¿Sabías que existía otra MG antes que la actual? Fabricaba cosas ‘molonas’, como este ZT

MG está en boca de todos por los bajos precios de sus coches, también en lo que respecta a los eléctricos, como su ya famoso MG4 Electric. Además, no son coches para nada cutres, sino que presentan un estándar de calidad muy competitivo en relación a su precio. Pero, aunque el logo sea el mismo, esta MG, propiedad del grupo chino SAIC Motor, no tiene ni un solo lazo con la MG que era propiedad del grupo MG Rover y que quebró en 2005.
Aquella última MG producía versiones deportivas de modelos de Rover, aunque también diseñó vehículos propios, como los MG F y MG TF. Entre 2001 y 2005, comercializó los MG ZR, ZS y ZT, que se basaban respectivamente en los Rover 25, 45 y 75, sobre los cuales aportaba un acabado exterior marcadamente deportivo, suspensión más firme y mecánicas más poderosas.
El MG ZT fue presentado tres años después que el Rover 75 y, respecto a este, lucía paragolpes más deportivos, parrilla de aluminio, un alerón, llantas más grandes y una paleta de colores particular, con tonos más vivos como el rojo, el azul o el amarillo. Dentro, había unos envolventes asientos deportivos y una instrumentación específica.

Bajo todo eso, el MG ZT era un auténtico ‘popurrí’ de elementos. Por un lado, su plataforma, única para el Rover 75 y MG ZT, fue un desarrollo conjunto entre Rover y BMW. Por otro, sus mecánicas tenían diferentes orígenes: las 1.8 de 120 CV y 2.5 V6 de 190 CV procedían de Rover, el bloque 2.0 diésel de 131 CV lo firmaba BMW (si bien Rover/MG lo modificó para montarlo en posición transversal. También introdujo inyección por conducto común, un turbo diferente y mejoró su gestión de la temperatura.), y el propulsor 4.6 V8 de 260 CV era de Ford.
En este último caso, además, la tracción no era al eje delantero, sino al trasero. En cuanto a la transmisión, todas eran manuales de cinco velocidades y, en nuestro mercado, sólo el diésel se podía combinar, en opción, con una automática.
El MG ZT fue un coche especial, pero no terminó de cuajar entre el público, por lo que hoy en día apenas hay ejemplares a la venta. Ni siquiera un restyling en 2004 le sirvió para acumular cifras significativas y, finalmente, desapareció en 2005 con la liquidación de la empresa.
¿Cómo era por dentro el MG ZT?

Los asientos y el volante deportivos, la instrumentación, los guarnecidos… todo ayudaba a proporcionar al interior del MG ZT un ambiente convenientemente deportivo teniendo en cuenta que partía de un habitáculo tan clásico como el del Rover 75. Además, la postura de conducción era muy buena gracias a la comodidad de los asientos y a que el volante se regulaba en altura y profundidad.
Asimismo, empleaba mucho plástico mullido que le otorgaba una buena presencia y el equipamiento de serie era bastante completo, con climatizador bizona, tapicería parcialmente en piel, o un potente equipo de sonido Harman Kardon.
Destacaba menos en habitabilidad de la parte trasera, con un espacio para las piernas mejorable y una plaza central incómoda. Su maletero tampoco era brillante, con 432 litros de capacidad, poca altura disponible y unas formas nada regulares.

¿Qué revisar en el MG ZT?
Es un automóvil bastante fiable, especialmente en su versión 2.5 V6. Sí se produjeron algunos fallos en la culata de los bloques 1.8, aunque un estricto mantenimiento podría evitarlos. En cuanto al propulsor diésel, algunas de las series del motor M47 de BMW padecieron un grave problema en la admisión que podría llegar a destrozar la mecánica, pero por suerte las versiones M47R que montaban los Rover y MG esquivaron ese fallo.
¿Cómo iba el MG ZT?
Era un coche cuya conducción resultaba sorprendente en el buen sentido. Partiendo del burgués Rover 75, su suspensión más dura y corta, sus resistentes frenos, su más incisiva dirección y su gratificante tacto del cambio le otorgaban una conducción moderadamente deportiva dentro de las limitaciones impuestas por su tamaño y peso. Asimismo, gozaba de muy buena estabilidad y de un eje trasero especialmente bien aplomado. No disponía de control de estabilidad, pero tampoco lo echaba de menos. Eso sí, en conducción al límite, la adherencia de su parte delantera comenzaba a flaquear, traduciéndose en pequeños subvirajes.
Su motor 2.5 V6 de 190 CV ofrecía bastante par a bajas revoluciones y una progresiva estirada hasta 6.500 rpm. Además, producía un sugerente sonido muy bien afinado.

¿Cuánto cuesta a día de hoy?
Los pocos ejemplares a la venta que hay hoy en día en España, corresponden a las versiones 2.5 V6 de gasolina y 2.0 CDTI diésel. No hay actualmente ninguna en venta con motor 1.8 ni 4.6 V8. Es un automóvil barato, pues puedes encontrar unidades de 2001 con motor 2.5 V6 por apenas 2.500 euros, así como por 3.500 euros si hablamos de unidades post-restyling de 2004. En cuanto al diésel, lanzado en 2004, puede ser tuyo dese 2.700 euros.
¿Y el mantenimiento?
Un matiz importante con este modelo es que no cuenta con talleres oficiales, puesto que la actual red oficial MG no tiene lazos con la antigua MG. Es decir, es como si se tratara de dos empresas diferentes. Sin embargo, aún es fácil encontrar recambios de desgaste para este coche, aunque para los de carrocería familiar comienza a haber escasez. Su coste de mantenimiento está en la media entre las berlinas generalistas de su época.
Ficha técnica (MG ZT 2.5 V6 190 de 2001)
- Motor: Gasolina, seis cilindros en V, situado en posición delantera transversal, 2.497 cm3, 190 CV (140 kW) a 6.500 rpm, 245 Nm de par a 4.000 rpm.
- Velocidad máxima: 227 km/h.
- Aceleración de 0-100 km/h: 8,3 seg.
- Consumo: 9,9 litros/100 km.
- Tracción: Delantera.
- Cambio: Manual de 5 velocidades.
- Frenos: Discos ventilados delante y macizos detrás.
- Suspensión: Independiente en ambos ejes.
- Dirección: De cremallera con asistencia.
- Llantas: 7,5 x 18″.
- Neumáticos: 225/45 R18.
- Largo x ancho x alto (m): 4,75 x 1,78 x 1,42.
- Peso: 1.550 kg.
- Maletero: 432 litros.
- Depósito de combustible: 65 litros.