«Ahora mismo en la ITV no pueden comprobar el funcionamiento de los ocho sistemas de ayuda a la conducción que son obligatorios desde julio”, indican a Autofácil auditores de la ENAC (Entidad Nacional de Acreditación), uno de los organismos que, junto a los departamentos de Industria de las distintas comunidades autónomas, inspeccionan y controlan el funcionamiento de las estaciones de ITV en España. ¿El motivo? Que el Manual de Procedimiento de Inspección de Estaciones, publicado por el Ministerio de Industria, “no recoge aún las pautas a seguir para la inspección de estas ayudas”.
Se espera que, en un futuro, las ediciones de este Manual comiencen a recogerlas. Pero será difícil ya que, por ejemplo y pese a la inclusión en 2018 de la inspección de determinados sistemas del vehículo conectando un ordenador (vía OBD) a aquellos matriculados a partir de 2006, “ahora mismo sólo se puede comprobar el correcto funcionamiento de los sistemas anticontaminación; no del resto, cuyos códigos de identificación y comprobación no son unitarios y varían entre las distintas marcas y modelos”.
¿Y cuáles son estos sistemas ADAS que no pueden mirar en la ITV?
Se trata de ocho ADAS (Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción), y algunos de ellos ya están muy extendidos:
- ISA o Inteligent Speed Assistant (Asistente Inteligente de Velocidad)
Este dispositivo avisa al conductor de que está sobrepasando la velocidad límite de la vía, y lo hace no sólo mediante señales en el cuadro de instrumentos u otros “medios eficaces” según reza el Reglamento General de Seguridad (RGS), sino también a través de vibraciones en el acelerador.
Ahora bien, el ISA podrá ser desconectado a voluntad del conductor y, además, será posible que, aun llevándolo activado, este también pueda superar la velocidad indicada de la vía pisando el acelerador
- Cajas negras
Dispositivo cuya finalidad es registrar y almacenar determinada información del vehículo para, en caso de accidente, poder conocer lo que ha ocurrido en los instantes previos al siniestro, y también durante y después del mismo.
- Cámara trasera con detección de tráfico cruzado
Los vehículos deberán equipar una cámara trasera que ayude al conductor en las maniobras de marcha atrás que, además, según explica CESVIMAP, “deberá informar al conductor de la presencia de personas u objetos detrás del vehículo, con el fin de evitar colisiones”. Eso sí, por Ley no es necesario que esta cámara incorpore un sistema de frenado automático para evitar dichas colisiones.
- Sistema de frenada autónoma de emergencia
Este sistema aplica de forma automática los frenos del coche (lo hace en el último momento posible) cuando detecta que, de no hacerlo, puede producirse una colisión por alcance.
En función de la velocidad a la que circule el vehículo, los sistemas pueden aplicar directamente la frenada o alertar al conductor para que sea él quien frene… antes de hacerlo ellos; esto último ocurre cuando el vehículo circula a más de 50 km/h. Ojo, el proyecto aprobado por el Parlamento Europeo establece que el conductor podrá desactivar este sistema, pero tendrá que hacerlo con el vehículo detenido y el freno de estacionamiento activado.
- Luces de frenado de emergencia
Se trata de una función de las luces de freno posteriores (normalmente un rápido parpadeo) que indica a los vehículos que circulan por detrás de nosotros que nuestro coche está decelerando bruscamente. Se ha demostrado especialmente efectivo para alertar a conductores distraídos, y está muy extendido.
- Interfaz para la conexión de un alcoholímetro
Será obligatorio que los coches y furgonetas ligeras equipen un interfaz que, a su vez, posibilite la instalación de un alcoholímetro antiarranque o alcolock, aunque, por ahora, este no será obligatorio: así lo ha dicho el director de la DGT, Pere Navarro, quien ha afirmado que “no está en la agenda”.
Cosa distinta ocurre con los vehículos de transporte de pasajeros por carretera (autocares) que, si llevan este interfaz, a partir de julio deberán utilizar un alcoholímetro antes de arrancar: si el nivel de alcohol es superior al permitido, el vehículo no arrancará, y lo mismo ocurrirá si el conductor desactiva el alcoholímetro.
Además, la inclusión de este interfaz (y el uso del alcolock) será obligatoria en los autocares de nueva matriculación a partir de julio de 2024.
- Sistema de monitorización de somnolencia y de pérdida de atención del conductor
El RGS ha aprobado la inclusión de este dispositivo que “evalúa el estado de alerta del conductor analizando los sistemas del vehículo y que, en caso necesario, le da un aviso», según explica CESVIMAP. En la práctica, este sistema emplea información procedente del volante y de la cámara que controla que permanecemos en el carril para detectar trayectorias erráticas que podrían suponer que el conductor se está quedando dormido. Si es así, el coche emite una alerta en el cuadro de instrumentos recomendando un descanso.
Junto a él, también será obligatoria la inclusión de un sistema de reconocimiento de distracciones, que ya se traduce en algunos sistemas de monitorización de la mirada del conductor, mediante una cámara situada en la columna de dirección del coche.
- Sistema de mantenimiento de carril LKA
A diferencia del sistema de alerta de abandono involuntario de carril o LDW por sus siglas en inglés (Lane Departure Warning), que nunca interviene la dirección; el LKA (Lane Keeping Assist) es un sistema por el que el coche, y a través de una cámara, vigila que no nos salgamos del carril… y, si es necesario, realiza correcciones en la dirección.
El RGS estipula que en algunas circunstancias como, por ejemplo, en caso de deficiencias en las carreteras (en las que el LKA no pueda funcionar bien), este sistema debería apagarse automáticamente. Y si no lo hiciera, el conductor podría desactivarlo manualmente, aunque sólo de forma temporal.
¿Cuál es el objetivo de la UE con estas ayudas obligatorias?
Aumentar la seguridad vial y reducir la siniestralidad en carretera. Y es que, según un estudio llevado a cabo por el Parlamento Europeo, la adopción de estos sistemas podrían llegar a evitar 25.000 muertes y más de 140.000 heridos en la UE a lo largo de los próximos 18 años.
Y es que la inclusión de estos sistemas de ayuda a la conducción (a la que se unirá, a partir de 2024, la incorporación de otras ayudas añadidas) se ubica dentro de la estrategia Visión Cero, que para 2050 pretende que, dentro de la UE, no existan víctimas mortales causadas por accidentes de tráfico. Por su parte, y según explica CESVIMAP, estos ADAS ayudarían a subsanar los errores humanos, causa de hasta el 90 % de los accidentes de tráfico.