Hace poco más de una semana, coincidiendo con la celebración del Salón Internacional del Automóvil de Ginebra 2017, la firma alemana Audi anunciaba sus planes de lanzar al mercado seis nuevos modelos de la gama RS -la más deportiva de la marca de Ingolstadt, Alemania- antes del año 2018. Sin embargo, algo que no esperábamos era que entre esos coches se encontrase alguno de los SUV de la oferta de Audi. Eso sí, la identidad de el o los SUV que vayan a recibir una preparación que podría competir con la de muchos superdeportivos a la venta actualmente no ha sido revelada.
Así las cosas, el elegido podría ser cualquiera, y aunque mandatarios de la compañía de los cuatro aros han admitido que un RS Q5 tendría sentido, el Q8 Sport Concept, un prototipo de SUV grande revelado al completo en el evento suizo, tiene muchas papeletas para recibir una versión radical RS. Además, Stephan Winkelmann, jefe de Audi Sport, ha afirmado que en estos casos “el diésel nunca será una prioridad”, por lo que si el elegido es el Q5 podría instalar el mismo propulsor V6 de 2.9 litros con el que cuenta el nuevo RS5 Coupé, mientras para un RS Q8 sería más lógico el motor V8 de 4.0 litros encargado de mover al Porsche Cayenne Turbo S o al próximo Lamborghini Urus.
No al ‘Drift Mode’
Asimismo, Stephan Reil, responsable del desarrollo de los coches deportivos de Audi, ha descartado que en un futuro los Audi más radicales cuenten con un modo ‘Drift’, estrenado en el Ford Focus RS y al han copiado marcas como Mercedes-Benz o BMW. Según Reil, “no hay razón alguna para quedarse en un sitio mientras se achicharran los neumáticos traseros. Es más rápido lo que hacemos nosotros; además, el drifting no acaba de encajar con la arquitectura de nuestros coches”.