Ineos continúa intentando ganarse el respeto y admiración de los amantes de los automóviles, particularmente de los entusiastas de los 4×4. Si ya lo comenzó a lograr con el lanzamiento del Grenadier, todo terreno puro de los auténticos, ahora en el Festival de la Velocidad de Goodwood ha llevado un par de novedades que favorecerán la expansión de la marca.
Una ha sido el Grenadier Quartermaster, que en esencia es la versión pick-up del Grenadier. Recientemente te contamos cómo es aquí. La otra es aún más sorprendente, pues se trata de un Grenadier eléctrico alimentado por pila de combustible, es decir, por hidrógeno. Se trata de un prototipo, pero su producción no está descartada si la tecnología el hidrógeno comienza a ganar fuerza.

Ineos declara que ha desarrollado el coche con el asesoramiento de AVL, empresa austriaca de ingeniería y consultora de sistemas de propulsión, y lo ha sometido a duras pruebas todo terreno para asegurarse de que puede ofrecer prestaciones equiparables a las del Grenadier con motor térmico.
También anuncia que el sistema de impulsión de pila de combustible que han instalado en el Grenadier procede de BMW, pero no aclara si se trata del mismo que conocemos del BMW iX5 Hydrogen. Si ese fuese el caso, hablaríamos de 401 CV de potencia y de unas bombonas capaces de almacenar 6 kg de hidrógeno con los que se pueden recorrer algo más de 500 km en base a un consumo de 1,19 kg/100 km.

La recarga completa se puede efectuar en tres o cuatro minutos, mucho más rápido que lo que se tarda en cargar la batería de un coche eléctrico, estando ahí una de las grandes virtudes de la pila de combustible.
De todos modos, no nos termina de cuadrar que ese sea el sistema de pila de combustible que montar el Grenadier FCEV, o al menos no al completo, puesto que Ineos sí que ha anunciado que ha adaptado el chasis de largueros para poder acoplar dos motores eléctricos en el eje trasero, uno por rueda, con sistema de vectorización de par.

Este proyecto comenzó en junio de 2022 y ha avanzado a gran velocidad para acabar con un prototipo bastante realista. Estéticamente, en nada se distingue del Grenadier térmico, salvo por la protuberancia del capó, que está ahí para dar cabida al nuevo sistema de impulsión, aunque la marca asegura que en un hipotético modelo de producción, desaparecería.
