En febrero de 2021 se cumplen 75 años del nacimiento de Pegaso, pero esta marca con ADN español sigue muy presente en nuestro país. Ahora su propietaria, Iveco, cuenta en su ADN con la experiencia, el saber hacer, la innovación y la búsqueda continua del trabajo bien hecho que fueron las señas de identidad de Pegaso. Y para celebrar una fecha tan señalada, la compañía ha dotado al nuevo IVECO S-WAY del espíritu de esta legendaria marca.
Así las cosas, el IVECO S-WAY cabina AS, que podrá lucir la icónica imagen de Pegaso con un completo kit de personalización que incluye vinilos para la carrocería, placas con el logo conmemorativo del 75 aniversario para el exterior y el salpicadero, un salva-cinturón bordado y un pack de productos conmemorativos.
Luca Sra, Director de Operaciones Unidad de Negocio de Camiones IVECO (COO.), ha destacado que: «Este año marca un hito importante en la historia de IVECO, que nos brinda la oportunidad de recordar y celebrar el impresionante legado de innovación, logros revolucionarios y espíritu pionero de la legendaria marca Pegaso. Su enfoque visionario, visión de futuro para el diseño de vehículos, y su pasión por la excelencia viven en nuestro equipo y en los vehículos IVECO que recorren las carreteras de todo el mundo».
Repasamos la historia de Pegaso, a través de 10 hitos clave
Hablar de Pegaso es hacerlo de una de las marcas que ayudó a la industrialización de España, a través de sus vehículos con una personalidad, unas prestaciones y una robustez que siguen siendo recordados. A continuación repasamos 10 vehículos históricos clave para la marca española.
La leyenda del caballo alado
La Empresa Nacional de Autocamiones (ENASA) nació en 1946 y creó en 1947 la histórica marca española Pegaso, tomando el nombre del caballo de la mitología griega símbolo de potencia y ligereza. Utilizar el nombre del primer caballo que estuvo entre los Dioses -Pegaso era el caballo del Dios Zeus-, fue idea del genial ingeniero español Wifredo Ricart, que bocetó un icónico caballo volador más rápido que el de Ferrari, imagen que fue puliéndose hasta llegar al diseño final del escultor Gabino Amaya en 1956.
El mítico «mofletes» de Barcelona, herencia de Hispano Suiza
Hasta la creación de la fábrica de Madrid, ENASA producía en Barcelona, en las instalaciones y proyectos adquiridos de Hispano Suiza, la única superviviente de toda la industria nacional del automóvil tras la Guerra Civil española. De allí salieron el Pegaso I y el Pegaso II, ya con motor diésel Z-202 -las anteriores versiones de gasolina no destacaron por su robustez-, que heredaban la moderna cabina chata del Hispano-Suiza 66-D.
Este diseño tan peculiar les dio el sobrenombre de «mofletes» e hizo que durante muchos años a cualquier camión con la cabina adelantada se le llamara «de tipo Pegaso». Sus prestaciones eran de récord para la época: contó con una potencia inicial de 125 CV, que posteriormente aumentó a 140, y su peso máximo autorizado, con remolque, era de 26.500 kilos; y era capaz de subir pendientes de hasta el 14%. Y todo ello, con un bajo consumo, gracias a la inyección directa de Bosch.
Ambos llevaban el volante a la derecha para mejorar la visibilidad de la cuneta, ya que los camiones tenían prohibido adelantar. En 1951 nace la primera cabeza tractora de la marca. En esa época nacen también el primer autocar monocasco de la marca y los autobuses con motor delantero diésel.
Increíble pero cierto: un camión eléctrico en 1952
En 1952 se crea un prototipo eléctrico del Pegaso II, denominado Pegaso Z-601. Su paquete de acumuladores eléctricos (de 48 elementos de plomo y 600 Ah), garantizaba 900 usos y se cargaba en solo cinco horas, proporcionando una autonomía de 75 kilómetros.
Muchas de las frases de sus folletos promocionales valdrían hoy en día: «Gran aceleración con un gasto de energía equilibrado», «ausencia de gasto en las paradas», «no produce ruidos ni olores», «averías escasísimas y poco importantes», «gastos totales entre un 30 y un 50% inferiores a los de un gasolina», «menores impuestos y mayor duración de los neumáticos»€ Este modelo no llegó a la producción, pero sirvió de base técnica para el desarrollo de trolebuses.
No solo camiones: también existieron coches y aviones Pegaso
Pegaso también construyó algunos de los coches más avanzados y rápidos de su época. Diversos factores externos hicieron que solo se fabricaran 86 unidades de los Z -102 y Z-103 entre 1951 y 1957, convertidas en piezas de extremado valor para los coleccionistas y conocidas popularmente como «el Ferrari español». Pero todo el trabajo de formación de personal, diseño, ingeniería, mecánica y fabricación ayudó a elevar el nivel de calidad y tecnología de los vehículos industriales de Pegaso.
Pegaso también mantuvo un departamento de aviación durante los primeros años de su andadura, y siguió fabricando los motores de origen Hispano-Suiza 12Z de 12 cilindros y 1.300 CV de potencia.
La fábrica de Pegaso Madrid, desde 1955 hasta hoy
Desde la misma creación de ENASA se inició el proyecto de la gran fábrica de Madrid, cuya primera fase de construcción se completó en 1955. Un año antes, se celebró en las naves vacías una gran exposición con toda la gama de vehículos Pegaso, con coches, camiones, autobuses y trolebuses. Esta planta sigue produciendo camiones IVECO y ha experimentado una constante evolución hasta convertirse en una de las más avanzadas del mundo.
Fue la primera fábrica de CNH Industrial que consiguió el nivel Oro del programa World Class Manufacturing (WCM), en 2017. Actualmente alberga líneas de producción y un centro de I + D para los vehículos pesados de la marca. La producción total de Pegaso en Madrid, desde 1946 hasta 1990, alcanzó la cifra de 405.000 unidades. En 2008, ya con el nombre IVECO Pegaso, se llegó al millón de unidades producidas.
El primer camión Pegaso al 100%: el Z-207 de 1955
El motor diésel desarrollado a partir del bloque Hispano-Suiza 66 fue todo un éxito. Esta tecnología tenía muchas posibilidades y Pegaso comenzó a desarrollar un nuevo motor V6 diésel, más pequeño, moderno y eficiente, que sería el corazón de un camión completamente nuevo y diseñado desde cero. Esta mecánica, obra del ingeniero Español Wilfredo Ricart, incorporaba soluciones nunca vistas hasta la fecha en un motor diésel: inyección directa, empleo de aluminio en la fabricación del motor, un eje contrarrotatorio bajo el cigüeñal -hacía su funcionamiento mucho más suave que el de cualquier otro camión diésel- o dos culatas intercambiables, una por cada bancada de cilindros.
Gracias a ello, el Z-207 tenía un peso máximo autorizado de 11.000 kilos y alcanzaba más de 90 km/h. También fue un camión muy avanzado en materia de suspensiones. De hecho, incorporó una suspensión delantera independiente, formada por dobles trapecios superpuestos, con muelles helicoidales y amortiguadores, que llevaron el confort de marcha a niveles desconocidos hasta el momento en un vehículo industrial. Se vendieron 4.412 unidades de este modelo.
Pegaso Comet: un nuevo concepto de camión
Aunque el Z-207 puede considerarse un auténtico prodigio técnico, en 1960 se decide reemplazarlo por un modelo menos sofisticado, más sencillo de fabricar y con un mantenimiento más sencillo. Su relevo fue toda una leyenda: el Pegaso Comet. Este modelo presentaba dos grandes ventajas: ya estaba probado a nivel mundial y era más económico de fabricar. Su presentación fue espectacular: 180 Pegaso Comet salieron juntos de la fábrica con destino a los concesionarios en toda España.
Hoy día todavía es un modelo recordado por sus grandes capacidades, por su destacada fiabilidad y, sobre todo, por su seguridad. Y es que, el Comet fue uno de los primeros camiones en incorporar un sistema de frenado eléctrico que, gracias a un electroimán conectado a la barra cardan de la transmisión, era capaz de utilizar la fuerza magnética para frenar el giro de la transmisión. Algo que ayudó y mucho a los conductores, en una época en la que los frenos de los camiones a duras penas aguantaban bajar cargados un puerto de montaña..
Después llegaría la nueva gama 1080 con el diseño de «cabina cuadrada» (1972), que supuso un gran salto tecnológico. En su configuración de chasis cuatro ejes podía llegar hasta las 36 toneladas de peso total y con el motor 12 litros de Pegaso de 352 CV era el camión más potente de Europa. El Troner, presentado en el Salón Internacional del Automóvil de Barcelona de 1987, fue el último modelo de la marca.
Comerciales ligeros: antesala del IVECO Daily
En 1957 Pegaso toma el control de la empresa vallisoletana SAVA, que fabricaba una gama de vehículos comerciales ligeros y medianos. Desde 1990 se comenzó a producir el modelo Daily en estas instalaciones. A lo largo de los siguientes años, la Planta crecería constantemente y adquiriría renombre internacional.
Hoy en día es pionera en la industria 4.0, ha recibido el Nivel Oro en World Class Manufacturing y produce el vehículo comercial ligero Daily en su versión chasis cabina, así como la versión Hi-Matic, con cambio automático de 8 velocidades. Además, se encarga de la fabricación de cabinas en chapa y pintura que suministra a la planta de IVECO en Madrid.
SOLO 500: el primer concept truck de Europa
Pegaso causó un gran impacto en el Salón de Barcelona de 1989 con el SOLO 500, primer concept truck de la industria europea, que. Este camión anticipó muchas de las tecnologías de las que comienzan a popularizarse hoy en día, como el GPS, cámaras de retrovisión, radar de cercanía, apertura con tarjeta, cámaras que sustituían a las retrovisores…
Únicamente se fabricaron dos prototipos del SOLO 500, de los cuales solo se conserva uno y está en Galicia: pertenece al futuro Museo de la Automoción de la Fundación Jorge Jove. Fue el último desarrollo de Pegaso, un año antes de pasar a formar parte de IVECO.
¿Un par de curiosidades? Su motor turbodiésel de 500 CV incorporaba novedades, como materiales cerámicos en su construcción. Y además, este Pegaso llegó a hacer de Pace Truck en las carreras de camiones de El Jarama.
Pegaso en competición
Pegaso es una de las pocas marcas que puede presumir de haber participado con sus coches en el GP de Mónaco (1952), las 24 Horas de Le Mans (1953) y la Carrera Panamericana (1954). En 1953 un Pegaso Z-102 STC/2.8 de 250 CV se convirtió en el automóvil de producción más rápido del mundo, alcanzando 243 km/h.
Pegaso también se hizo un hueco en la competición de camiones, compitiendo en el Campeonato Europeo de Camiones de 1989 y 1990. Las 4 victorias conseguidas en el Circuito del Jarama en 1990, dieron lugar a la fabricación de una serie especial TRONER Jarama. También participó en varias ocasiones en el Rally París-Dakar, sobre la base de versiones militares.
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