Un Renault ‘4 Latas’ adelanta por la derecha a un Dacia Duster en la nieve de Filomena

Conocido popularmente como R4, 4L o Cuatro Latas, este clásico demuestra que su eficacia sobre nieve es superior a la de un SUV moderno, como el Dacia Duster.
El Renault 4 es uno de esos coches clásicos conocidos por todos, especialmente por lo peculiar de su sobrenombre más extendido: Cuatro Latas. Un apodo que provenía de lo fina que era la chapa de su carrocería.
Sin embargo, pese a que ese mote podía sugerir cierta fragilidad, los propietarios de este Renault, fabricado entre 1961 y 1992 -en Valladolid se ensambló entre 1972 y 1989-, siempre han destacado que era un coche tremendamente duro y fiable, capaz de superar el trato duro sin inmutarse y, en algunas unidades, alcanzar los 400.000 kilómetros sin averías graves.
Una fiabilidad que, unida a los más de 8 millones de unidades que se fabricaron, hacen que todavía sea relativamente sencillo cruzarse con estos vehículos. Como se ha podido observar en un vídeo que se ha hecho viral. Y es que, en pleno apogeo de la nevada, este utilitario nacido en los 60, con tracción delantera y motor refrigerado por agua, es capaz de avanzar sobre la nieve.. mientras que un Dacia Duster actual se ve superado con impotencia.
Sobre la nieve, las cosas cambian
Si bien un voluntarioso 4 Latas, de 3,60 metros de longitud, no tendría que hacer nada contra un Duster en el 99% de las ocasiones, dentro o fuera del asfalto, lo cierto es que la nieve parece un escenario hecho a medida para las características de este clásico.
De hecho, una altura libre al suelo de 20 centímetros, unas ruedas de 13″ (mucho más estrechas que las actuales) y un peso que en las versiones que se comercializaron en España oscilaba entre los 635 y los 720 kilos, hacen que su capacidad de sustentación sobre la nieve sea mayor que la de casi cualquier SUV actual… algo que se puede comprobar en el vídeo.
Por otro lado, hemos de decir que, por la forma en la que patinan las ruedas delanteras del Dacia Duster, es evidente que no contaba con un sistema de tracción total, ni neumáticos de invierno, con los que hubiera podido avanzar sin problemas pese a lo resbaladizo del firme. No obstante, en esta ocasión no queda más que rendirse ante la capacidad de tracción de un vehículo que, ante todo, destaca por su tremenda sencillez.