La Comisión Europea suaviza su postura frente a las emisiones

El ciclo de homologación WLTP, que llegará en 2017, se ha mostrado más comedido con sus exigencias después de lo que cabría esperar tras lo ocurrido con Volkswagen.


El último acuerdo de la Comisión Europea, alcanzado esta semana por el Comité Técnico de Vehículos de Motor, ha concluido, contra todo pronóstico, en una serie de medidas más benevolentes con las emisiones de los vehículos a motor. Por tanto, cuando parecía que el escándalo de Volkswagen –quizá ya el mayor en la historia del automovilismo mundial- serviría para endurecer las normas, lo que ha ocurrido ha sido todo lo contrario.

Así, el nuevo ciclo de homologación WLTP permitirá a los automóviles superar, entre septiembre de 2017 y septiembre de 2019, un 110% más de lo que dicta la ley en lo referente a NOx –óxido de nitrógeno- en la norma Euro 6. A partir de entonces, éstas no podrán exceder un 50% más de lo acordado, algo para lo que aún no hay fecha de finalización. Esto sucederá solamente en los test de conducción real –RDE o Real Driving Emissions-.

En la actualidad, hay modelos que superan estas emisiones en más de un 400% de lo permitido. Sin embargo, ha existido controversia, pues países no fabricantes como Dinamarca pedían endurecer las normas después de todo lo ocurrido, y otros como Alemania –o España- solicitaban suavizar la postura, que a la postre ha sido lo que ha acabado ocurriendo. Mientras tanto, ciudades como Oslo ya tienen pensado prohibir la circulación de coches por el centro, algo que parece una utopía para otros.

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