Desde hace aproximadamente una década, los SUV o crossover, vehículos con una estética de todoterreno pero que destacan mucho más por su funcionalidad y modularidad que por sus capacidades fuera del asfalto -de hecho, la gran mayoría de ellos no están pensados para salir de la carretera-, han ido ganando cada vez más popularidad.
Prácticamente no existen en el mercado fabricantes de automóviles que no tengan uno de estos modelos en su gama.
Y es que la demanda de la que gozan es altísima, como demuestran, además de las diferentes estrategias de las marcas, las cuales pueblan su oferta con nuevos SUV, los datos del mercado: uno de cada tres vehículos vendidos durante el pasado mes de julio en el viejo continente era un crossover.
Concretamente, la cuota de mercado de estos coches llegó al 29,4% en Europa, dato que supone el crecimiento en 3,9 puntos porcentuales. En total se han vendido en Europa 350.161 SUV en el mes de julio, un 18,3% más si comparamos la cifra con las unidades matriculadas durante el mismo período del año pasado.
Entre los crossover que tienen más aceptación entre los usuarios se encuentran los que pertenecen a los segmentos B-SUV y C-SUV; es decir, los urbanos y los compactos. En esa categoría se encuentran modelos como el Toyota C-HR, el Mini Countryman, el Opel Crossland X o el Audi Q2, todos con una muy buena aceptación tras su reciente aparición en el mercado.
Por su parte, el segundo segmento por volumen de ventas es el de los compactos, con el Volkswagen Golf como coche más vendido en julio -38.604 unidades-. Mientras tanto, los vehículos de lujo experimentaron un crecimiento del 13%, si bien continúan como el segmento con menos matriculaciones, con un 0,3% del total.