Renault Arkana 2021 TCE 140 R.S. Line: prueba a fondo

Renault Arkana es el nombre que ha elegido Renault para el SUV coupé que protagoniza nuestra prueba a fondo. Se trata de un modelo que, con sus 4,56 metros de largo, podría situarse como un Kadjar coupé, o quizá un SUV intermedio entre el citado Kadjar y el Koleos.
Sin embargo, si tenemos en cuenta que el Renault Arkana está creado sobre la plataforma MCF-B del Grupo Renault, la misma que emplean el Captur o el Clio, la cosa nos descoloca un poco. ¿Un Captur coupé y agrandado? Sí, esa sería quizá la definición técnica que mejor podría coincidir con lo que en realidad es el Arkana.
Independientemente del detalle de la plataforma, que en la práctica no es que suponga una diferencia tan grande, el Renault Arkana es un modelo al que cuesta encontrarle un rival directo. Quizá lo más parecido sea un Cupra Formentor, o un Mazda CX-30, o incluso un Toyota C-HR. Y, aun así, entre ellos también habría claras diferencias.
Así es el Renault Arkana de esta prueba

- 140 CV. Cifra suficiente para moverse sin problemas, pero destaca más por suavidad y agrado de conducción que por prestaciones puras.
- 5,8 L/100 km. Contenido mientras no abusemos en exceso del acelerador. En conducción normal, lo habitual es rondar los 6,7-7 L/100 km reales.
- 30.772 euros. Un kadjar es más coche y, con este motor, todas las versiones salen más baratas…. Eso sí, el de esta prueba lleva el acabado R.S. Line.
- 513 litros. El maletero es grande. Las plazas traseras no están mal; son parecidas a las de Kadjar… pero con el espacio para las piernas del Captur.
Precios y ficha técnica del Renault Arkana
¿Cuáles son los acabados del Renault Arkana?
Hay tres acabados. El básico es el Intens, que es bastante completo porque ya incluye de serie elementos como climatizador automático, control de velocidad, reconocimiento de señales, faros full led, llantas de 17″…
Por 1.995 euros más, el Zen añade control de velocidad adaptativo, control de ángulo muerto, selector de modos de conducción, instrumentación digital configurable, llantas de 18 pulgadas, navegador…
Por 2.470 euros más, el R.S. Line es la opción más deportiva y, además de una estética más racing, suma asiento del conductor eléctrico, tapicería de tela y Alcantara, cámara trasera, sistema de aparcamiento automático…
Un diseño muy Renault
Por fuera, el diseño recuerda claramente a los últimos modelos de la marca, con ese frontal en el que destacan sus característicos grupos ópticos, o una parte trasera donde los pilotos alargados nos remiten al Mégane o al Talismán.
En el interior, y aunque el diseño del salpicadero es diferente, encontramos también muchas cosas comunes con sus hermanos de marca, como los mandos del climatizador, la instrumentación o la pantalla táctil central, que crean un agradable ambiente moderno y tecnológico.
Por espacio, y pese a su línea coupé, el Renault Arkana se defiende mejor de lo esperado, destacando un maletero de 513 litros que no está nada mal.
Interior: bien resuelto y con mucho aire Renault

El salpicadero del Renault Arkana guarda similitudes con otros modelos de Renault tanto por sus formas como por compartir muchos mandos. En general, es un lugar agradable, suficientemente espacioso y bien pensado desde el punto de vista de la ergonomía.
En los últimos modelos, Renault ha vuelto a recuperar botones para funciones básicas y ha simplificado los menús de la pantalla central, que también destaca por responder con rapidez y ofrecer infografías de buen tamaño, lo que facilita las cosas a la hora de acertar con el dedo cuando hay que hacer algo en marcha.
La instrumentación es digital y configurable en función del modo de conducción que seleccionemos. Es como la del Clio, el Captur, el Mégane… y eso es bueno, porque en cualquiera de ellos resulta bastante clara y ofrece una gran cantidad de información. Por calidad, el Renault Arkana cumple con lo que uno espera de un coche de este tipo.
¿Cómo es por espacio?
Delante falta un detalle por pulir. La postura al volante es buena y muy similar a la del Captur. Se va cómodo, pero en zonas de curvas, y dado que la banqueta sujeta poco, la rodilla derecha se apoya demasiado contra la consola central, cuya forma molesta un poco.
Detrás bien, pero… Las plazas traseras están en la media por anchura, pero la altura es sólo correcta y el espacio para las piernas, sin ser malo, es más de un SUV urbano que de un SUV compacto. Aun así, tres adultos viajarán con comodidad siempre que no sean muy altos y que no haya muchas curvas, pues la banqueta no sujeta demasiado.
Maletero. El maletero ofrece una capacidad notable, y cuenta con un doble fondo de 12 centímetros bastante útil, además de un par de compartimentos debajo del suelo debido a que el coche viene de serie con un kit reparapinchazos en vez de rueda de repuesto. Eso sí, se echan en falta ganchos para bolsas o argollas para amarrar la carga y una toma de 12V que sí tienen muchos rivales.
Va bien, pero no es deportivo

En marcha, el Renault Arkana cuenta con un motor de 140 CV que destaca por suavidad y progresividad. Es un 1.3 Turbo de cuatro cilindros muy poco ruidoso (sólo a partir de 5.000 rpm se deja sentir con claridad) y que apenas transmite vibraciones. Esos son sus puntos fuertes. Por consumo, cumple con buena nota mientras rodemos a ritmos tranquilos y sin abusar de las marchas cortas. En esas circunstancias, lo normal es moverse por debajo de unos 7 litros/100 km, como la mayoría de sus posibles rivales. Es, en resumen, un motor que se siente especialmente a gusto cuando se realiza ese tipo de conducción.
En cambio, a ritmos más vivos la nota baja un poco, en parte porque pesa 1.411 kg. Asimismo, da la sensación de que le falta un poco de nervio por encima de 4.000 rpm, algo que también se puede deber a que nuestra unidad, que apenas superaba los 1.000 km, todavía estaba falta de rodaje. Además de dejarnos un poco fríos en esas circunstancias, el consumo nos ha parecido demasiado sensible al aumento de exigencia.
Sí nos ha convencido la caja de cambios automática EDC de siete relaciones y doble embrague, la única con la que se vende este Renault Arkana. Es verdad que nos ha gustado más por suavidad a ritmo normal que por rapidez a la hora de exigirle el máximo, pero el resultado es bueno.

Si nos centramos en el comportamiento, el Renault Arkana transmite al principio un tacto durito, algo que no tiene nada que ver con el acabado R.S. Line, pues según Renault la suspensión es la misma para las tres terminaciones disponibles. No es demasiado seco y resulta cómodo de sobra para un viaje largo, pero sí se aprecian las irregularidades con más claridad que, por ejemplo, en un Captur.
Y, si forzamos el ritmo, ¿va mejor que el mismo Captur? No es su objetivo. De hecho, si vamos rápido en zona de curvas con las típicas irregularidades del asfalto, no tardaremos en notar leves rebotes de suspensión que le restan eficacia y precisión. ¿El motivo? Pues nos da la sensación de que los muelles sí son duros, pero los amortiguadores les han quedado un poco blandos. Además, la dirección es poco informativa para esos menesteres, y los neumáticos Kumho Ecsta HS51 de nuestra unidad van bien en conducción tranquila, pero no son los mejores para rodar con ‘alegría’.
¿Preocupante? En absoluto. En una conducción normal, como la que va a realizar el 95 % de posibles compradores de este coche, esos detalles son difíciles de apreciar. Lo que sí notarán es que es un modelo noble y fácil de conducir, dos premisas fundamentales en un coche así y que este Renault cumple sin problema.
El veredicto
El Renault Arkana nos ha parecido un buen coche, mucho más que un simple Captur agrandado y con forma de coupé. Eso sí, conviene hacer dos puntualizaciones importantes a la hora de decidirnos por él o no: la primera es que, pese a su aspecto, no esperes un coche deportivo. La segunda es que por menos dinero tienes un Renault Kadjar con este motor… y creemos que es una compra más equilibrada si buscamos un SUV de tipo familiar.