El rozamiento es una fuerza fundamental que se opone al movimiento de un objeto. Dentro de un motor, es algo muy habitual, pues este fenómeno se produce por el movimiento del pistón dentro del cilindro o camisa, así como al giro del cigüeñal sobre su apoyo, por ejemplo. Los componentes internos del motor experimentan rozamientos que, a su vez, generan calor y desgaste. Estos efectos pueden tener un impacto significativo en el funcionamiento del motor, disminuyendo su rendimiento e incluso ocasionando averías graves si no se dispone de un sistema de refrigeración adecuado.
La subida de temperatura causada por el rozamiento interno es un problema común en los motores. El exceso de calor puede afectar negativamente el rendimiento y la vida útil del motor. Por lo tanto, es crucial contar con un sistema de refrigeración eficiente que pueda disipar el calor y mantener la temperatura dentro de los límites óptimos.
Una de las formas de controlar la temperatura del motor es utilizando un anticongelante-refrigerante recomendado por los fabricantes de vehículos. El anticongelante no solo ayuda a evitar la congelación del líquido en condiciones de bajas temperaturas, sino que también mejora la capacidad de disipación del calor, evita la corrosión y protege el sistema de refrigeración en general.
Sin embargo, al elegir el anticongelante adecuado, no es suficiente confiar únicamente en el color del producto. Aunque los colores de los anticongelantes, como verde, naranja, amarillo, azul o rosa, pueden variar, no existe un estándar universal para su identificación. Cada fabricante puede utilizar un código de colores diferente, por lo que no se debe basar únicamente en el color para seleccionar el anticongelante correcto.
Es importante tener en cuenta que la temperatura de congelación del anticongelante está relacionada con la concentración de etilenglicol, el componente principal del anticongelante. Por ejemplo, una mezcla con un 10% de etilenglicol puede utilizarse en temperaturas que oscilan entre -4°C y 102°C, mientras que una concentración del 25% permite su uso en rangos de -12,5°C a 103°C. La concentración máxima de etilenglicol es del 50%, lo que permite su funcionamiento en temperaturas que van desde -37°C hasta 108°C.
En la actualidad, existen diferentes tipos de anticongelantes en el mercado, como G11, G12, G12+, G12++ y G13. Cada uno de ellos tiene sus propias características y está diseñado para adaptarse a diferentes condiciones de funcionamiento y motores. Al elegir el anticongelante adecuado, es fundamental seguir las recomendaciones del fabricante del vehículo y tener en cuenta las condiciones medioambientales en las que se usará el vehículo.
Es importante mencionar que al rellenar el anticongelante, ya sea en el vaso de expansión o según las indicaciones del manual del vehículo, se debe utilizar el mismo tipo y marca de anticongelante recomendado por el fabricante. Si no es posible obtener el mismo anticongelante, se debe tener en cuenta que no se deben mezclar anticongelantes orgánicos e inorgánicos, ni mezclarlos con un anticongelante híbrido.