Durante más de seis décadas, los vehículos Ferrari han sido la referencia en el sector, gracias a su estrecha relación con el mundo de la competición y también a su rendimiento e innovación. Pero en el futuro próximo sus automóviles se construirán sobre una plataforma modular más flexible con el objetivo de hacer frente a distintas disposiciones del motor. Ésta será enteramente de aluminio para aligerar peso y podrá soportar configuraciones muy dispares en cuanto a propulsor, suspensión y módulos electrónicos. De hecho, el Grupo Volkswagen también planea hacer lo propio con Porsche.
La nueva plataforma se estrenará en el sucesor del Ferrari California actual, esperado para 2017. El siguiente será el renovado Dino, mientras que le seguirán las próximas generaciones de 488 GTB, FF y F12 Berlinetta. Aun con todo, se descartó la fibra de carbono –utilizada por McLaren– debido a que es más rígida, además de conllevar mayores costes de producción y mantenimiento.
Por otra parte, la firma del Cavallino Rampante continuará con sus esfuerzos por mejorar el ´downsizing´ para conseguir el desafío de mantener sus prestaciones con unos propulsores que bajen el consumo y las emisiones. Por ello, junto al Dino se espera un V6, y los nuevos FF y 488 GTB renunciarán a su actual V12 por un V8 compartido. Sin embargo, no será el fin de los V12, sino que éstos llegarán asociados a tecnología híbrida enchufable, capaces de funcionar eléctricamente a bajas velocidades y emitir únicamente 220 g/km de CO2 –ya existe un prototipo así del LaFerrari-.