En Madrid estacionar se puede convertir en una ardua tarea, especialmente en sus calles más transitadas. En una ciudad siempre activa, encontrar un lugar para estacionar es crucial y apreciado tanto por los habitantes como por los visitantes, por lo que los residentes están de celebración.
El emblemático fenómeno de las ‘terrazas Covid’, que se establecieron sobre las bandas de aparcamiento en Madrid como respuesta excepcional a la crisis sanitaria, ha llegado a su conclusión a partir del 1 de enero de 2024. Este marcado fin representa el cierre de uno de los últimos vestigios que caracterizó al Madrid pandémico, permitiendo la recuperación de plazas de aparcamiento que fueron temporalmente ocupadas por estos espacios de expansión para la hostelería.
Más de 20.000 metros cuadrados de aparcamiento
La medida, inicialmente implementada como un apoyo crucial para el sector de la hostelería durante momentos críticos, se materializó mediante la autorización para extender terrazas sobre los espacios de aparcamiento en la vía pública. No obstante, con la entrada del nuevo año, el Ayuntamiento de Madrid ha decretado que estas terrazas deben cesar su actividad para los clientes, en conformidad con lo establecido en la Ordenanza de Terrazas municipal aprobada en 2022.
Esta normativa establece un periodo de desmontaje a lo largo del mes de enero de 2024, durante el cual estas terrazas no podrán llevar a cabo actividades comerciales sin incurrir en las tasas correspondientes. Como resultado directo de esta decisión, se prevé que a partir del mes de febrero se clausuren 747 terrazas en toda la ciudad, liberando así un total de 22.930 metros cuadrados que serán devueltos a la función original de aparcamiento de vehículos.
Este cambio impactará significativamente en distritos como Salamanca y Chamberí, que albergan la mayor concentración de estas terrazas, así como en Arganzuela, Chamartín, Usera, Ciudad Lineal, Retiro o Carabanchel, entre otros. La transformación de estas áreas, marcada por la transitoriedad de las ‘terrazas Covid’, simboliza el retorno gradual a la normalidad urbana tras un periodo extraordinario.