Porsche 911 Speedster: primera prueba

Porsche despide a la séptima generación del 911 con un nuevo Speedster que combina un diseño específico con los elementos necesarios para incrementar la dosis de emoción al volante y la exclusividad propia de una serie limitada a 1.948 unidades.
Casi diez años después del lanzamiento del último Porsche 911 Speedster, el 997, la saga Speedster continúa con el Porsche 911 Speedster de la serie 991. Hace meses que la octava generación del Porsche 911 llegó a los concesionarios, de hecho, ya hemos probado la variante Coupé en el circuito de Cheste, Valencia, y el 911 Cabriolet en Grecia, sin embargo, la séptima generacón del ‘nueveonce’ todavía no había dicho su última palabra y ahora se despide por todo lo alto con el Speedster.
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La primera vez que vimos este modelo fue en el Salón del Automóvil de Nueva York de 2018; en ese momento, Porsche no se pronunció sobre la posibilidad de llevar este Concept a la cadena de producción, pero unos meses después confirmó que se fabricaría en forma de edición limitada y que el modelo de producción sería prácticamente idéntico al del Speedster mostrado en la cita americana.
En ese momento supimos que solo se producirían 1.948 unidades y hemos tenido que esperar hasta el Salón de Ginebra de este año para conocer el aspecto definitivo del último miembro de la saga Speedster, así como todas sus características y su precio, que asciende a 308.743 euros en España –si estás pensando en comprar uno llegas tarde, todas las unidades ya están vendidas–. Unos meses más tarde, por fin nos hemos puesto al volante de este supercar que nace bajo la misma filosofía que el Porsche 356 1.500 Speedster de 1954 –en este artículo te contamos toda la historia de los Porsche Speedster–.
Porsche 911 Speedster: así es por fuera
Para la primera toma de contacto con el Porsche 991 Speedster, Porsche nos ha llevado hasta la isla de Cerdeña, en Italia. Nada más bajar del avión nos esperan varias unidades en diferentes colores, incluido un Heritage Design que, debido a su diseño especial y al interior vestido de negro, cognac y dorado, cuesta 24.679 euros más. Todos se distinguen del resto de 911 por la doble joroba situada donde normalmente se encuentran las plazas traseras, las llantas de aleación ligera forjadas de 20″ con fijación central, el parabrisas recortado y más inclinado, la menor altura de la carrocería con respecto al suelo –25 mm menos– y el anagrama Speedster de la parte trasera.
Como en todos los Speedster anteriores, la capota es de lona y se acciona manualmente para esconderla debajo de la doble joroba. El proceso de apertura y cierre es muy sencillo y requiere menos de 30 segundos, pero obliga a bajarse del coche; es el precio a pagar por continuar con la tradición iniciada por el 356 Speedster y, sobre todo, por ahorrar el peso del mecanismo electrohidráulico que pliega y despliega el techo textil en los 911 Cabriolet.
Porsche 911 Speedster: así es por dentro
Aunque cuesta más de 300.000 euros, el nuevo 911 Speedster no tiene un equipamiento muy completo, al menos en materia de confort, puesto que, además de prescindir de la capota de accionamiento automático, renuncia al climatizador automático –solo tiene ventilación sin aire acondicionado–, al sistema de infoentretenimiento PCM con pantalla táctil central de 7″, radio, navegador y altavoces, así como a los tiradores convencionales de las puertas, que dejan paso a unos de tela heredados de los Porsche más especiales, como el GT3 o el GT2 RS.
Por lo demás, el puesto de conducción es idéntico al de los demás 911 991, si bien los asientos son de tipo baquet y cuentan con una estructura trasera de fibra de carbono, aunque no permiten ajustar la posición del respaldo ni la altura de la banqueta. Por su parte, el panel de instrumentos deja claro que estamos ante un modelo muy exclusivo a través de la inscripción Speedster y la misma combinación de colores negro y verde que empleó el Speedster de los años 50. Para disipar cualquier duda, una placa metálica situada entre el respaldo de los dos asientos incluye el número de serie de cada unidad y el logotipo del 70 aniversario de Porsche.
Porsche ofrece la posibilidad de personalizar varios componentes del interior, como el color de los cinturones de seguridad o las molduras decorativas del salpicadero, que también pueden ser de fibra de carbono, como el capó –pesa 2,4 kg menos que el del GT3– o la cubierta trasera con las dos jorobas integradas que, fuera de la competición, es el componente más grande que ha fabricado Porsche íntegramente en plástico reforzado con fibra de carbono.
Gracias a ello, el 911 Speedster detiene la báscula en unos razonables 1.465 kg –23 kg menos que un 911 GT3–, si bien esta cifra puede incrementarse si el cliente añade al equipamiento de serie la radio o el climatizador, eso sí, sin coste adicional.
Porsche 911 Speedster: así va
Bajo la carrocería se esconde el mismo chasis del 911 GT3, por lo que podríamos decir que, en esencia, el nuevo Porsche 911 Speedster es un GT3 descapotable. Ambos modelos también tienen en común el motor boxer atmosférico 4.0 de seis cilindros, aunque Porsche lo ha adaptado para cumplir con la última normativa de emisiones europea e incrementar su potencia hasta los 510 CV a 8.400 rpm, mientras que el par máximo es de 470 Nm.
Después de esta revisión, el propulsor boxer incluye mejoras como los inyectores de alta presión con un esquema optimizado para esparcir el combustible, así como un sistema de admisión modificado con válvulas de acelerador individuales que logra una respuesta más inmediata a la presión del pedal. Por su parte, el sistema de escape de acero inoxidable es completamente nuevo; pesa 10 kg menos que el del GT3, suena a gloria y esconde dos filtros de partículas que se encargan de reducir las emisiones de CO2.
El bloque de aspiración natural colocado por detrás del eje trasero va ligado a una caja de cambios manual de seis velocidades y a la tracción trasera. Cada vez es más complicado que un supercar tenga tres pedales y lo cierto es que el cambio automático PDK de Porsche es exquisito y funciona de forma impecable, pero la experiencia al volante cambia radicalmente con un cambio manual, sobre todo si es tan bueno como el de este Speedster.
La palanca de cambios tiene unos recorridos cortos y un tacto metálico inmejorable que anima a quitar y poner marchas constantemente, sobre todo cuando está activada la función auto-blip que hace el punta-tacón de forma automática; la potencia máxima llega a las 8.400 revoluciones, pero el motor es capaz de girar hasta las 9.000 vueltas y, gracias al cambio manual se puede apurar cada marcha para rozar la zona roja del cuentavueltas y deleitarse con la melodía que emana de las salidas de escape; con semejante sonido no se echa de menos en ningún momento el sistema multimedia y la cosa mejora con la capota plegada, cuando la música producida por el propulsor atmosférico se escucha en todo su esplendor.
El 911 Speedster incorpora todos los elementos necesarios para que su comportamiento sea ejemplar, tanto dentro, como fuera de la pista. Incluye el eje trasero direccional, soportes de motor dinámicos, autoblocante mecánico, el Porsche Torque Vectoring –PTV–, el Porsche Stability Management –PSM– y el sistema Porsche Active Suspension Management –PASM–, es decir, la suspensión adaptativa con ajuste deportivo de la amortiguación que permite seleccionar entre dos reglajes, uno más suave con un tarado menos firme y el modo deportivo de mayor dureza.
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En marcha, todos estos componentes se alían con los controles electrónicos para hacer del 911 Speedster uno de los modelos más divertidos del mercado. Existen alternativas más rápidas –acelera de 0 a 100 km/h en 4 segundos y alcanza una velocidad máxima de 310 km/h–, sin ir más lejos el nuevo Porsche 911 Carrera 4S Cabrio, pero es difícil encontrar un coche que transmita tantas sensaciones y sea tan eficaz. A diferencia de los hypercar que parecen ordenadores con ruedas, el 911 Speedster es un deportivo a la vieja usanza que te conecta con el asfalto y te hace sentir una parte más de su mecánica.
Por encima de las 4.500 rpm se desata todo su potencial y responde a las órdenes del acelerador de forma inmediata. Por su parte, el sistema de frenos carbocerámicos Porsche Ceramic Composite Brake –PCCB– perforados y con ventilación interna tiene un tacto sencillamente perfecto y, una vez alcanzada la temperatura ideal, gana efectividad sin mostrar atisbos de desfallecer en ningún momento. La dirección a las cuatro ruedas ayuda a trazar cualquier curva como si de un coche de Scalextric se tratara y, gracias a los controles electrónicos y a los efectivos neumáticos Michelin Pilot SportCup 2 en medida 245/35 R20 delante y 305/30 R20 detrás, perder la motricidad es prácticamente imposible, siempre y cuando se mantengan activadas las ayudas electrónicas.
Ficha técnica: Porsche 911 Speedster 991
Motor | 6 cilindros bóxer, 3.996 cc |
Potencia máx. | 510 CV (375 kW) a 8.400 rpm |
Par máximo | 470 Nm a 6.250 rpm |
Cambio | Manual de seis velocidades |
Tracción | A las ruedas traseras |
Suspensión | Adaptativa controlada electrónicamente |
Dimensiones | 4.562 / 1.978 / 1.250 mm |
Peso | 1.465 kg |
Neumáticos | Delante 245/35 ZR20, detrás 305/30 ZR20 |
Velocidad máx. | 310 km/h |
0-100 km/h | 4,0 s |
Consumo combinado (NEDC) | 13,8 L/100 km |