Rolls-Royce presenta una pintura con polvo de diamantes

Una de las marcas de coches más lujosas del panorama internacional, si no la que más, no se ha querido perder uno de los eventos automovilísticos más importantes de todo el año: el Salón del Automóvil de Ginebra 2017. Estamos hablando, por supuesto, de Rolls-Royce, quien ha presentado en la cita suiza su nueva pintura, denominada Diamond Stardust -que traducido quiere decir ´polvo de diamante´-. ¿Y qué tiene de especial? Pues que no es una ´pintura´ al uso, sino que se trata de un recubrimiento para la carrocería de nada más y nada menos que 1.000 diamantes machacados.
Con ello demuestra que su división de personalización Bespoke está a la altura de las exigencias de sus clientes, sean cuales sean; y es que la unidad expuesta, un Rolls-Royce Ghost Elegance con un propulsor V12 de 6.6 litros, es propiedad de un comprador que ha dado su permiso para que lleven su propia unidad al Salón de Ginebra. El precio de esta opulencia no ha sido desvelado, pero seguro que está entre los extras más caros de la historia de la automoción. Además, la mano de obra para elaborar esta ´pintura´ ha sido cuantiosa, pues los empleados de la marca han tardado en crearla dos meses.
Durante ese tiempo, los expertos de Rolls-Royce han estado examinando piedra a piedra los 1.000 diamantes con un microscopio para ver cómo interactuaba cada una con la luz. Y no solo eso, sino que con el objetivo de garantizar un nivel de luminosidad óptimo ha sido necesaria la creación de un polvo muy fino mezclado con la pintura para que no hubiera rugosidades ni a la vista ni al tacto. Por último, la aplicación de esta lujosa ´pintura´ sobre la carrocería del vehículo ha exigido tres días: dos de ellos para pintarlo a mano y otro más para darle una capa de barniz y así evitar que se cayera cualquier pequeño diamante.