Operación salida: Consejos para que tu viaje no sea una pesadilla

1.- Utiliza correctamente el aire acondicionado
Aunque haya mucho calor en el ambiente, es más eficaz que conectes el aire acondicionado una vez que el coche ya se ha aireado, por lo que siempre es buena idea dejar abiertas las puertas del coche unos minutos antes de subirse o, una vez en marcha, dejar las ventanas abiertas durante unos kilómetros para que se renueva el aire del interior del vehículo.
Una vez conectado, los expertos recomiendan que establezcas una temperatura de entre 21º y 23º para evitar resfriados. A este respecto, y por muy tentador que pueda resultar, nunca orientes las salidas de aire directamente hacia ti, ya que los bruscos cambios de temperatura pueden ocasionarte un catarro.
Como el aire frío pesa más que el caliente, lo más recomendable es orientar las toberas de aireación hacia el techo del coche: el aire caliente, que pesa menos, subirá y favorecerá la recirculación del aire y la refrigeración del habitáculo. ¿Lo peor que puedes hacer? Orientar la salida de aire frío hacia el suelo, ya que el aire frío nunca subirá y la refrigeración del habitáculo llevará mucho más tiempo.
2.- Aparca el coche a la sombra

Es de Perogrullo, pero algunos estudios señalan que, a una temperatura ambiente de 35º, el interior de un vehículo puede alcanzar hasta los 55º. Por eso, y en verano, trata de aparcar siempre tu coche a la sombra… y no olvides colocar un parasol reflectante; a la venta en tiendas del automóvil y grandes superficies desde 8 ó 10 euros.
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3.- Combate la fatiga
Seguro que has escuchado la recomendación de Tráfico de que, en viajes largos, realices una pequeña parada cada 200 km o cada dos horas. Es muy aconsejable que, además, aproveches esa parada para hidratarte y realizar algunos estiramientos para estimular la circulación de la sangre y evitar la somnolencia y la pérdida de atención.
Pero el estudio ‘Eurobarómetro de la Fatiga al Volante’, que el RACE y la Asociación de Bebidas Refrescantes (ANFABRA) presentaron en 2019, en base a 3.400 encuestas sobre hábitos y cansancio al volante a conductores de 15 países, indicaba que el 56 % de los españoles no seguía habitualmente esta recomendación.
Además, aunque los expertos recomiendan dormir un mínimo de 7 horas antes de un viaje y hacerlo relajado, hasta un 7 % de los españoles reconocía que se había puesto al volante justo después de salir de trabajar. Según este estudio, hasta la mitad de los conductores europeos reconocía haber sufrido episodios de fatiga al volante durante viajes largos, lo que supone pérdida de la atención y, lo peor, un aumento de hasta el 86 % del tiempo de reacción ante un obstáculo.
Los síntomas de la fatiga más habituales son: la necesidad de moverse en el asiento, pérdida de concentración, calambres musculares o dolor de espalda, picor de ojos, lentitud en la toma de decisiones y, por supuesto, algunos más extremos como somnolencia o incluso visión borrosa.
4.- Evita conducir en las horas más calurosas
En verano, evita las horas más calurosas del día para hacer un largo viaje e intenta realizarlo durante las madrugadas, las mañanas o al atardecer. Y es que conducir con un exceso de calor dentro del vehículo aumenta hasta el 20 % el riesgo de sufrir un accidente.
La DGT aconseja que la temperatura interior del vehículo oscile entre los 20º y los 23º ya que una temperatura más elevada puede provocar somnolencia y falta de atención: así, por encima de 23º, un conductor no verá el 3 % de las señales y, por encima de 35º de temperatura ambiente, presentará síntomas similares a una tasa de alcoholemia de 0,5 miligramos.