Este mes, comparamos dos modelos tan radicales que no se comercializan así de serie. En el caso del Renault Mégane, se trata de una edición limitada de la que, en principio, sólo hay previstas seis unidades para España. Por su parte, el Seat León ofrece un pack denominado Performance que se instala sobre el Cupra 280.
Por fuera
Los diferenciarás por sus llantas de 19″ -rojas en el Renault Mégane RS Trophy y en negras o naranjas en el León- y, en el Renault, por las pegatinas; el Seat se conforma con detalles menos llamativos como los retrovisores negros. Los dos llevan unos frenos Brembo con pinzas rojas.
Por bolsillo
Hay un Renault Mégane RS 265 desde 28.730 euros, y un Seat León SC Cupra 265 desde 31.920 euros. Sin embargo, la versión Trophy-R 275 del Mégane de esta prueba sale por 42.200 euros, mientras que un León SC Cupra 280 Performance Pack sale por 35.347 euros -6.853 euros menos-.
En marcha
Ambos cuentan con un motor 2.0 Turbo, pero su respuesta es muy diferente. Pese a que los dos tardan 5,8 seg. en el 0 a 100 km/h, el León se muestra más contundente y progresivo: comienza a empujar con mucha fuerza a menos de 2.000 rpm y se mantiene igual de pletórico hasta superar las 6.000 rpm. El Mégane obliga a trabajar más con el cambio -que es un poquito menos preciso que el del Seat; ambos llevan uno manual de seis marchas- para mantenerlo entre las 3.500 y 5.500 rpm, que es donde rinde mejor.
Por sonido, el Renault cuenta con un escape Akrapovic que, incluso, petardea al cambiar de marcha. El sonido del León es también muy sugerente, pero es más de motor que del escape.
Por comportamiento, ambos cuentan con unos semislick Michelin Sport Cup 2 que ofrecen un agarre impresionante sobre todo en caliente; eso sí, es difícil que superen los 10.000 km -y los 5.000 km si se realiza una conducción muy exigente-. La gran diferencia está en la suspensión. El Mégane monta unos amortiguadores de competición Öhlins que permiten modificar su dureza de forma manual -no es fácil; se hace con una llave de tipo allen y regulando sobre el propio amortiguador-; tiene 20 posiciones de reglaje en el eje delantero y 30 en el trasero. Los muelles Allevard también son de competición, y modifican la altura hasta en 8 mm. Con todo, el comportamiento del Renault varía completamente en función de los reglajes; por ej., cuanto más se ablande la suspensión delantera y más dureza tenga la trasera, o más subamos la presión de estos neumáticos, mayor tendencia a deslizar de atrás tendrá. Esto hace que pueda ser más deportivo que el León -que lleva una eficaz suspensión adaptativa-, pero también más delicado de conducir. El Seat siempre se muestra neutro y es muy ágil, pero también más sencillo de llevar deprisa. Eso sí, transmite la sensación de competición de la radical suspensión del Mégane. Los dos emplean un eficaz diferencial autoblocante* para asegurar una motricidad excelente.
Así son por dentro
El interior más espectacular: El interior del RS cuenta con detalles que le diferencian de un Mégane normal, como las costuras rojas, el volante y el freno de mano en piel vuelta, el cuentavueltas en blanco, el velocímetro analógico… Lo más destacable es la ausencia de asientos traseros para reducir peso y la presencia de unos baquets que sujetan mejor que los del León… a cambio de ser menos cómodos.
Destaca por calidad y ergonomía: El interior del Performance no se diferencia del de un Cupra normal. La postura al volante es muy buena -como en el Mégane- y la calidad está ligeramente por encima del Renault. Obtiene una mejor nota por facilidad de manejo de los mandos. Tiene cinco plazas y ofrece un maletero de 380 l; en el Mégane, toda la parte trasera es maletero, pero no hay nada que cubra la carga -sólo una red para separarla-.
La gama del Seat León
La versión más deportiva del León se ofrece con dos niveles de potencia -265 y 280 CV-, dos cajas de cambio -manual o automática DSG de seis marchas, por 2.040 euros más- y con carrocería de tres puertas -denominada SC, de cinco -por 350 euros más- y, también con la familiar, conocida como ST -por unos 1.100 euros más que el SC-. El Performance Pack sólo se puede incluir sobre la versión de 280 CV, con cambio manual o DSG.
La gama el Renault Mégane
El Mégane RS -siglas de Renault Sport- sólo se comercializa con la carrocería coupé de tres puertas y con cambio manual de seis marchas. El básico se denomina RS; el Trophy, además de 10 CV más de potencia, añade chasis Cup -con suspensión más firme-, diferencial autoblocante, llantas de 19″, frenos Brembo y neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2. El R, por su parte, es el más radical y el único con dos plazas.
Así son sus detalles más llamativos
Renault Mégane RS Trophy-R
De carreras: De serie, el Trophy-R cuenta con estos baquets Recaro de cuero y que sólo ofrecen reglaje longitudinal. En mercados como el inglés, también lleva arneses en vez de cinturones.
A dieta: Para ahorrar peso, este Mégane prescinde de plazas traseras. En su lugar, hay una gran red para sujetar objetos y una barra que refuerza la rigidez del chasis y va fijada a los anclajes de los amortiguadores traseros.
De serie: El Trophy-R cuenta con el RS Monitor: un sistema que, ubicado en la pantalla, multimedia que hay sobre la consola, ofrece datos telemétricos sobre nuestra conducción, comportamiento del coche, tiempos por vuelta…
Seat León Cupra Performance P.
¡Cómo frenan! Como el Mégane, este León cuenta con un sistema de frenos Brembo que logran unas distancias de frenada muy cortas y que, además, ofrecen una elevadísima resistencia a la fatiga, incluso en circuito.
¿Cómo lo ves? De serie, el Cupra lleva faros led para todas sus funciones. Su resultado es bueno -aunque, en largas, unos de xenón alumbran más- y mejor que los faros halógenos del Mégane -no ofrece xenón o led ni en opción-.
A tu gusto: El Cupra ofrece cuatro modos de conducción -Confort, Sport, Cupra e Indi-vidual-. Varía el sonido del motor y la respuesta del acelerador, la dureza de suspensión y dirección, el diferencial y el climatizador.
Equipamiento de serie
Los dos… Seis airbags -conductor, pasajero y laterales delanteros y de cortina-, ESP, ABS, dirección asistida, retrovisores eléctricos, climatizador bizona, llantas de aleación de 19″, frenos Brembo, elevalunas eléctricos, cierre centralizado, diferencial autoblocante, ordenador de a bordo, control de velocidad, control de presión de neumáticos, sensor de luz y de lluvia, radio CD con Mp3, conexión USB y Bluetooth…
Qué añade el Renault
De serie: Suspensión regulable Öhlins, baquets Recaro, red en lugar de plazas traseras y en el maletero, barra de refuerzo de suspensión trasera, RS Monitor, sensor de párking trasero, volante y pomo del cambio forrado en piel vuelta, tarjeta manos libres… Opciones: No tiene.
Qué añade el seat
De serie: Suspensión adaptativa DCC, faros de leds, conexión automática de luz de carretera, Cupra Drive Profile -selección de modos de funcionamiento-… Opciones: Pintura metalizada (520 euros), tapicería de cuero (1.829 euros), techo panorámico (883 euros), navegador (desde 416 euros), alarma (312 euros), asientos de tipo baquet calefactados (1.268 euros), radio digital (208 euros), equipo de audio Seat Sound System (260 euros), pack Safety (incluye aviso de cinturón y detector de fatiga; 135 euros)…
Si no te convencen…
Volkswagen Scirocco R: Cuenta con el motor del León y una carrocería de tipo coupé como el Mégane. Como el Seat, también puede llevar suspensión adaptativa -por 1.000e-, pero no ofrece ningún pack para mejorar sus prestaciones o hacer que su comportamiento sea más efectivo en circuito. Destaca por acabados, por motor y por su facilidad de conducción. Tiene cuatro plazas y 312 l de maletero. Cuesta 38.870 euros.
Veredicto de la comparativa
El Seat León no es tan radical como el Mégane y prescinde de cosas tan rácing como una suspensión de competición, pero gracias a su motor y a su chasis, es tan bueno como el Renault… por mucho menos dinero. Además, es más utilizable a diario. Eso sí, si quieres un GTI para rodar en circuito, el RS y sus posibilidades de reglaje te harán más feliz.