BMW Serie 5 2017: probamos el 530d xDrive

El nuevo BMW Serie 5 2017 es la séptima generación de uno de los coches más emblemáticos de BMW. ¿Estará a la altura de sus antecesores?


El BMW Serie 5 nació en 1972, lleva seis generaciones entre nosotros y, según BMW, es el modelo en el que piensan el 58% de sus clientes cuando se imagina un coche de la marca. Con esta carta de presentación queda claro que el nuevo BMW Serie 5 2017 no es un coche más; sino uno con el que BMW se su prestigio frente a los poderosos Mercedes Clase E, Audi A6 y Jaguar XF. Y para competir con éxito, BMW ha basado su estrategia en dos grandes pilares: diversión al volante y ´alta tecnología´.

BMW Serie 5 2107: así es por fuera

Con una longitud de 4,94 m de largo, una anchura de 1,87 m y 1,48 m de alto, el nuevo BMW Serie 5 2017 resulta 36 mm más largo, 6 mm más ancho y 2 mm más alto que su antecesor -la batalla también crece 7 mm-. Sin embargo, pese a ser más voluminoso resulta más estilizado, gracias a la línea de techo descendente -su Cx de 0,22 es el récord de la categoría-, la marcada cintura, o un frontal con unos riñones más amplios que, por primera vez, están unidos con unos faros con luces diurnas led. En cuanto a los colores, con 21 tonos y 17 llantas diferentes, será uno de los coches más personalizables del mercado -el negro es el único de serie-.

Por lo demás, el nuevo BMW Serie 5 2017 estará disponible con tres acabados: el Sport Line, que incorpora elementos decorativos negros brillantes, llantas de 18″, asientos deportivos. La terminación Luxury Line, que cuenta con unos riñones y marcos de ventanilla cromados; llantas de 18″ específicas, tapicería de cuero con costuras en contrastes. Por último, el paquete deportivo M -opcional- incluye entradas de aire más amplias, faldones laterales, escapes específicos, etc.

BMW Serie 5 2017BMW Serie 5 2017: así es por dentro

De puertas hacia dentro, el BMW Serie 5 2017 recuerda a un Serie 7 a escala: sencillo, funcional, con una calidad sobresaliente y un salpicadero menos voluminoso que el de su antecesor. Sin embargo, su diseño no resulta tan suntuoso como el del Mercedes Clase E y no será recordado por su originalidad.

Lo que si es digno de mención es su sistema multimedia: se puede manejar desde la pantalla táctil de de 10,25″ -funciona como un i-Pad-, o utilizando el mando giratorio que hay entre los asientos y es el mejor sistema de la categoría de la categoría por una razón: ofrece las mismas funciones que sus rivales, pero es infinitamente más sencillo de manejar. Además, también ofrece las funciones de control gestual del BMW Serie 7.

Detrás, el nuevo BMW Serie 5 ofrece una mayor altura y espacio interior que su antecesor, que ya resultaba bastante amplio. Sin embargo, una vez más la plaza central es la menos cómoda por culpa del túnel de transmisión.

En cuanto al maletero, con 530 litros incrementa su capacidad en 10 litros respecto a su antecesor pero no resulta especialmente regular ni aprovechable. A cambio, puede equipar un sistema que abre el portón al pasar el pie bajo el paragolpes trasero y que funciona realmente bien -en otros modelos hay que realizar varios intentos para que abra-.

BMW Serie 5 2017: así va en marcha

Mientras que el antiguo BMW Serie 5 era más cómodo que deportivo, el 530d xDrive con motor diésel de 6 cilindros y 265 CV tiene un toque mucho más dinámico. A ello contribuyen una reducción del peso en 100 kilos respecto a su antecesor; un reparto de pesos cercano al 50% sobre cada eje y, el hecho de que nuestra unidad cuenta con algunos gadgets opcionales, como una dirección trasera -es el primer BMW con tracción total que lo lleva-. ¿El resultado? Un automóvil cómodo –aunque no tanto como el Mercedes Clase E-, aplomado a alta velocidad y que en zonas reviradas da la sensación de ser mucho más pequeño de lo que realmente es, algo que hace que sea más agradable de conducir que su predecesor y más dinámico que sus competidores.

BMW 530d xDrive Motor

Lo que sí es brillante es el tándem compuesto por el motor 3.0 diésel de seis cilindros en línea y 265 CV y la caja automática de ocho velocidades ZF 8HP. En cuanto al motor, suena y vibra poco y tiene un consumo razonable -7,5 l/100 km-; pero lo mejor son sus prestaciones: de 0 a 100 km/h en 5,4 segundos y alcanza 250 km/h. Sin embargo, lo más interesante es que gracias a sus 650 Nm de par da la sensación de ir sobrado aunque aceleres a fondo en octava marcha desde 80 km/h. Por lo demás, el cambio hace todo bien: cambia rápido, suave y no da tirones al maniobrar. En definitiva, el BMW Serie 5 da importante paso adelante respecto a su antecesor.

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