por tanto exentos de Impuesto de Matriculación, dejen de estarlo al ver incrementadas sus cifras en 10 o 15 g/km. Por supuesto, esto afectaría también en España a las nuevas etiquetas medioambientales.