Actualmente, existen tantos sistemas de tracción total que una categorización precisa sería muy extensa. No obstante, la mayoría de los modelos del mercado se ciñen a uno de los siguientes:
Tracción total conectable automáticamente
Uno de los dos ejes del vehículo (frecuentemente el delantero) recibe par motor siempre, mientras que el otro se conecta cuando alguna de las ruedas motrices patina. Es el sistema más extendido porque incrementa poco el consumo y las emisiones. Ejemplo: Volkswagen Tiguan.
Tracción total conectable manualmente
El tren trasero recibe todo el par hasta que conectamos el tren delantero mediante un botón o una palanca. Como no hay un diferencial central que permita que el eje delantero y el trasero dibujen una trayectoria diferente, no debe conectarse sobre asfalto. Ejemplo: Ford Ranger.
Tracción total permanente
Las cuatro ruedas reciben par de forma constante. Hay un diferencial central (que puede ser normal o autoblocante) o un embrague interaxial para permitir el reparto de par variable entre los dos ejes y el uso de la tracción total sobre el asfalto. Ejemplo: Subaru XV.
Tracción total permanente con eje delantero desconectable
Cuenta con un diferencial central, que suele ser bloqueable, y permite elegir entre usar la tracción total sobre cualquier superficie o circular solo con el tren trasero motriz. Ejemplo: Jeep Wrangler.
Tracción total conectable eléctrica
En muchos modelos híbridos o PHEV, el eje delantero recibe par del motor térmico (gasolina o diésel), mientras que el trasero se mueve impulsado por el motor eléctrico. El vehículo puede ser, así, de tracción delantera, trasera o total según si se emplea el motor térmico, el eléctrico o ambos a la vez. Es un buen sistema de cara a la eficiencia, pero no muy eficaz fuera del asfalto. Ejemplo: Mitsubishi Outlander PHEV.
Tracción total 100% eléctrica
Los modelos eléctricos de grandes prestaciones cuentan con un motor eléctrico delantero y otro trasero, e incluso con un motor trasero para cada rueda. Esto permite un reparto interaxial del par a la carta. Ejemplo: Mercedes EQC.
Urbanos
Fiat Panda 4×4 1.3 JTD (D)
► 3,69 m ► 95 CV ► 167 km/h ► 4,4 L/100 km ► 225 L
DE 2016, CON 90.000 KM, DESDE 11.500 €
El Panda se vendía en versiones 4×4 y Cross (esta última con un aspecto más campero). Ambas incluían suspensión elevada y una altura al suelo de 16 cm y podían equipar este motor de 95 CV que, aunque poco refinado, gastaba poco(5,3 L/100 km reales). Gracias a sus escasos 1.200 kg, y a su tracción total conectable, puede superar obstáculos bastante complicados. Pero su interior está realizado en plásticos duros y las plazas traseras, aunque de buena altura, ofrecen poca anchura y espacio para las piernas.
La alternativa
SUZUKI IGNIS 1.2 Mild Hybrid (H)
►3,70 m ► 90 CV ►170 km/h ► 5,2 L/100 km
DE 2019 Y CON 3.000 KM, DESDE 15.500 €
Como híbrido es apto para entrar en zonas restringidas, y con una suspensión elevada en 18 cm resulta eficaz en campo. Ofrece 260 litros de maletero, sólo cuatro plazas y declara un consumo de 5,2 litros/100 km, aunque gasta unos 5,6 litros.
Familiares
Skoda Scout 2.0 TDI 4×4 (D)
► 4,68 m ► 150 CV ► 207 km/h ► 4,8 L/100 km ► 610 L
DE 2015/16, 100.000 KM, DESDE 16.800 €
Basado en el Octavia 4×4, esta versión campera ofrece 17,1 cm de altura libre al suelo y tracción total conectable, lo que le hace muy adecuado para caminos rotos o nieve. Su interior es amplio, y aunque sus plásticos no resultan muy vistosos son de calidad y están bien ajustados. Su maletero es enorme y, de serie, cuenta con apertura y cierre eléctrico. En marcha resulta cómodo y fácil de conducir y gasta poco: unos 6,2 litros/100 km reales; a cambio, su motor es algo ruidoso.
La alternativa
SEAT LEÓN X-PERIENCE 4DRIVE 2.0 TDI (D)
► 4,30 m ► 150 CV ► 208 km/h ► 4,8 L/100 km
DE 2015/16 Y CON 110.000 KM, DESDE 14.700 €
El León X-Perience tiene tracción total conectable y 17,2 cm de altura libre al suelo. Mantiene el gran comportamiento del León familiar (y su maletero de 580 litros) y, con este motor, ofrece buenas prestaciones y gasta poco: unos 6,3 litros/100 km.
SUVS
Subaru XV 2.0D (D)
► 4,45 m ► 147 CV ► 198 km/h ► 5,4 L/100 km 380 L
DE 2016/17 100.000 KM, DESDE 17.100 €
A medio camino entre un SUV y un compacto (está basado en el Impreza), el XV es muy versátil (para nieve, pistas, zonas de montaña) gracias a su tracción total permanente y 22 cm de altura libre al suelo. Cuenta con un interior amplio para cuatro adultos, con plásticos sobrios pero muy bien ajustados; y en marcha ofrece una suspensión firme y un tacto adecuado. Su motor diésel es algo ruidoso (y se conocen casos de fallos en la válvula EGR*), pero consume poco: unos 6,2 L/100 km.
La alternativa
NISSAN QASHQAI 1.6 dCi 4×4 (D)
► 4,38 m ► 130 CV ► 190 km/h ► 4,9 L/100 km
DE 2015/16 Y CON 110.000 KM, DESDE 14.700 €
Es uno de los SUV más equilibrados del mercado (más con este motor, con gran respuesta y que, en uso real, gasta unos 6,4 litros/100 km). Cuenta con tracción total conectable, 430 litros de maletero y 18 cm de altura libre al suelo.
Dacia Duster dCi 110 CV (D)
► 4,31 m ► 110 CV ► 168 km/h ► 4,7 L/100 km 431 L
DE 2015, CON 105.000 KM, DESDE 10.300 €
Para tener tracción total conectable en este SUV debías elegir el motor gasolina de 105 CV, o este bloque diésel de mejor respuesta y que no gasta demasiado (unos 6,7 litros/100 km), aunque es ruidoso y vibra. Su habitáculo es amplio y de diseño sencillo, con plásticos duros pero de ajustes correctos. En marcha es fácil de conducir, aunque su suspensión resulta algo blanda y la carrocería se mueve más que la de sus rivales. ¿Su altura al suelo? 21 cm.
La alternativa
SSANGYONG TIVOLI D16T 4×4 (D)
► 4,20 m ► 115 CV ► 175 km/h ► 4,5 L/100 km
DE 2017 Y CON 45.000 KM, DESDE 13.500 €
Se trata de un SUV amplio y cómodo (sin un tacto de conducción muy preciso). Cuenta con un maletero de 423 litros, 16,7 cm de altura libre al suelo (escasa; es apto sólo para pistas) y un sistema de tracción total conectable. Gasta unos 6,0 litros/100 km.
BMW X1 xDrive 118d (D)
► 4,44 m ► 150 CV ► 204 km/h ► 4,7 L/100 km 505 L
DE 2016, CON 78.000 KM, DESDE 21.200 €
La 2ª generación del X1 se ofrecía con tracción total conectable con varios motores gasolina y diésel, siendo este 18d una opción de lo más interesante: es refinado, tiene suficiente potencia en cualquier circunstancia y su consumo real ronda los 6,7 litros/100 km. Además, este xDrive 18d dispone de un habitáculo amplio (con mucho espacio en las plazas traseras) y muy bien realizado, un maletero amplio y un tacto de conducción de los más dinámicos del segmento. Su altura al suelo de 18,3 cm le hace apto para pistas.
La alternativa
AUDI Q3 2.0 TDI QUATTRO (D)
► 4,39 m ► 150 CV ► 204 km/h ► 4,6 L/100 km
DE 2016 Y CON 90.000 KM, DESDE 22.000 €
El mayor rival del X1 cuenta con menos espacio interior y un maletero de 460 litros, pero con un habitáculo más moderno y una suspensión más blanda que lo hace más cómodo. El consumo real de esta versión ronda los 7,0 litros/100 km.
Y si lo quieres híbrido enchufable
Mitsubishi Outlander PHEV (H)
► 4,69 m ► 203 CV ► 170 km/h ► 1,7 L/100 km** ► 498 L
DE 2017, CON 60.000 KM, DESDE 25.500 €
El segundo Outlander híbrido enchufable (2016/2018) cuenta con un motor de gasolina y dos eléctricos, y tracción total. Destaca por su amplio interior (realizado en plásticos sobrios pero bien ajustados) y buen maletero. En marcha resulta cómodo para viajar, y aunque en uso mixto consume unos 5,0 litros/100 km… en autopista, y cuando se agota la batería, gasta unos 9,0 litros. Su batería es de 12 kWh (tarda 5 horas en recargarse en un enchufe convencional; 3,5 h aprox. en un poste doméstico) y con ella este Outlander dispone de una autonomía eléctrica real de aproximadamente 35 km.
La alternativa
MINI COOPER S E COUNTRYMAN ALL4 (H)
DE 2017/18 Y CON 30.000 KM, DESDE 27.000 €
Cuenta con un motor térmico… y otro eléctrico que impulsa el eje trasero, de ahí su tracción total. Dispone de 405 L de maletero. Por su altura libre al suelo (16,5 cm) no es muy apto para pistas complicadas. Eso sí, es más ágil que muchos SUV.
*Reintroduce los gases de escape en los cilindros para que vuelvan a quemarse y, así, reducir las emisiones.
**En el cálculo del consumo medio de un PHEV se tiene en cuenta el consumo en modo eléctrico, que es de 0 L/100 km, y las diferencias de gasto cuando funciona sólo el motor térmico.
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