El Morphoz aúna varios conceptos en un mismo vehículo. De entrada, es un crossover eléctrico de conducción autónoma y con capacidad para cuatro ocupantes. Además, sus rasgos, según responsables de la marca, «anuncian el nuevo lenguaje estilístico de Renault». Otro aspecto importante es que está creado y creado sobre la nueva plataforma CMF-EV -desarrollada junto con Nissan y que servirá de base a los eléctricos de la Alianza Renault Nissan Mitsubishi a partir de 2021- y que ya estrenó el concept Nissan Ariya.
Modo City o Travel: 40 kW o 90 kW de batería
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Pero lo más singular del Morphoz es que quiere dar funcionalidad a los usuarios en todo momento. Y para ello, plantea un tamaño inicial de 4,40 m de largo y una configuración de 40 kW de baterías, equivalentes a 400 km de autonomía -Renault lo denomina City- Pero, de cara a largos viajes, la marca gala también plantea que, en estaciones específicas para ello, el coche pueda extender su carrocería -se desplaza 40 cm a partir del pilar A- para añadir otros 50 kW de baterías y lograr así una autonomía de 700 km.
Esta extensión hasta los 4,80 m de largo en total -modo Travel, según lo denomina Renault- conllevaría un incremento de la distancia entre ejes, así como un desplazamiento de la parte trasera del vehículo; lo que redundaría en un incremento notable de espacio para sus cuatro pasajeros. No sería lo único que cambiaría ya que, entre el modo City y el Travel, el Morphoz varía la tipología de su iluminación delantera y, con ello, ligeramente su aspecto.
Renault, aunque no ha facilitado muchos detalles sobre las estaciones de recarga necesarias para dar servicio a este Morphoz -ni tampoco del modelo de negocio bajo el que se instalarían en estos vehículos-, sí ha indicado que las baterías que no se estuvieran utilizando en los Morphoz se podrían utilizar para proveer de energía a estaciones de recarga de bicicletas o, devolviendo la energía a la red eléctrica, incluso para abastecer a viviendas o barrios.
Un interior tecnológico y sostenible con el medio ambiente
Dejando a un lado detalles tecnológicos exteriores como cámaras a modo de retrovisores, otro aspecto esencial del Morphoz es su interior. Planteado para cuatro ocupantes en otras tantas butacas individuales, cuenta con un salpicadero y un volante que se pueden ocultar en fases de conducción autónoma, así como con la posibilidad de que la butaca del pasajero delantero se sitúe de cara a los ocupantes de las plazas traseras para favorecer la interacción entre ellos.
Pero sin duda el Morphoz está creado para y por el conductor. Así el vehículo es capaz de reconocerlo cuando este abre la puerta mediante sensores y cámaras. A partir de entonces adapta el habitáculo a sus preferencias –posición del asiento, del volante- aunque lo más interesante ocurre cuando éste deja su smartphone en un hueco específicamente diseñado en la consola central. Y es que según sus diseñadores, el objetivo de este coche es extender la inteligencia humana del conductor a través del vehículo.
Este objetivo se traduce en dos formas muy diferenciadas. En el modo City, el Morphoz extrae la información de nuestro smartphone -desde nuestra música favorita a nuestro calendario para ese día- y la ofrece en su pantalla para crear el itinerario más inteligente posible. Pero, en el modo Travel, recurre a la información del trayecto ya no sólo para ofrecer la posición de los cargadores en ruta, sino, también, para ofrecer lugares interesantes para visitar cercanos a la misma.
Por último, su interior está realizado con materiales sostenibles: desde el plástico reciclado a partir de envases de yogures con el que se ha construido el piso del vehículo a la lana ecológica con la que están revestidos sus asientos; pasando por el recubrimiento de la consola central con una fina lámina de madera sobre latex que, a la vez que logra un aspecto distinguido, ofrece una notable flexibilidad.
Una plataforma para urbanos y compactos
Durante la presentación del Morphoz, Bruno Vanel, el director del programa del vehículo eléctrico dentro de Renault, desveló algunos detalles sobre la plataforma CMF-EV, que servirá de base para «vehículos del segmento B y C» exclusivamente eléctricos y a la venta «a partir de 2021». Estos automóviles, y debido a las características de la plataforma –suelo plano y ubicación de las baterías bajo el mismo- contaran con «la amplitud de un vehículo de un segmento superior».
Además, y aunque no desveló posibles motorizaciones eléctricas de estos modelos, sí indico que la plataforma ha sido desarrollada incluso para «coches de alto rendimiento» y que supone un coste un 20% inferior a las anteriores de la Alianza Renault Nissan Mitsubishi, logrando además esta arquitectura «un aumento del 30% en cuanto a las prestaciones y potencia de los vehículos por el mismo precio de fabricación».
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