Conductores distraídos: un peligro para sí y para el resto

Otro día más, el mismo camino de siempre para ir desde la casa al cole y luego al lugar de trabajo. Cada día le cambiamos a la radio, nos tomamos el café, peleamos con los chicos o revisamos de reojo el celular, hasta que un día pasa lo que jamás pensamos que podría pasar y entonces la vida nos cambia. Un día cualquiera tras el volante se torna en una desgracia por una pequeña distracción.

Así ocurren muchos de los accidentes. Sin antelación alguna, esa vía a la que las personas recurren diariamente se puede transformar en su lugar de deceso o en el sitio donde la vida les dio una lección que aprendieron a la fuerza.

El conductor distraído, el más peligroso

Según cifras de la propia Dirección General de Tráfico (DGT según sus siglas), el 30% de las muertes por accidente de tránsito se deben a conductores distraídos. Un número que se traduce en más o menos 500 personas que fallecieron porque otros, o incluso ellos mismos, no tenían sus manos (y su cabeza) al volante.

Pero eso no es lo peor de todo. Según un estudio realizado por BP, Castrol y el RACE, 15 millones de españoles dicen que se han distraído al volante. ¡Casi un tercio del país admitió que se ha descuidado al volante! Y eso que poco menos de 30 millones de españoles manejan un coche.

Dicho eso, parece que la fortuna le sonríe a muchos españoles como para que no estén, o «empujen» a otros, a las estadísticas de fallecidos por accidentes viales€

El mismo estudio de BP, Castrol y el RACE muestra algunos datos interesantes sobre acciones que resultan distractoras:

• 25% de las personas se distrae por que no sabe cómo usar los controles de su coche
• 42% se distrae al regular los espejos mientras conduce
• 22% dice que modifica la posición de su asiento mientras maneja
• 16% revisa la guantera (que está del otro lado del coche)
• 14% conduce mientras trata de sincronizar dispositivos móviles

En menor medida, otros conductores comen o ingieren bebidas, se enganchan en discusiones, regula la radio o el aire acondicionado.

Por supuesto, no todas estas acciones o situaciones distraen al conductor de la misma manera, algunas son leves y han sido estudiadas por los fabricantes de autos, mientras que otras representan una clara impudencia.

Sin embargo, aún no hablamos de la distracción más letal€

Si conduce, no use el móvil

La estadística de la DGT es que el 30% de las muertes en las calles y carreteras se debe a distracciones. Pues el 20% de las muertes en accidentes de tránsito deben al uso del móvil.

Una de cada cinco personas que fallece en un accidente de tránsito, lo hace porque ella misma u otro conductor no pudieron esperar para responder una llamada, un mensaje o para realizar una búsqueda en Google.

Si se cuentan más que las muertes, el uso de dispositivos móviles es la primera causa de accidentes de tránsito en España.

Salirse de las vías y choque desde atrás son los accidentes más comunes. La Fundación Línea Directa y INTRAS (Instituto Universitario de Investigación de Tránsito y Seguridad Vial de la Universidad de Valencia) determinaron que el 91% de esos accidentes, las condiciones meteorológicas y de circulación era consideradas como buenas. Es decir, el uso del móvil es el problema.

Educación es la solución

La educación vial es la única solución para remediar este verdadero problema. Por supuesto, acompañada de castigos ejemplares a quienes incurran en faltas.

Las cámaras de seguridad y los operativos de seguridad vial son la mejor manera de conseguir un castigo ejemplar a quienes estén cometiendo faltas. Tan ejemplar como para que no quieran coger su móvil hasta llegar a su destino o parar.

Sin embargo, hay quienes apuntan a que una educación vial más realista y que muestre la cruda realidad de los accidentes de tránsito puede ser la verdadera solución.

Es innegable que los conductores deben interesarse por educarse a sí mismos. Sitios web como internationaldriversassociation.com ayudan a lograr este objetivo pues comparten información de utilidad sobre la seguridad en las vías.

La seguridad vial es tarea de todos, pero sobre todo de los que conducen.