Hablar del éxito de Citroën es, sin lugar a dudas, hablar del éxito del C4. Sí, porque desde que en 2010 se pusiera a la venta su segunda generación, sus ventas no han hecho más que subir -450.000 en toda Europa-. Pero ahora, con un segmento en el que sus principales rivales –Seat León, Ford Focus, Opel Astra?- no han hecho sino renovarse, las ventas del compacto francés se han estancado –en 2014, ocupó el 5º lugar con 24.191 unidades.
De ahí que para afrontar este 2015, la marca gala haya decidido someterle a una renovación que afecta no sólo a su apariencia –tanto exterior como interior-, sino también a su equipamiento y a sus motores. Es en este último apartado en donde el C4 hace gala de un significativo cambio.
Mecánicamente hay ligeros cambios tanto en los niveles de potencia como en las denominaciones. Así, estará disponible con dos motores de gasolina PureTech, ambos de tres cilindros, con sistema Start&Stop y 1.2 litros de cilindrada que entregan 110 y 130 CV. De serie se asocian al cambio manual de seis marchas, aunque el de 130 CV estará también disponible con la transmisión automática mediante convertidor de par de seis velocidades.

Si optamos por los diesel, el C4 estará disponible con cuatro motorizaciones de cuatro cilindros, 1.6 litros de las cuales tres llevan el apelativo BlueHDi, con potencias de 100, 120 y 150 CV –estas dos últimas con sistema Start&Stop- y una mantiene la denominación e-HDi con una potencia de 115 CV. Las cajas de cambios asociadas serán las manuales de cinco velocidades –para el 100 CV- y de seis, para el resto de la gama, aunque tanto el 115 como el 150 CV podrán asociarse al cambio automático ETG-6 de doble embrague y seis velocidades.
Gracias a estos nuevos grupos propulsores que ya cumplen la normativa Euro 6 de emisiones, el C4 se convierte en uno de los compactos más ahorradores de su segmento. Así, los PureTech ofrecen un consumo combinado de 4,8 l/100 km, mientras que los BlueHDi de 100 y 120 CV consumen 3,6 l/100 km, el 150 CV asciende hasta los 3,8 l/100 km y el e-HDi mantiene los 3,9 l/100 km de antaño.
Lo que no varía en absoluto es su comportamiento dinámico. Durante la prueba realizada por Marsella, pudimos conducir tanto el PureTech 130 como el BlueHDI 120 y, en comparación, con el C4 de 2010, no hay diferencias de comportamiento. Lo que sí comprobamos al comparar ambos motores es una clara variación en lo que a respuesta se refiere.
Mientras que con el de gasolina, que en nuestro caso estaba asociado al cambio automático, logramos un empuje casi instantáneo, con el BlueHDi tendremos que esperar a que la aguja pase de 1.600 rpm para empezar a notar cómo empuja. Además, la respuesta del cambio automático del PureTech es más que notable, aunque peca de lento en los tránsitos de las marcas más cortas, pegando. Lo bueno es que de serie cuenta con unas levas en el volante que nos permitirán cambiar de forma más dinámica si así lo solicitamos. Por su parte, el tacto del manual de seis velocidades sigue siendo suave y rápido.
