Imagina por un momento que acabas de comprar un coche usado y tenía pasada la ITV en el mes de marzo. Hasta ahí, es todo legal. Pero imagina también que el anterior dueño había anulado la válvula EGR o el filtro de partículas para evitarse averías y que no te ha avisado cuando te vendió el coche. Además, lo ha hecho de forma que no luce ningún testigo del cuadro de mandos o, al menos, no lo hace de forma permanente.
Pues que sepas que, si es así, cuando vayas a pasar la próxima ITV, te van a rechazar la inspección y no la superarás, pues desde el 1 de septiembre en las ITV tienen capacidad para comprobar este tipo de fallos, y ´cantará´ en canto le conecten la terminal de diagnosis al OBD –On Board Diagnostic- del vehículo.
¿Qué hago si me he comprado un coche usado con este fallo y yo no lo sabía?
Si te das cuenta dentro de los seis primeros meses después de su compra, puedes denunciar al vendedor por vicios ocultos. Para ello debes contratar a un perito judicial en un colegio de peritos de tu ciudad -unos 300 euros- para que puedas demostrar que, efectivamente, es un vicio oculto. Si es juez te da la razón, el vendedor tendrá que asumir el coste de la reparación y podrás pedir también una indemnización de daños y perjuicios si se considera que hubo mala fe por parte del vendedor. Por el contrario, si te das cuenta pasados los seis meses, no podrás reclamar nada.
¿Y si tu coche está reprogramado o tiene alguna otra modificación?
No pasa nada mientras que no se haya anulado la válvula EGR o el FAP, y siempre que sus emisiones entren dentro de lo estipulado. Es posible que se haya modificado su funcionamiento pero, mientras el fallo no quede registrado a través del terminal OBD, no podrán rechazarte en la inspección. Tampoco podrán rechazar el vehículo en caso de que no le hayan realizado una actualización de software, como ocurre en los modelos del Grupo VW afectados por el dieselgate.
¿Qué pasa con los sistemas de seguridad?
De momento, en la ITV no podrán rechazar un vehículo por un fallo en un sistema de seguridad salvo que esté encendido el testigo de avería del propio vehículo. El motivo es que cada marca le da un código diferente a este tipo de fallos y, por tanto, no está normalizado como los fallos de la EGR o el FAP.