Tenemos en casa un Dacia Spring que nos ha sorprendido para bien para uso diario. Pero claro, está limitado a eso. Para viajar, queremos comprar un SUV que, por qué no, sea 100% eléctrico. Nos gustan muchos modelos pero, sobre todo, el BMW iX1 y el Audi Q4. Lo que más valoramos, como supongo es lógico, es la autonomía que ofrezca. ¿Qué opináis? C. T. (Barcelona).
BMW iX1 xDrive30

- Desde 56.950 euros
- 4,50 metros de longitud
- 490 litros de maletero
- 313 CV
- 439 km de autonomía eléctrica
Este BMW iX1 tiene un motor por eje, de 190 CV cada uno, que suman de manera conjunta 313 CV. Dispone de una batería de 66,5 kWh y, al menos de momento, es la única opción que hay en la gama.
Interior: El salpicadero es el mismo que el del BMW X1, por lo que la calidad es alta y el diseño muy moderno. Eso sí, el iX1 cede en habitabilidad porque el suelo está más alto debido a que bajo él se hallan las baterías. También hay un poco menos de maletero, aunque aún cubica una buena cifra.
En marcha: A pesar de que hablamos de dos toneladas de coche, no es pesado para ser eléctrico y, dentro de lo razonable, es ágil y vivo. Está, en este sentido, a la altura del Ford Mustang Mach-E. En cuanto a prestaciones, es muy rápido, aunque a cambio es difícil sobrepasar los 325 km de autonomía eléctrica.
Lo mejor: Corre mucho y a nivel de chasis no es tan dinámico como un X1 de combustión, pero casi.
Lo peor: No destaca en autonomía, como tampoco en habitabilidad frente a parte de la competencia.
Nuestra elección: Audi Q4 e-tron 40

- Desde 58.700 euros
- 4,59 metros de longitud
- 520 litros de maletero
- 204 CV
- 515 km de autonomía eléctrica
El Audi Q4 se basa en la plataforma MEB de VW, pero únicamente adapta la batería grande de 77 kWh, así como tan sólo dos motorizaciones: la de 204 CV y la de 299 CV.
Interior: Aun siendo muy entre comillas ‘lo mismo’, este Q4 puede enseñar a sus semejantes de VW y Skoda cómo se hace un interior sobresaliente, y no hablo sólo de calidades. El software multimedia es tan completo como rápido y fácil de usar, el cuadro de mandos es mucho más completo, hay un módulo independiente para los mandos de la climatización con botones reales, y la postura de conducción es perfecta. Todo transmite elevadísima solidez. Por habitabilidad, cumple bastante bien.
En marcha: Su conducción se parece mucho a la de los VW ID.4 y Skoda Enyaq, algo lógico. Sin embargo, de alguna manera es más satisfactorio en términos de manejabilidad y precisión, que no de confort porque la suspensión es tirando a firme, aunque aún lo suficientemente esponjosa para un coche de este tipo. Los 350 km de autonomía son muy factibles.
Lo mejor: Su interfaz multimedia es el mejor de su segmento. Calidad de construcción.
Lo peor: Es tan bueno como caro, sin que ello implique un amplio equipamiento de serie.
