Con permiso de Fito y sus Fitipaldis, después de un invierno malo no llega una mala primavera. Porque la primavera es, simbólicamente, el inicio del verano. Y eso siempre es de celebrar. Y punto. Y con el buen tiempo, si algo hacemos cuando este asoma es escaparnos con él. A la calma de las montañas, al fluir de los ríos, al sosiego rural. El Fiat Tipo es un vehículo perfecto para descubrir esta zona. Poco kilometraje, menos gasto y lugares donde el disfrute está garantizado a precio razonable.
La Comunidad de Madrid es muy grande, y la misma está dispuesta a ofrecer a quien quiera disfrutarla mucho más que la internacional urbe tan viva, social y cotidiana que todos los madrileños conocen. En paralelo guarda todo el encanto de un entorno rural.
La Comarca de las Vegas es uno de sus regalos más merecedores. 23 municipios donde los viñedos y los olivos son tan habituales como las terrazas llenas en el centro de Madrid un lunes cualquiera. Una ruta en la que el patrimonio histórico, los paisajes evocadores, los ajos, las fresas y el buen vino son una delicia para los cinco sentidos. Una comarca en el sureste de la ciudad que tiene algo mágico, un ritmo diferente: el suyo propio. Un ritmo que bien merece la pena conocer.
Empezar por el Real Sitio de Aranjuez, entre los ríos Tajo y Jarama, es empezar por todo lo alto. Historia de España en estado puro. Un destino Patrimonio de la Humanidad. Una meca cercana del buen comer. Casa Pablo, por tradicional, y Casa Jose, por moderno, son referentes de su oferta gastronómica. Una jornada de tapeo por sus calles cuadriculadas y un paseo por delante del Palacio o por sus jardines no tiene precio.
Aquí uno encuentra casi tantos altos como quiera hacer, empezando por el Palacio Real, el Jardín de la Isla, la Casa del Labrador, el Jardín del Príncipe o el curioso Museo de Falúas Reales. También el Mar de Ontígola, a las afueras. Una laguna artificial cuya agua es salada, construida en el siglo XV y diseñada por Juan Herrera para abastecer de agua a los reales jardines. En 1994 se declaró Reserva Natural.
Las carreteras cercanas nos permiten disfrutar del Fiat Tipo. Un vehículo que refleja la personalidad de esta tierra. Aquí las cosas son bonitas, prácticas y fiables con este producto de Fiat.
Poner rumbo a Villaconejos nos permitirá escuchar 5 canciones, quizás seis. Que no pare Fito y sus Fitipaldis. A 14 km de Aranjuez, seguramente el pueblo que recibe el mayor número de visitas de la Comunidad de Madrid, uno sabrá que ha llegado a un nuevo destino por los melones que comienzan a aparecer a su entrada. Cosas de la vida, un pueblo con nombre de conejo mundialmente conocido por sus melones, donde se producen algunos de los mejores aceites de España.
Un paseo por su bonita Plaza Mayor junto a la Iglesia de San Nicolás de Bari, una visita a la ermita de Santa Ana y unos cuantos melones en el maletero, y el viajero podrá ponerse en ruta de nuevo, dirección Norte.
Colmenar de Oreja, como todas las paradas que aquí hemos hecho, tiene sus obligatorios. Como referentes, su Plaza Mayor y el Museo Ulpiano Checa, ubicado en la antigua Casa de los Siete Patios. Y por supuesto, no se podrá claudicar la visita sin antes llevarse a la boca sus estrellas gastronómicas: patatas chulas, unas pozas, su pisto vaquero o los desarreglos de ternera. A todo esto le podemos unir una visita hasta el mirador de la Ermita del Humilladero.
Y llegamos a Chinchón. A comer, a dormir en el Parador o a lo que se preste. Porque este pueblecito de cine, en el que han estado desde Orson Welles hasta David Niven, pasando por Pedro Almodóvar o Cantinflas, ofrece buena comida, tiendas de artesanía, un cuadro de Goya en la Iglesia de la Asunción, la famosa representación de la Pasión en Semana Santa o las corridas de toros de gran fama que tienen lugar en pleno agosto.
La vega del Tajo es un camino natural trazado por pueblos encantadores. Belmonte de Tajo presume de Castillo, Villamanrique de Tajo de su discreta vida cotidiana y Villarejo de Salvanés de la exquisita miel que se obtiene de sus colmenas, y del único Museo del Cine profesional y tecnológico de toda España.
Fuentidueña de Tajo pone punto y final a este viaje literario, en donde su Torre del Reloj, su iglesia de San Andrés Apóstol, la gran fiesta de Fuentidueña o sus tradicionales casas-cueva son suficientes reclamos turísticos para quedarse, al menos, un día por aquí. Un largo paseo por el sur de Madrid y su Tajo, el más largo de la península, para demostrar que Madrid también es rural y el Fiat Tipo es perfecto para disfrutarlo.