El ataque de terroristas del grupo palestino Hamás a los asistentes a un festival en Israel el pasado sábado ha provocado, además de un importantísimo aumento de la tensión política en la zona (Israel ha atacado con dureza las posiciones de Hamás en la franja de Gaza) un incremento del precio del petróleo, que subió un 5% a raíz de los atentados y que podría repercutir de inmediato en el precio de la gasolina y del resto de carburantes.
2023 será recordado, entre otras muchas cuestiones, por un incremento del precio del crudo. ¿La culpa? En buena parte, de las medidas de presión para incrementar el precio del petróleo de la OPEP+, que hace semanas ya recordó que mantendrá durante el próximo 2024 la reducción en la extracción de crudo que ya indicó que mantendría para todo 2023 y que lleva a cabo desde octubre de 2022…

Poco después, Rusia y Arabia Saudí (dos miembros de la OPEP+) anunciaban, hace unas semanas y de forma independiente a la OPEP+, nuevas restricciones a la extracción del crudo hasta finales de año. En concreto, Arabia Saudí ha dejado de extraer 1 millón de barriles Brent de petróleo (el referente en el mercado mundial) al día, mientras que el país gobernado por Vladimir Putin ha restringido su nivel actual de producción en 300.000 barriles diarios.
Todo lo anterior hizo que, en la tercera semana de septiembre, el precio del barril Brent llegara a situarse en torno a los 95 dólares, una cantidad que había bajado hasta situarse en torno a los 84 dólares… el pasado viernes. Y que había hecho que el precio de la gasolina en España incluso bajara ligeramente (hasta el 1,73 euros/L) tras acumular hasta 12 semanas de subidas consecutivas
¿Qué puede pasar con el precio de la gasolina? La clave… es Irán
El problema para los usuarios es que el precio de la gasolina y de otros carburantes está íntimamente ligado al del petróleo. Y este, subió radicalmente tras el ataque de Hamás. De hecho, si el pasado viernes el precio del barril Brent rondaba los 84 dólares, el lunes por la mañana, en cuanto abrieron los mercados se disparó cerca de un 5% hasta los 88,95 dólares, aunque hoy ya ha descendido y se sitúa por debajo de los 88 dólares.

Aún así, muchos analistas señalan que el problema con el precio del petróleo (y, con él, el precio de la gasolina) no tiene que ver con la inestabilidad en Israel que, al fin y al cabo, produce una relativa baja cantidad de crudo. El problema puede venir por… Irán.
Irán, miembro de la OPEP, es hoy día (y más con las restricciones de exportación de petróleo debido a la invasión de Ucrania), uno de los mayores exportadores de petróleo del planeta: se calcula que cuenta con el 10% de las reservas de petróleo del planeta y actualmente extrae más de 3 millones de barriles diarios.
Pero, ¿cuál es la conexión de Irán con la tensión en Israel? Pues que el grupo terrorista Hamás cuenta con el beneplácito del régimen político islamista de Irán, cuyo presidente, Ebrahim Raisi, lo habría incluso apoyado abiertamente, según indica la BBC. Otros medios, como The Wall Street Jounal, van más allá y sostienen que el régimen iraní inclusó ayudó a organizar el atentado.
Esta circunstancia podría suponer dos consecuencias que incrementarían de inmediato el precio del petróleo y, con él, el precio de la gasolina. La primera es que la Administración Biden, debido a su tradicional amistado con Israel y en respuesta al ataque de Hamás, podría endurecer las actuales sanciones económicas que yapesan sobre Irán. Y la otra, que fuera la propia Israel la que ampliara su respuesta armada hacia el régimen iraní que, no hay que olvidar, cuenta (cómo Israel) con armas nucleares.

Expertos en geopolítica alerta de que, en cualquiera de los casos, Irán podría responder anunciando una rebaja en la extracción de petróleo (a la que se podrían sumar sus socios de la OPEP) o, incluso, llegando a bloquear militarmente el estrecho de Ormuz, un paso entre el Golfo de Omán y el Golfo Pérsico con el que tiene frontera… y por el que se calcula circula casi el 20 % del petróleo del mundo y aproximadamente el 35 % comercializado a través del mar.
Sin embargo, y a la espera de acontecimientos, por ahora los expertos en energía no creen que el precio del petróleo y el precio de la gasolina vayan a dispararse: “La preocupación de los inversores sobre una potencial escalada del conflicto que incluyese a Irán es la que ha provocado este movimiento en los precios”, indica el banco suizo UBS, según ha recogido el diario El País. Y si ese escenario no se produce, “la disrupción de precios [del petróleo] será mínima” indica el banco británico Barclays.
