M235i: El M4 ´concentrado´

De la misma manera que el Serie 3 Coupé fue rebautizado como Serie 4, la Serie 2 es la nueva denominación para identificar al sustituto del Serie 1 Coupé. Es 72 mm más largo que el compacto del que deriva –la distancia entre ejes es 30 centímetros mayor–, con una vía delantera ensanchada en 41 milímetros y, la trasera, en 43 mm. Desde luego, estéticamente gana bastante respecto del Serie 1 y, gracias a un cierto nivel de representación, puede ser el modelo perfecto para aquellos a los que el Serie 4 se les ´escape´ por precio. Ahora bien, tienes que tener en cuenta que las plazas traseras son algo limitadas por altura para personas que superen el 1,75 m –por espacio para las piernas, tampoco va sobrado– y el maletero resulta algo más pequeño que el de la Serie 4 –390 litros frente a 445– aunque exhibe unas formas muy aprovechables.
Hemos tenido la oportunidad de viajar a Las Vegas para probar la versión más potente de la gama en el circuito oval donde se disputa, una de las pruebas de la Nascar norteamericana –en concreto, este año, el fin de semana del 7 al 9 de marzo–. Después de haber probado en profundidad el M135i, tenemos una buena piedra de toque para apreciar los cambios… La primera diferencia es que la carrocería se inclina menos en las curvas, gracias a un conjunto muelle/amortiguador endurecidos en un 15%. Además, el hecho de ir sentado un poco más bajo hace que parezca más pequeño y ligero –los asientos ofrecen un buen compromiso entre comodidad y sujeción–.
El propulsor de 6 cilindros en línea turbo, con 326 CV a 5.800 rpm y un par máximo de 450 Nm a tan sólo 1.300 rpm, ofrece un rendimiento excelente. El empuje es constante sea cual sea la marcha elegida, y el funcionamiento del cambio automático de ocho velocidades de nuestra unidad de pruebas –cuesta 2.773 euros; merece la pena– ayuda a sacar el máximo provecho, con una acertada combinación de suavidad y rapidez en las transiciones entre una relación y otra. Con todo, el M235i consigue pasar de 0 a 100 km/h en sólo 4,8 segundos con un consumo medio declarado de 7,6 l/100 km.
Este modelo incita a exprimir sus capacidades dinámicas, desde el sonido bien afinado que llega al habitáculo, pasando por una dirección directa y precisa –aunque no vendría que transmitiera algo más de información– y unas ayudas electrónicas mejor puestas a punto que en el desaparecido Serie 1M. En las vueltas que dimos al trazado de Las Vegas, seleccionamos el modo Sport Plus –el más deportivo disponible– que permite ciertas ´licencias´ al conductor. El M235i se muestra muy maleable, realizando unos cambios de dirección rápidos y eficaces. El nivel de tracción es muy bueno, lo que te permite abordar las curvas confiando en el tren delantero y, en cuanto superas el vértice de la curva, pisar sin miedo el acelerador realizando mínimas correcciones con unas reacciones más suaves de lo que esperas.
Es muy divertido, pero puede resultar aún más emocionante si desconectas por completo el DSC. Entonces, un dispositivo denominado Active Differential Brake se hace notar más, frenando la rueda que derrapa para trasladar la potencia a la que dispone de mejor tracción. Esto te permite realizar cruzadas con seguridad, lo que lo convierte en un juguete muy eficaz. La sensación final es que estamos ante un coche muy equilibrado que permite explotar todas sus posibilidades sin miedo a desmanes del eje trasero. A falta de una prueba más exhaustiva en carreteras públicas, nos gusta incluso más que el ya de por sí excelente M135i.
Evidentemente, no es un ´M´ puro –pertenece a esa estirpe intermedia llamada M Performance– pero el hecho de emplear una mecánica seis cilindros turbo le acerca al concepto de ‘mini M4’. Es más que probable que venga un M2 en un futuro no muy lejano pero, para los que no puedan esperar, esta versión colmará las expectativas de los que busquen sensaciones al volante.