Desgraciadamente, hay una gran razón para ello. Desde que, en 1992, comienza a aplicarse la Normativa Anticontaminación Euro, hasta el año 2009, cuando entra en vigor la Euro 5, los coches han expelido una enorme cantidad de partículas al exterior: el famoso humo negro. Fue un momento de grandes ventas en Europa, también en España, con un alto porcentaje de vehículos diésel frente a los gasolina; situación que hoy se está invirtiendo.
El cumplimiento de la nueva norma Euro6, en su versión 6-C de 2017 y la próxima 6-D de 2018, irán reduciendo aún más las emisiones de partículas y NOx. De esta manera, para el año 2019 los coches diésel que se comercialicen serán casi tan limpios como los gasolina; el avance definitivo para quitarle ese ´san Benito´ del demonio de la automoción.
Si de verdad se quiere mejorar el medio ambiente y evitar episodios de alta contaminación en las ciudades, las administraciones deben potenciar las ayudas para los coches más eficientes, con un plan ´en condiciones´ y no un MOVALT que ha durado menos de 48 horas.
Hasta ese momento hay muchas cosas por hacer. Además del avance tecnológico de los fabricantes, en nuestra mano está elegir el coche adecuado para la próxima compra. Los nuevos diésel en entornos no urbanos siguen siendo mucho más lógicos y eficientes que los gasolinas, híbridos, eléctricos o de gas. Hay vehículos de GLP o GNC de gran eficiencia para determinados conductores y usos, y coches de gasolina siempre mejores para recorridos más cortos.