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Stellantis se agarra a su nueva gama para remontar su annus horribilis 2024 en Europa

La compañía sufrió en 2024 un desplome del 70% en su beneficio neto y una caída del 17% en ingresos. El retraso en los lanzamientos y la crisis en mercados clave lastraron las cuentas. Ahora, Stellantis apuesta por una batería de modelos compactos y SUV para recuperar la rentabilidad.

Stellantis se enfrenta a su momento más crítico desde la fusión de PSA y FCA. La compañía, que hasta hace poco presumía de márgenes récord y crecimiento sostenido, cerró 2024 con un retroceso inesperado: su margen operativo cayó del 12,8% al 5,5%, el beneficio neto se desplomó un 70% y los ingresos cayeron un 17%. En Europa, uno de sus mercados más estratégicos y dependientes, las ventas bajaron un 8,5% y la facturación se redujo un 11%, golpeando duramente sus resultados globales.

Las causas de este declive son múltiples. La «brecha inusual en la producción», como la calificó Doug Ostermann, director financiero de Stellantis, dejó fuera de juego a modelos clave como el Fiat 500 con motor de combustión y el nuevo Citroën C3 -problemas de software-. Además, el retraso en la llegada de la nueva plataforma Smart Car paralizó las ventas de vehículos del segmento B, como el Opel Frontera y el Fiat Grande Panda. Resultado de falta de producto nuevo y de falta de competitividad con gama existente: pérdida de cuota de mercado en Europa, que cayó al 15,5% desde el 18% de enero de 2023.

Citroën C3 Aircross 2024

Sin embargo, Stellantis no se resigna a la crisis. En 2025, la compañía confía en recuperar terreno con una ofensiva de nuevos modelos que incluyen el Citroën C3 Aircross, el Fiat Grande Panda y el Opel/Vauxhall Frontera, todos con opciones híbridas y eléctricas. Además, nueva generación del SUV compacto Citroën C5 Aircross, construido sobre la plataforma STLA Medium, que jugará un papel crucial en uno de los segmentos más rentables del mercado.

Otro movimiento clave será el lanzamiento del nuevo buque insignia de DS, el No. 8, y la esperada renovación del Jeep Compass. La apuesta de Stellantis también pasa por el refuerzo de su presencia en el mercado eléctrico, con la incorporación de la marca china Leapmotor. Aunque en enero solo vendió 837 unidades en Europa, la llegada de modelos como el SUV mediano C10 podría darle un nuevo impulso.

El reto es claro: la compañía necesita volver a un crecimiento rentable. «Necesitamos tomar decisiones más rápidas y centrarnos en lo que los clientes realmente quieren», reconoció John Elkann, presidente del grupo. Además, Stellantis tendrá que encontrar un nuevo CEO que lidere la recuperación. Elkann confirmó que la elección se hará en este semestre y que hay varios candidatos, tanto internos como externos.

El segundo semestre de 2025 será clave para medir el impacto de esta nueva estrategia. Aunque el arranque del año ha sido flojo, la empresa confía en que la llegada de nuevos modelos y una mayor autonomía de las regiones impulsen las ventas y devuelvan la estabilidad a sus cuentas. «2025 es el año en el que debemos explotar nuestro potencial», sentenció Elkann. Ahora solo falta ver si la apuesta por una gama renovada es suficiente para sacar a Stellantis del bache.

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