Colaboración entre Enel y D-AIR LAB

Dainese y Enel desarrollan un airbag para trabajadores

Pablo Recuenco
Pablo Recuenco
Safety Jacket es un innovador sistema para proteger a los trabajadores del riesgo de accidentes debidos a golpes o caídas durante actividades en altura, que nace de la colaboración entre Enel y D-AIR LAB, una start-up innovadora vinculada a Dainese.


Se trata de un chaleco de protección individual basado en la tecnología D-air®, el airbag de protección personal ya desarrollado y comercializado por Dainese para el mundo del motociclismo y el esquí.

Safety Jacket ha sido diseñado y terminará de desarrollarse en colaboración con médicos y profesores de medicina laboral de la Universidad Alma Mater y el Hospital de Sant’Orsola, ambos en Bolonia. El primer prototipo, creado en base a los datos y requisitos indicados por Enel, está actualmente en fase de pruebas en las centrales de la empresa, con el fin de comprobar su ergonomía y su funcionamiento en situaciones reales. Una vez terminado de desarrollar, el chaleco podrá utilizarse no solo en el sector de la distribución de energía y servicios, sino en muchos otros ámbitos industriales.

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«La seguridad de las personas que trabajan en nuestras plantas es nuestra máxima prioridad, y por ella trabajamos todos los días; para mejorar todavía más los excelentes resultados que ya hemos alcanzado, tenemos que utilizar todas las herramientas que la tecnología ponga a nuestra disposición, ponernos a prueba cada día y pensar de forma innovadora; la tecnología que estamos probando con Dainese y D-air Lab es un paso muy significativo en esta dirección», afirma Enrico Viale, director de la División Global de Generación Térmica de Enel.

«Poder contribuir a mejorar la seguridad de los trabajadores es un objetivo muy estimulante; poder hacerlo con una prestigiosa multinacional como Enel es un honor. Emplear en este proyecto la tecnología D-air® es una oportunidad extraordinaria de ampliar las posibles aplicaciones del «traje inteligente»», afirma Vittorio Cafaggi, presidente de D-AIR LAB.

«Dainese ha hecho siempre de la seguridad en los deportes dinámicos su misión principal», declara Cristiano Silei, presidente de Dainese Group. «Inspirados por el potencial del ser humano, estudiamos sus necesidades de protección en las condiciones más extremas: a 350 km/h en moto sobre una pista, a 150 km/h sobre la nieve en descenso libre, a 50 nudos sobre el mar en una regata o en el espacio en ausencia de gravedad. Dainese trabaja constantemente en la investigación de sistemas innovadores que redefinan continuamente los estándares de protección integral. La plataforma D-air® de Dainese constituye la máxima expresión de esta filosofía, y la aplicación de la tecnología airbag a ámbitos no deportivos representa un nuevo hito, además de una evolución natural, del proceso de difusión de la tecnología aplicada a la seguridad».

Safety Jacket se compone de dos elementos: la parte electrónica, que reconoce la situación de caída y envía la señal de activación, y la parte neumática, que protege al trabajador del impacto gracias al inflado de airbags especiales que le rodean el cuerpo. Ambos componentes derivan de la estructura D-air®, diseñada especialmente para la competición y que, desde hace ya tiempo, protege a los grandes campeones del motociclismo y el esquí, como Valentino Rossi y Matthias Mayer.

El sistema electrónico, en concreto, está dotado de tres acelerómetros y tres girómetros cuyos datos analiza continuamente la electrónica del dispositivo que, mediante un sofisticado algoritmo, puede detectar la situación de caída y activar el inflado en cuestión de milisegundos, disminuyendo de forma significativa la probabilidad de lesiones fruto del impacto.

El diseño de Safety Jacket, sobre todo el de la parte neumática, se ha planteado y comprobado de forma minuciosa mediante programas de simulación de los componentes finales destinados a los airbags (Madymo), que normalmente se utilizan en el sector de la automoción. Se ha optimizado para garantizar la máxima protección de las partes vitales del cuerpo expuestas a traumatismos en caso de caídas desde alturas de hasta dos metros, para las cuales no está previsto el uso de arneses, y para golpes debidos a un efecto péndulo para trabajadores a alturas superiores a dos metros, para los cuales sí está previsto el uso de arnés.