Tras meses de relaciones tensas

Trump llega a un acuerdo con los fabricantes de coches

Antonio Moraleja
Antonio Moraleja
Donald Trump ha llegado al fin a un acuerdo con los fabricantes de coches tras varios meses de tiranteces. El Presidente de Estados Unidos eliminará los límites de emisiones impuestos por Obama al automóvil a cambio de que las marcas creen empleo en el país.


En su cruzada contra México, Donald Trump puso en pie de guerra a los fabricantes de autómoviles, ya que amenazó con frenar las importaciones de la industria automotriz desde México a base de incrementar de forma exponencial los aranceles en las aduanas. Un problema más grave de lo que parece, ya que México es el séptimo fabricante mundial de automóviles y cuarto importador con tres millones y medio de unidades fabricadas anualmente.

En este contexto, Donald Trump se reunió esta semana con los Consejeros Delegados de tres de los principales Grupos automotrices de Estados Unidos: General Motors, Mary Barra; Fiat Chrysler (FCA), Sergio Marchione, y Ford, Mark Fields, en Detroit, el epicentro de la industria automotriz en Estados Unidos. Tras varios meses de relaciones muy tensas con los fabricantes de automóviles, Trump está buscando ahora sentar las bases para llegar a un acuerdo con las marcas que satisfaga los intereses de ambas partes.

La reunión coincidió con el anuncio de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de que revisará su decisión de mantener los estándares de emisiones y consumo de combustible, una de las principales demandas de los fabricantes. Y es que precisamente, la idea de Trump es eliminar los límites de emisiones que impuso Obama a cambio de un compromiso de los fabricantes para devolver la inversión a Estados Unidos y crear empleo en el país.

Los fabricantes ahora podrán presentar sus argumentos al nuevo administrador de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), Scott Pruitt, y será en abril de 2018 cuando se determine si las normas para 2022 hasta 2025 se mantienen o finalmente se modifican. Trum está estableciendo grupos de trabajo en cada agencia del Gobierno federal para eliminar regulaciones que socavan la producción de automóviles.

Además, Trump quiso recordar que los acuerdos de libre comercio no beneficían a Estados Unidos, pues han permitido que compañías extranjeras exporten a Estados Unidos automóviles sin pagar impuestos, mientras que otros países cierran sus puertas a los vehículos producidos en Norteamérica, algo que va a cambiar muy pronto.