El truco para saber si la gasolinera te ha servido los litros de combustible que has pagado

En España se venden alrededor de 40.000 millones de litros de gasolina y gasóleo al año, de forma que es importante tener la garantía de que los surtidores de la gasolinera nos sirven realmente lo que pagamos

Cada cierto tiempo nos encontramos con informaciones acerca de fraudes realizados en ciertas estaciones de servicio que mediante la manipulación de los surtidores, servían menos cantidad de combustible del que marcaban y, por tanto, cobraban a los usuarios.

Es lógico que ante este tipo de noticias los usuarios nos preguntemos si nosotros mismos podríamos ser objeto de este fraude cuando acudimos a repostar a una gasolinera y qué forma de evitarlo tendríamos.

Ante la primera pregunta, cabe señalar que la administración  dispone de dos mecanismos para comprobar que las estaciones de servicio no engañan a sus clientes: las verificaciones periódicas por parte de entidades autorizadas y el denominado sistema de muestras ciegas, consistente en visitas por sorpresa y de incógnito a las gasolineras, para comprobar que los surtidores funcionan correctamente.

El precio de la gasolina se dispara en España y alcanza su máximo histórico

Para evitar manipulaciones y detectar cualquier avería, existen unos protocolos de inspección que deben ser seguidos a rajatabla. Todos los surtidores deben ser verificados anualmente por una entidad homologada. Tras una reparación, también hay que verificar el surtidor.

Durante la verificación se comprueba el estado de todos los precintos y otra serie de cosas, así como la cantidad de combustible que proporciona el dispensador, cuyo error no puede superar bajo ningún concepto el 0,5% en volumen -equivalente a medio litro por cada 100 litros-. Estas verificaciones se planifican con las gasolineras y son abonadas por estas -es como pasar la ITV de un coche- pero, además, las Comunidades Autónomas contratan a las entidades de verificación para que realicen controles sorpresa.

Cómo se verifica un surtidor

La cantidad de combustible que sirve el surtidor se verifica en tres situaciones diferentes empleando una serie de vasijas calibradas. En cada una de estas situaciones se establece una tolerancia máxima que va del 0,5 al 1%.

Después se realiza una verificación técnica, consistente en comprobar la documentación del surtidor y, sobre todo, que todos los precintos que llevan en su interior están intactos.

Igual que ocurre con las ITV de los coches, todos los surtidores tienen que lucir una pegatina como la de la fotografía inferior, en la que se identifique claramente:

Comprobación surtidor
  • a) La entidad de verificación que ha realizado la última inspección.
  • b) La fecha en la que se realizó la última verificación.
  • c) El número de serie de la etiqueta en cuestión.
  • d) Cuándo debe realizarse la siguiente inspección -normalmente, un año después de la anterior, aunque podría ser menos si el surtidor ha sido reparado-.

Si sigues sin fiarte, pide el comodín del matraz

Todas las estaciones de servicio están obligadas a disponer de un matraz ‘aforado’ -es decir, calibrado y dotado de una escala útil en la que realizar una medida-, que debe estar a disposición de cualquier cliente que sospeche que una estación de servicio está haciendo trampa. La capacidad de este matraz es de 10 litros. En la escala del cuello está marcado el nivel de los 10 litros y el error en tanto por ciento. Tras verter 10 litros medidos por el surtidor, el nivel en el matraz debe quedar entre las marcas de -0,5% y +0,5%.

Si te ha quedado alguna duda acerca del funcionamiento de los surtidores de una estación de servicio y cómo se comprueba que funcionan correctamente, no dejes de ver este vídeo de nuestro compañero Álvaro Sauras donde lo explica con todo lujo de detalles.