Se acerca, con la operación salida de agosto, uno de los momentos del año en los que más desplazamientos por carretera se producen. Es fundamental, por tanto, revisar el estado de los elementos más importantes del vehículo para no sufrir ningún problema derivado del calor. Y es que el clima veraniego puede ser muy perjudicial para el coche según la cadena de autocentros especializada en el mantenimiento de automóviles Norauto.
De esta manera, el riesgo de sufrir un reventón en marcha por llevar los neumáticos con poca presión aumenta en estas fechas en un 60%, algo que también reduce su capacidad de frenada, disminuye su vida útil en un 15% e incrementa, en un 7%, el consumo de combustible. Además, con las altas temperaturas, los motores pueden llegar a perder un 15% de su potencia, lo cual obliga a un sobreesfuerzo del sistema de refrigeración. En cuanto a los frenos, se sobrecalientan, crece el consumo de líquido de frenos y acorta su duración.
Por lo tanto, para evitar ´sustos´ o problemas inesperados en la carretera, sería conveniente comprobar, con el motor en frío y antes de emprender la marcha, la presión de los neumáticos y su nivel de desgaste -la banda de rodadura debe tener una profundidad superior a los 1,6 mm-, el sistema de refrigeración con el líquido refrigerante y el aceite del motor. Asimismo, no olvides ´echarle un ojo´ a los frenos, amortiguadores, sistema de frenado, dirección y al líquido del limpiaparabrisas.
Para terminar, el sistema de climatización también es susceptible de averiarse con este clima, por lo que nunca está demás una revisión antes del verano -no vale solamente con recargarlo-. Así, sería conveniente ver si el circuito tiene alguna fuga, si el compresor está en mal estado o comprobar el filtro del habitáculo. Unos síntomas del mal funcionamiento serían que el aire saliese con poca fuerza, si la temperatura se mantiene caliente o si desprende mal olor. Recuerda también que llevar una temperatura seleccionada menor a 20 grados eleva el consumo de carburante en un 20%.