Cuáles son los principales rivales del Mitsubishi Eclipse Cross

Por diseño y mecánica, hemos seleccionado dos alternativas para el nuevo modelo de Mitsubishi. Uno de ellos es el Mazda CX-5, que a su espíritu deportivo añade cierto toque de exclusividad; el otro es el Seat Ateca FR, una de las referencias del segmento por comportamiento.


Seat Ateca FR TSI 150 DSG 4×4

  • 33.000 euros*
  • 150 CV
  • 0-100: 9,0 seg.
  • 6,1 l/100 km
  • 485 l. de maletero
  • 4,36 metros

Acabado deportivo: FR es la denominación de la terminación más deportiva del Ateca, un SUV que con sus 4,36 m es el más compacto de los tres.

Por dentro: Tiene el interior más sobrio de los tres, pero también es el mejor resuelto tanto por la distribución de mandos como por la postura al volante. Además, sus asientos son los que más sujetan en curva. La calidad no admite tampoco muchas quejas, quedando a la altura de los dos japoneses por ajustes aunque con unos materiales un poco más agradables al tacto. El Ateca también es el que ofrece más maletero y sus plazas traseras son tan amplias como las del Mazda. Eso sí, ni el Ateca ni el CX-5 cuentan con una banqueta trasera corrediza como la del Mitsubishi Eclipse Cross.

En marcha: El motor del Seat es el de menor cilindrada y potencia, pero tiene la respuesta más contundente y, gracias a la rapidez del cambio automático DSG de seis marchas, logra las mejores prestaciones: tarda 9,0 segundos en pasar de 0 a 100 km/h. Teóricamente, es el que menos consume; en la práctica, gasta poco, pero en unos valores similares a los del CX-5 -unos 8,0 l/100 km reales-. Por comportamiento, el Ateca es una de las referencias del segmento. En el caso del FR, que lleva una suspensión un poco más firme, lo es más todavía: es casi tan ágil como un turismo y la carrocería balancea poco pese a su altura. A cambio, no resulta tan cómodo como sus dos alternativas.

Veredicto: Es la mejor opción si buscamos cierto tacto deportivo, y su motor tiene un rendimiento muy bueno. También es muy amplio.

Mazda CX-5 2.0 160 Aut. 4wd

  • 31.680 euros
  • 160 CV
  • 0-100: 10,9 seg.
  • 6,8 l/100 km
  • 477 l. de maletero
  • 4,55 metros

Sin turbo: La versión equivalente del Eclipse Cross de esta prueba cuenta con un motor gasolina de 160 CV que, a diferencia de sus dos rivales, recurre a una cilindrada de 2.0 litros y prescinde del turbo. Con sus 4,55 metros de longitud, es el más largo de los tres.

Por dentro: El Mazda CX-5 tiene un puesto de conducción que combina deportividad con una ergonomía bastante bien resuelta, pues navegar por los menús de la pantalla central a través del mando circular que hay junto al cambio resulta bastante intuitivo. Además, la postura al volante es buena. Por calidad está a la altura del Mitsubishi, con unos buenos ajustes y materiales un poco más duros que los del Seat. Es casi tan espacioso como el Ateca y ofrece casi la misma capacidad de maletero, apartados en el que ambos superan al Eclipse.

En marcha: La principal diferencia está en la respuesta del motor, pues el CX-5 resulta más suave y, a la hora de ir deprisa, obliga a apurar más los cambios de marchas. Con todo, es el más lento de los tres -tarda 10,9 segundos en pasar de 0 a 100 km/h-. A cambio, su consumo real es bastante contenido frente al Mitsubishi, y también se muestra poco ruidoso. El cambio automático funciona mejor que el del Eclipse Cross, pues es igual de suave pero pasa de una marcha a otra con mayor rapidez. Por último, el chasis obtiene mejor nota que el del Mitsubishi: es igual de cómodo pero resulta más ágil.

Veredicto: El CX-5 es mejor opción si buscamos un SUV de corte más familiar, sobre todo por espacio frente al Eclipse. Es el más barato de los tres.

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