Cuatro veces que Audi ha roto las normas con sus coches de competición

Javier Jiménez
Javier Jiménez
A lo largo de toda su historia como fabricante de coches, Audi siempre ha buscado alcanzar los límites de la técnica en el mundo de la competición. Fruto de la experiencia extraída en las carreras surgen algunas de las nuevas tecnologías que podemos ver hoy en algunos de sus modelos de producción.

Si repasamos la trayectoria de Audi en el mundo de la competición, podemos encontrar diferentes hitos protagonizados por la aplicación de nuevas tecnologías que más tarde también llegarían a sus coches de calle. Así ha sucedido a lo largo de la historia, cuando la marca alemana conquistó el Mundial de Rallies y los circuitos de medio mundo un vehículo equipado con tracción a las cuatro ruedas; también cuando llevó la tecnología TDI a lo más alto del podio en Le Mans; o al conseguir por primera vez la victoria en la mítica prueba de resistencia con un automóvil híbrido.

Siguiendo por este mismo camino, la compañía afronta un nuevo reto en el Rally Dakar con el Audi RS Q e-tron, el modelo más avanzado desde el punto de vista tecnológico que Audi Sport ha llevado a la competición. “Lo que vamos a intentar no se ha hecho nunca antes, estamos ante el mayor desafío para un sistema de propulsión eléctrico”, comenta Andreas Roos, responsable del Proyecto Dakar en Audi Sport. Por su parte, el actual CEO de la marca de los cuatro aros, Markus Duesmann añade “con esta energía vamos a seguir impulsando nuestra transformación para convertirnos en un proveedor de movilidad eléctrica y sostenible”.

1. Quattro: una idea genial en la que nadie creía

Audi tracción quattro

La tracción quattro es una de las principales señas de identidad de Audi. Nadie se había planteado competir con un coche con tracción a las cuatro ruedas. Según las convenciones establecidas, este sistema aumentaba el peso del coche, repartía la potencia y comprometía la fiabilidad. Además, el reglamento prohibía la utilización de esta tecnología en los rallies.

Pero en 1977 la Federación Alemana, a instancias de Audi, solicitó a la Federación Internacional de Automovilismo autorización para que los vehículos de cuatro ruedas motrices fueran permitidos en el Mundial de Rallies; y en el Libro del Año 1979 de la FIA se permitió su uso.

De forma paralela, Audi trabajaba en el “proyecto 262″ para crear un vehículo deportivo de tracción total. Tres jóvenes ingenieros se encargaron del desarrollo: Jörg Bensinger, Director del área de comprobación de trenes de rodaje; Walter Treser, responsable del proyecto; y Ferdinand Piech, máximo responsable técnico de la empresa.

El éxito de los modelos quattro en las carreras comenzó muy pronto. La primera demostración de su potencial llegó en el Rally de Algarve, a finales de 1980. Los organizadores permitieron que Audi sacara su nuevo prototipo conducido por Hannu Mikkola ejerciendo las labores de coche cero. Aunque no compitió oficialmente, se tomaron tiempos y Mikkola habría ganado el rallye con una ventaja de 26 minutos sobre el vencedor.

Audi S1

Audi participó por primera vez en el Campeonato del Mundo de Rallies con la tracción quattro en 1981 y lo dominó la siguiente temporada. En 1982, el equipo Audi ganó el campeonato de marcas; y en 1983, el finlandés Hannu Mikkola se adjudicó el título de pilotos. En 1984 Audi logró los dos títulos, con el sueco Stig Blomqvist como campeón del mundo. Ese año Audi alineó la versión de batalla corta, el Sport quattro, seguida en 1985 por el Sport quattro S1 de 476 CV. En 1987, Walter Röhrl se llevó a la victoria en la subida a Pikes Peak un S1 modificado especialmente para esa prueba de los EE.UU. 

Más tarde, Audi llevó la tracción quattro a los circuitos, donde las creencias establecidas decían que esta tecnología solo aportaría desventajas en forma de un mayor peso y rozamiento. En 1988 Audi ganó los títulos de pilotos y de marcas del campeonato americano Trans-Am, en su primera participación, con un Audi 200 quattro. En el año siguiente logró un éxito considerable en el campeonato IMSA GTO. En las temporadas 1990/91, Audi participó con el poderoso V8 quattro en el Campeonato Alemán de Turismos (DTM), adjudicándose dos títulos de pilotos.

A4 quattro Supertouring
1996: Frank Biela in the Audi A4 quattro

En 1996, el A4 quattro Supertouring participó en siete campeonatos nacionales y los ganó todos. En España, Audi se hacía con la corona de la mano de Jordi Gené. Dos años después, la reglamentación europea prácticamente prohibió la tracción total en los campeonatos de turismos en circuito.

2. ¿Un diésel corriendo en Le Mans?

Audi R10 TDI

Otro de los objetivos de Audi en su día fue convertirse en el primer fabricante del mundo en ganar las 24 Horas de Le Mans con un motor diésel. Ese proyecto arrancó de una hoja en blanco y solo 200 días separaron el primer rodaje del Audi R10 TDI con el momento en el que cruzó victorioso la bandera a cuadros, con Frank Biela, Emanuele Pirro y Marco Werner al volante.

La del año 2006 fue la sexta victoria de Audi en Le Mans; pero también, la más difícil e importante. Propulsado por un motor V12 biturbo TDI de 650 CV y más de 1.100 Nm, el Audi R10 TDI no solo fue el coche más rápido de la carrera, sino también el que registró un consumo de combustible más bajo. Tom Kristensen realizó la vuelta más rápida de la carrera, siendo el primer piloto en completar 16 vueltas con un único depósito de combustible. Audi batió también un nuevo récord de distancia al completar 380 vueltas.

La marca de los cuatro aros siguió evolucionando esta tecnología, y desde el comienzo de la era TDI en Le Mans consiguió reducir el consumo de sus prototipos en casi un 40%. El mismo equipo ganó también con el Audi R10 TDI en 2007; y en el año 2008 llegó el triplete del Audi R10 TDI de la mano de Rinaldo Capello, Allan McNish y Tom Kristensen.

Audi R15 TDI

Su sucesor fue el Audi R15 TDI con motor V10, que se impuso en la edición de 2010 con Timo Bernhard, Romain Dumas y Mike Rockenfelle, mejorando el récord de distancia de la prueba, estableciéndolo en 5.410,713 km.

En 2011 llegó el Audi R18 TDI, que montaba un ligero y compacto motor V6 TDI con más de 540 CV. Marcel Fässler, André Lotterer y Benoît Tréluyer ganaron esa edición de las 24 Horas de Le Mans. Con los triunfos en 2012, 2013 y 2014, ya con el Audi R18 e-tron quattro híbrido, la tecnología TDI sumó ocho victorias en esta mítica prueba.

3. La primera victoria de un prototipo híbrido en Le Mans

R18 e-tron quattro

En 2012 se presenta el nuevo R18 e-tron quattro, que logró la primera victoria de un prototipo híbrido en Le Mans, con Marcel Fässler, André Lotterer y Benoît Tréluyer al volante. Al año siguiente se impusieron Tom Kristensen, Loïc Duval y Allan McNish, triunfo que se repitió en 2014 con Fässler, Lotterer y Tréluyer.

El motor TDI estaba complementado con una unidad motor-generador (MGU) en el eje delantero y una batería capaz de proporcionar brevemente hasta 170 KW de potencia en función de la cantidad de energía. Gracias a ello, el Audi R18 e-tron quattro disponía de tracción a las cuatro ruedas.

La evolución de este prototipo disponía de dos sistemas híbridos. Como en el pasado, un motor-generador eléctrico situado en el eje delantero recupera energía cinética durante las fases de frenada. Pero, además, el turbocompresor del motor de combustión está conectado a un motor eléctrico, lo que hace posible convertir la energía térmica contenida en el flujo de los gases de escape en energía eléctrica.

4. Aventura en el Dakar con un sistema de propulsión alternativo

Audi RS Q e-tron

Tras romper las normas establecidas en los rallyes y los circuitos, Audi afronta en el Dakar un nuevo reto. “El prototipo del Audi RS Q e-tron se desarrolló en alrededor de doce meses”, declara Julius Seebach, Director de Audi Sport GmbH y responsable de Motorsport en Audi. La primera prueba, realizada el 30 de junio de 2021 en Neuburg an der Donau, y la salida del Dakar el 1 de enero de 2022 en Ha’il (Arabia Saudí), están separadas por tan solo seis meses.

Para diseñar un coche de propulsión eléctrica capaz de competir en el Dakar, Audi ha tenido que desarrollar una nueva tecnología. En las etapas del desierto no se puede recargar una batería y la elevada demanda energética de las largas etapas tampoco permiten competir con un coche eléctrico con batería, pues este elemento debería ser demasiado grande y pesado. De esta forma, en el Audi RS Q e-tron se ha optado por un concepto innovador: un motor TFSI procedente del DTM actúa como un convertidor de energía que recarga la batería de alto voltaje que alimenta los motores eléctricos.

El Audi RS Q e-tron emplea, tanto en el eje delantero como en el trasero, una unidad motor-generador (MGU) como las que utiliza el actual Audi e-tron FE07 de la Fórmula E. La potencia máxima del sistema de propulsión eléctrico es de 500 kW (680 CV), pero está limitada a 288 kW por el reglamento del Dakar. El sistema de batería de iones de litio con celdas redondas tiene 52 kWh de capacidad y un peso de 370 kilos.